Salud

Qué hacer si un niño se atraganta: las pautas han cambiado y esto es lo que debes saber


Elena Viñas, enfermera pediátrica, explica cómo aplicar las técnicas actualizadas para salvar vidas en casos de atragantamiento infantil


Atragantamiento infantil© Getty Images/Johner RF
3 de diciembre de 2025 - 15:00 CET

Cuando un niño se atraganta con un alimento o con un objeto que se haya podido introducir en la boca, es imprescindible saber cómo actuar y hacerlo rápido. Es muy importante tener en cuenta que las pautas de actuación en un caso así han cambiado recientemente, por lo que incluso si, como padre, madre o educador, se ha recibido la formación necesaria, es necesario saber cuáles son las nuevas indicaciones que establece la American Heart Association (AHA), referente en cardiología no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

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Hemos hablado con Elena Viñas, enfermera especialista en pediatría y Secretaria General del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM), quien enumera los cambios que ha introducido la AHA y los explica con todo lujo de detalles para poder ponerlos en práctica en caso de que se dé una situación de emergencia.

El atragantamiento infantil constituye una de las urgencias pediátricas más frecuentes.

Elena Viñas, enfermera especialista en pediatría y Secretaria General del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

El protocolo anti-atragantamiento acaba de cambiar. ¿Cuáles son las nuevas pautas en lo que a bebés, niños y adolescentes se refiere y cuáles son las diferencias respecto al protocolo anterior?

Efectivamente, la American Heart Association (AHA) ha actualizado en 2025 sus recomendaciones ante el atragantamiento pediátrico o lo que es lo mismo, ante la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, (OVACE). Aunque no es una novedad, antes de actuar, la AHA recuerda que solo deben aplicarse maniobras cuando la tos no es eficaz. Si el lactante, niño o adolescente tose con fuerza, llora o puede hablar, se considera una obstrucción leve y solo hay que vigilar. En cambio, si no puede toser, hablar o respirar bien, estamos ante una obstrucción grave y deben iniciarse las maniobras correspondientes según la edad.

Novedades en OVACE para lactantes (niños menores de 1 año):

  • Se establece de manera inequívoca la secuencia de actuación ante la obstrucción de la vía aérea en lactantes: 5 golpes en la espalda alternados con 5 compresiones torácicas, repitiendo el ciclo hasta la expulsión del cuerpo extraño o la pérdida de consciencia. Diferencia respecto a versiones previas: esta alternancia no siempre se describía con la misma precisión, por lo que ahora se refuerza y estandariza.
  • Nueva recomendación para las compresiones torácicas: se aconseja utilizar el talón de la mano o la técnica de dos pulgares rodeando el tórax, consideradas más eficaces y seguras. Diferencia respecto a la pauta anterior: se abandona la técnica clásica de compresión con dos dedos, sustituyéndola por métodos que permiten generar presión más efectiva y un mayor control del tórax del lactante.
  • Se reafirma que en los lactantes no deben realizarse compresiones abdominales (maniobra de Heimlich). Diferencia respecto a la recomendación previa: se insiste de forma más explícita en esta contraindicación, debido al alto riesgo de lesiones internas en menores de un año, reforzando un mensaje ya presente pero ahora enfatizado.

Novedades en OVACE para niño mayor (desde un año hasta la pubertad)

  • Nueva recomendación AHA 2025 para OVACE grave en niños: se establece un esquema estructurado basado en ciclos de 5 golpes en la espalda y 5 compresiones abdominales, repitiendo la secuencia 5 + 5 de forma continua hasta lograr la resolución o producirse la pérdida de consciencia. Diferencia respecto al protocolo anterior: anteriormente se utilizaba prácticamente solo la maniobra de Heimlich, por lo que el cambio fundamental es la incorporación obligada y sistemática de los golpes en la espalda como parte formal del algoritmo de actuación.

Novedades en OVACE para Adolescentes (desde la pubertad)

  • Se integran plenamente en el algoritmo de adulto, utilizando ciclos de 5 golpes en la espalda y 5 compresiones abdominales como secuencia estándar de actuación ante una OVACE grave. Diferencia respecto al enfoque anterior: previamente, la actuación se centraba casi exclusivamente en la maniobra de Heimlich, mientras que ahora se adopta como novedad el esquema combinado de golpes en la espalda y compresiones abdominales empleado en adultos y niños mayores.

Pérdida de consciencia (todas las edades pediátricas)

Si el paciente pierde la consciencia, debe iniciarse RCP de forma inmediata (pediátrica o de adulto según la edad). El cuerpo extraño solo debe retirarse si es claramente visible en la boca, evitando en todo caso el barrido digital a ciegas. Diferencia respecto a la guía anterior: no se introducen cambios sustanciales, pero se refuerza de manera explícita la indicación de no realizar barridos digitales ciegos, debido al riesgo de empeorar la obstrucción o provocar lesiones adicionales.

