Niño en mitad de un campo feliz© Adobe Stock

El Dr. Olea, endocrinólogo, advierte: "La mujer puede acumular antes del embarazo y la lactancia disruptores endocrinos persistentes que pasan a sus hijos"

Los disruptores endocrinos alteran el sistema hormonal, algo a evitar especialmente en etapas esenciales de la vida como el embarazo y los primeros años. ¿Cómo proteger a los niños?


1 de agosto de 2025 - 12:00 CEST

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que cuando entran en contacto con el organismo alteran la información que las hormonas deben transmitir entre un órgano y otro, como explica la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

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Hay más de 2.000 contaminantes ambientales con posibilidad de afectar al sistema hormonal. Los disruptores endocrinos provocan enfermedades que se relacionan con el neurodesarrollo y el crecimiento, la madurez sexual, la fertilidad, la obesidad, el hipotiroidismo e incluso cáncer en órganos dependientes de las hormonas (como las mamas, los testículos y el útero), detalla la SEEN. 

Por eso es muy importante tratar de evitar al máximo la exposición de los niños (y en otras épocas sensibles como el embarazo) a estos disruptores endocrinos. ¿Qué pautas básicas se pueden seguir? ¿Cómo llegan estas sustancias al cuerpo humano?

Los disruptores endocrinos pueden alterar el neurodesarrollo de los niños

Dr. Nicolás Olea, endocrinólogo

Protección desde el embarazo

La exposición a disruptores endocrinos (DE) comienza muy pronto: desde la gestación. Y es así porque se ha demostrado que hay una transferencia a los hijos. “Pueden estar expuestas a algunos DE persistentes que se acumulan en su organismo (bioacumulación) con anterioridad al embarazo y la lactancia convirtiéndose en transmisoras de esos compuestos a la descendencia”, advierte el Dr. Nicolás Olea, coordinador del Grupo de Endocrinología y Medio Ambiente de la SEEN.

“La sociedad debe ser consciente de la fragilidad y la vulnerabilidad del proceso, por lo que debe poner todos los medios para preservar la exposición de la mujer fértil”, añade el experto. De esta manera se protegería al embrión, al feto y al bebé lactante de esa acción hormonal desregulada. "La susceptibilidad del individuo en desarrollo (embrión, feto, lactante) a la acción hormonal inoportuna o desregulada pone de manifiesto la importancia de la prevención en relación con la exposición materno-infantil a los DE". 

Niño tomando una fruta sin pelar© Adobe Stock

¿Cómo llegan al organismo los disruptores endocrinos?

La vía digestiva es una de las formas más habituales en que los disruptores endocrinos llegan al organismo. La cantidad y variedad de ellos es muy elevada. Algunos están presentes en la producción de alimentos, a través de ciertos pesticidas (como DDT o clorpirifós), o cuando son comercializados (en envases de plástico con bisfenol-A o ftalatos). También la preparación de alimentos puede ponernos en contacto con los disruptores endocrinos, por el uso de utensilios antiadherentes de cocina con PFAS (sustancias químicas sintéticas).

La vía inhalatoria es otra, ya sea a través de contaminantes atmosféricos o en el interior del hogar, mediante el polvo acumulado. Y otra de las vías, la dérmica, a través de la piel, se produce con cosméticos y otros productos de cuidado personal que contienen, por ejemplo, parabenos o benzofenonas.        

Hay que tener en cuenta, además, que no todos los disruptores endocrinos han sido investigados de la misma forma. “Muchos DE nunca se han evaluado con la atención suficiente y ahora sabemos su capacidad para actuar de forma combinada, lo que se conoce como efecto cóctel”, añade el Dr. Nicolás Olea. Además, “la demostración en diversos estudios europeos de la presencia de disruptores endocrinos en sangre y orina de personas de cualquier rango de edad, pone de manifiesto que la exposición humana es mayor de lo que se preveía”.

© Adobe Stock

Las recomendaciones de los endocrinos pediátricos

La Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) ha elaborado una serie de consejos para disminuir la exposición a disruptores endocrinos, especialmente durante la gestación, la etapa de lactancia y en niños cercanos a la pubertad. Son estos:

En casa

En la alimentación

  • Consumir alimentos frescos, de proximidad y de temporada (preferentemente ecológicos).
  • Reducir ultraprocesados y comida para llevar.
  • Lavar bien y/o pelar las frutas y las verduras.
  • Evitar el uso de plástico ya desde la compra, en contacto con la comida y en el microondas.
  • Priorizar el uso de sartenes y ollas de acero, vidrio o cerámica, sin antiadherente.
  • Usar utensilios de cocina de madera.

En la higiene personal y el vestido

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