Priscilla Vela, investigadora sobre juego y creatividad en la infancia© Chus Monteserin

Crianza

Priscilla Vela, investigadora sobre juego y creatividad en la infancia: “A los niños hay que dejarlos en libertad para que crezcan sanos”

Propone el ‘batch playing’, una propuesta de juego realmente diferente y sorprendente con la que es posible mantener a los niños entretenidos durante horas


5 de agosto de 2025 - 7:30 CEST

En lugar de un juguete, ofrecer a los niños latas, trozos de madera, retales, herramientas… es la propuesta de Priscilla Vela, investigadora el juego y la creatividad en la infancia y autora del libro Batch playing. Ideas geniales para impulsar el juego creativo (Lunwerg Editores). El objetivo es “alimentar” la imaginación y la creatividad de los peques, “ayudándoles a volver a un juego más real, humano y terrenal” -como ella misma dice-, dándoles la soberanía y el control del juego, la capacidad de “decidir a qué jugar y cómo”, en lugar de que sea el juguete el que impone las reglas. Las posibilidades son infinitas y comprobar de qué manera los niños de diversas edades pueden entretenerse con esos materiales es sorprendente. Vela nos explica por qué probar con nuestros hijos esta propuesta de juego.

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¿En qué consiste el 'Batch playing' y cómo surgió la idea?

Batch playing es una divertida fusión entre el Batch cooking y el juego. Es una invitación a facilitarnos la vida a la vez que cuidamos del desarrollo holístico de nuestros hijos. Consiste en "cocinar" o preparar con anticipación kits de materiales que son "superalimentos" creativos para nuestros hijos, convirtiendo el juego más evolucionado en algo accesible para todos. 

El Batch playing es una bomba de autoestima, confianza, autosuficiencia y fuerza interior que pone patas arriba los principios de dependencia y consumismo sobre los que se apoyan tanto la educación tradicional como nuestra sociedad

Priscilla Vela, investigadora sobre juego y creatividad en la infancia

La idea surge tras mi experiencia como madre e investigadora, al observar un gran interés en el juego con materiales no estructurados (Piezas Sueltas, un concepto que he desarrollado ampliamente en mis dos libros anteriores) que, a su vez, queda eclipsado por la falta de tiempo de familias y educadores. En Batch playing, sintetizo todo mi conocimiento en kits de elementos: cosas fáciles de conseguir y rápidas de montar que, al combinarse provocan formas diferentes y altamente creativas de jugar sin juguetes. ¡La falta de tiempo ya no es una excusa!

Por otro lado, siento que es de vital importancia alejar a los niños de las pantallas hasta que hayan madurado lo suficiente, ayudándoles a volver a un juego más real, humano y terrenal, donde el niño sea quien decide a qué jugar y cómo, en vez de cederle ese "superpoder" a un juguete o a un videojuego "ultraprocesado" que le dicta cómo ha de ser jugado.

¿En qué se diferencia de la clásica rotación de juguetes que proponen algunas pedagogías?

Primero de todo, en que, como acabo de comentar, en los kits de Batch playing raramente se utilizan "juguetes", sino que se componen de cosas cotidianas como trozos de madera, latas, imanes, semillas, cuerdas, retales, materiales de arte, utensilios de cocina, ingredientes de la despensa o herramientas reales. 

Y segundo, en que es un juego donde el niño es el centro, el protagonista absoluto. Cada niño elige los materiales que quiere utilizar para crear a lo que va a jugar. El adulto solamente propone, prepara y facilita el acceso a estos materiales, guiando en ocasiones contadas y reservando espacios y tiempos para que el juego suceda. No hay ningún trasfondo pedagógico oculto, simplemente acompañar y nutrir los intereses de cada niño para que se desarrollen de forma orgánica. 

¿Qué aporta a los niños?

