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Estimulan el sentido del tacto
Los juguetes de madera, sobre todo, si no están lacados, nos ofrecen una sensación muy agradable al tocarlos. Además, aunque no te lo creas, la madera tiene muchas texturas diferentes -las hay más lijadas, menos y con irregularidades propias de la pieza que haya sido elegida para la realización del juguete que le da un carácter único-. Todo esto ofrece al pequeño sensaciones al tacto diferentes que el niño va registrando en su cabeza mientras juega.
¿Sugerencia? El bosque encantado de colores de Grimm’s, porque tiene colores pero no lacados, sino que deja a la vista las imperfecciones de cada uno de los árboles.