¿Por qué la AHA ha introducido estos cambios?

La AHA actualiza el protocolo de OVACE pediátrico para hacerlo más eficaz, seguro y fácil de aplicar. Los golpes en la espalda se incorporan de forma estructurada tanto en el niño mayor como en el adolescente porque la evidencia muestra que aumentan la presión intratorácica y mejoran la probabilidad de expulsar el cuerpo extraño, especialmente cuando se alternan con compresiones.

En lactantes, el cambio de la técnica de “dos dedos” al talón de la mano o dos pulgares se recomienda, ya que permite una fuerza más controlada y efectiva, aumentando la calidad de las compresiones sin aumentar el riesgo de lesiones. Además, se refuerza la prohibición del barrido digital a ciegas porque puede empeorar la obstrucción.

En conjunto, los cambios buscan un protocolo más uniforme, más sencillo de recordar en situaciones de estrés y alineado con la evidencia más reciente de eficacia y seguridad.

El nuevo protocolo de actuación lo ha emitido la American Heart Association. ¿Se debe aplicar también en España?

En España no se aplican de manera automática las actualizaciones publicadas por la American Heart Association. Nuestra referencia principal son las guías del European Resuscitation Council (ERC) y su adaptación nacional a través del Plan Nacional de RCP (PNRCP). Este enfoque es también el que siguen habitualmente los servicios de urgencias, emergencias y los centros sanitarios españoles, cuyos protocolos clínicos se basan en las guías del ERC y en su adaptación nacional del PNRCP.

Solo deben aplicarse maniobras cuando la tos no es eficaz. Si el lactante, niño o adolescente tose con fuerza, llora o puede hablar, se considera una obstrucción leve y solo hay que vigilar.

Elena Viñas, enfermera especialista en pediatría y Secretaria General del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

Es importante recordar que tanto el ERC como la AHA forman parte de ILCOR (Comité Internacional de Enlace sobre Reanimación, por sus siglas en inglés), el organismo que elabora el consenso internacional (CoSTR) del que derivan las guías de reanimación a nivel mundial. Por eso, aunque cada país adapta esas recomendaciones a su contexto, todas comparten la misma base científica.

En conclusión, en España se siguen las guías ERC y su adaptación nacional del PNRCP, plenamente alineadas con ILCOR, lo que garantiza coherencia con las recomendaciones internacionales sin que sea necesario adoptar directamente el protocolo de la AHA.

¿Cuáles son las principales causas de atragantamiento infantil?

El atragantamiento infantil constituye una de las urgencias pediátricas más frecuentes. Su incidencia es especialmente elevada entre los 6 meses y los 4 años, y continúa siendo relevante hasta los 8 años, debido a la inmadurez de la masticación-deglución, la estrechez anatómica de la vía aérea y la tendencia exploratoria propia de estas edades.

Estas son las principales causas por grupos de edad:

-Lactantes (menores de 12 meses)

En esta etapa, la combinación de una vía aérea estrecha y un patrón de deglución inmaduro aumenta significativamente el riesgo.

  • Alimentos: trozos grandes o mal triturados, frutas y verduras duras (como manzana o zanahoria cruda) y papillas con grumos no adaptados.
  • Objetos: elementos pequeños del entorno, como botones, o piezas desprendibles de juguetes.

-Niños de 1 a 3 años (etapa de mayor riesgo)

Constituye el periodo de mayor incidencia de atragantamiento, dado que la masticación aún es incompleta y la exploración oral es intensa.

  • Alimentos de alto riesgo: frutos secos enteros, palomitas, caramelos duros, chicles y trozos grandes de carne, salchichas, uvas o cerezas.
  • Objetos peligrosos: monedas, canicas, pilas de botón, globos y piezas pequeñas de juguetes u objetos domésticos.

-Niños de 3 a 8 años

Aunque la madurez en la masticación es mayor, las conductas durante la alimentación siguen condicionando el riesgo.

  • Factores conductuales: comer mientras corren, juegan o hablan.
  • Causas habituales: trozos grandes de alimentos y piezas pequeñas de juguetes, tapones o material de manualidades.
© Photographee.eu - stock.adobe.com

¿Cómo prevenir esos atragantamientos?

La prevención del atragantamiento requiere una combinación de medidas educativas, ambientales y de adecuación alimentaria:

  • Supervisión activa durante las comidas. Los niños deben comer sentados, en un entorno tranquilo, evitando juegos y desplazamientos.
  • Adaptación segura de los alimentos: los frutos secos, prohibidos enteros antes de los 5 años; los alimentos con forma redonda o alargada deben darse siempre en trozos pequeños y adecuados para la edad, evitando ofrecerlos enteros para reducir el riesgo de obstrucción; y las frutas y verduras duras, ofrecidas cocidas, ralladas o adecuadamente troceadas.
  • Control del entorno: mantener fuera del alcance monedas, pilas de botón, globos y piezas pequeñas susceptibles de ser introducidas en la boca.
  • Formación de cuidadores y profesionales en las maniobras de desobstrucción de la vía aérea recomendadas por ERC/ILCOR, diferenciando claramente la actuación en lactantes y en niños mayores de un año.