Pues aunque pueda parecer algo utópico, este tipo de juego les devuelve su soberanía individual a los niños, quienes para mí son el estrato social más discriminado e invisibilizado. Esta autonomía de poder elegir y saber que "yo" tengo la capacidad no solo de inventar "mi propio juego", sino de "fabricarlo" con cualquier elemento que tenga a mano es una bomba de autoestima, confianza, autosuficiencia y fuerza interior que pone patas arriba los principios de dependencia y consumismo sobre los que se apoyan tanto la educación tradicional como nuestra sociedad.

¿De qué manera fomenta su creatividad?

La creatividad es innata, más que fomentarla diría que hay que protegerla, alimentarla y ejercitarla. Los kits de Batch playing, al consistir en una serie de elementos "diferentes" que además vienen sin instrucciones, ponen en marcha estos mecanismos automáticamente impulsando su curiosidad. Algunos niños, que están más acostumbrados a seguir instrucciones y se han desconectado de su curiosidad, se sentirán intimidados -es normal, en el libro os cuento cómo gestionarlo-, pero precisamente esa sensación de "no saber qué hacer" es la que trae el silencio que necesitamos para poder escuchar lo que ya llevamos dentro. 

© Lunwerg Editores

¿Cómo llevar a cabo en casa el 'Batch playing'?

Es tan sencillo como preparar una serie de ingredientes/cosas para dejarlos accesibles y que los niños decidan cómo combinarlos. Elegir estos ingredientes no es difícil, pero puede ser abrumador al principio. Para que empecéis a cogerle el truco en el libro os he dejado 20 kits ya listos para jugar. Son adaptables a todas las edades y lugares, combinables entre sí y están llenos de ideas y sugerencias para detonar procesos más avanzados, infinitos…

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de preparar o de elegir un kit?

Los intereses de los niños, el espacio y el tiempo del que disponemos. Cosas como si podemos manchar o no, por ejemplo, si queremos algo para interior o para exterior y, en ocasiones, la inversión económica que queremos o podemos hacer. Yo os recomiendo hojear juntos el libro e imaginar cosas, y luego preparar por sorpresa algún kit que les haya emocionado especialmente. 

Los kits no tienen edad, incluso los pueden utilizar adultos como ejercicios de creatividad

Priscilla Vela, investigadora sobre juego y creatividad en la infancia

¿Cuál es el papel del adulto en esta propuesta?

Principalmente sería proveer (materiales, tiempo, espacio y conocimientos). En el libro os propongo varios niveles de implicación, que pueden ir desde simplemente dejar el kit ahí y ver qué sucede, pasando por leerles en voz alta algunas partes hasta, si tenemos ganas, ponernos a jugar, experimentar y crear junto a ellos.

¿A partir de qué edad empezar a recurrir al Batch playing y hasta qué rango etario es recomendable?

Se puede comenzar desde bebés, preparando kits que vayan evolucionando con ellos. El libro cubre todas las etapas de la crianza pero, realmente, los kits no tienen edad; incluso los pueden utilizar adultos como ejercicios de creatividad. 

Personalmente estoy muy interesada en provocar el juego en la etapa de Primaria porque está extinguiéndose masivamente debido a la falta de tiempo y al exceso de tecnología que vive la infancia. Los kits de Batch playing, aunque están diseñados para adaptarse a cualquier edad, cuando más pueden sorprendernos es desde los 7-8 años en adelante: esos años son pura fantasía.

¿Cómo incentivar a los niños a explorar y a dejar volar su imaginación mientras juegan?

Simplemente dejándoles tranquilos, jaja. Ya lo sabían nuestras abuelas, que a los niños había que dejarlos en libertad para que crecieran sanos… Rodearnos de naturaleza es un gran aliado, pero si estamos en un entorno urbano también podemos adaptar espacios o encontrar momentos para que se genere un juego de calidad, con disponibilidad de materiales, donde puedan juntarse con iguales y dejar que su creatividad vuele libre.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.