Las nuevas recomendaciones de actuación también incluye unas pautas específicas para neonatos. ¿Cuáles son estas pautas?

Se considera neonato a un recién nacido desde el nacimiento hasta los 28 días de vida, después se clasifica como lactante.

Cambios principales en Reanimación Neonatal. Qué cambia en 2025:

  • Visión más amplia de la atención al recién nacido, desde el embarazo hasta el periodo posterior al parto. En 2020 la guía se centraba sobre todo en la reanimación en el momento del nacimiento; ahora se contempla todo el proceso como un continuo.
  • Pinzamiento del cordón umbilical más retrasado (al menos 60 segundos) siempre que el bebé esté estable. En 2020 se consideraba una opción; en 2025 se convierte en una recomendación más clara y priorizada.
  • Mayor énfasis en que la ventilación (ayudar al recién neonato a respirar) es el paso más importante si necesita reanimación. En 2020 ya era relevante, pero en 2025 se refuerza aún más como la intervención clave antes de cualquier otra.
  • Uso del oxígeno ajustado a la edad gestacional del bebé, siguiendo valores de saturación concretos. En 2020 la indicación era más general; ahora se detalla mejor cómo ajustar el oxígeno según la madurez del recién nacido.
  • Recomendación del uso de CPAP (presión positiva continua) en prematuros que respiran, pero necesitan apoyo extra. En 2020 era una posibilidad; en 2025 pasa a recomendarse de forma explícita.
  • Preferencia por administrar la medicación por vía vascular (como la epinefrina), usando la vía endotraqueal solo de forma temporal. En 2020 ambas vías se contemplaban casi por igual; en 2025 se prioriza claramente la vía vascular por ser más eficaz.
  • Más importancia a la preparación del equipo y del material antes del parto, para anticiparse a cualquier complicación. En 2020 se mencionaba, pero en 2025 se resalta como un elemento esencial para que la reanimación sea segura y efectiva.

¿Qué cuidados hay que tener a la hora de hacer una RCP a un bebé o a un recién nacido?

Los cuidados esenciales durante la RCP en neonato y lactante son los siguientes:

  • Seguridad del reanimador y del paciente: comprobar que el entorno es seguro antes de iniciar la maniobra.
  • Valoración inicial cuidadosa: evaluar respuesta y respiración sin maniobras bruscas, evitando la hiperextensión del cuello.
  • Vía aérea en posición neutra: en neonatos puede ser útil una ligera elevación de los hombros para optimizar la alineación.
  • Ventilaciones controladas: insuflar solo el volumen necesario para elevar el tórax, evitando lesión pulmonar por presión excesiva y aire en el estómago.
  • Compresiones torácicas adecuadas al tamaño: en la parte inferior del esternón, con una profundidad cercana a un tercio del pecho, a 100–120 compresiones por minuto y permitiendo que el tórax recupere su posición entre cada compresión.
  • Técnica según edad: en lactantes, talón de la mano o dos pulgares rodeando el tórax; en neonatos, preferencia por dos pulgares por mayor control y eficacia.
  • Secuencia recomendada: 30:2 para población general; 15:2 para personal sanitario entrenado.
  • Evitar maniobras no indicadas: no Heimlich, no ventilaciones excesivas, no introducir los dedos a ciegas en la boca.
  • Control térmico: minimizar pérdida de calor mediante secado y uso de mantas o paños térmicos.
  • Activación precoz de emergencias: pedir ayuda inmediatamente, (112) y mantener la RCP hasta la llegada de personal especializado.

¿Cómo puede un padre o una madre de familia averiguar cómo actuar ante una emergencia de este tipo?

En España existen múltiples opciones formativas dirigidas a familias: Cruz Roja, entidades especializadas y centros acreditados por el CERCP (Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar) y el ERC (European Resuscitation Council, que imparten cursos de RCP pediátrica basados en guías oficiales. Lo esencial no es el lugar concreto, sino que el curso esté homologado y siga las recomendaciones científicas vigentes.

¿Qué debe incluir una buena formación para familias? Reconocimiento precoz de una emergencia en pediatría, RCP adaptada a la edad pediátrica, con técnicas actualizadas, maniobras seguras de desobstrucción (OVACE), seguridad del reanimador y del menor durante la intervención, práctica con maniquíes pediátricos (imprescindible para afianzar habilidades), uso básico del desfibrilador (DEA) cuando es aplicable y material elaborado o avalado por sociedades científicas

En conclusión, las familias pueden formarse fácilmente en España, pero lo más importante es elegir cursos acreditados por el CERCP (Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar) y el ERC, que incluyan práctica real y garanticen una actuación segura y eficaz ante una emergencia en el ámbito de la pediatría.

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