8 recetas muy fáciles y ricas para que los niños coman verduras
Que los niños coman verduras puede costar un triunfo por eso te proponemos olvidarte de los platos aburridos de brócoli con patatas y tomar nota de estas recetas que ¡seguro que les encantan!
Las verduras suelen ser uno de los grandes ‘enemigos’ de los niños a la hora de comer. Su sabor a veces amargo, su color, su textura… hacen que los peques se nieguen a comerlas. Pero hay que saber que no es algo que ocurra por capricho y es que entre los 2 y 3 años suele ser frecuente la neofobia alimentaria infantil. Es decir, la reticencia a probar alimentos nuevos o que se nieguen a comer según qué comidas.
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Los expertos aseguran que se trata de algo normal, y es que en su cerebro se activa un mecanismo de defensa primario que les hace mantenerse alerta para no intoxicarse, algo que se considera normal en el desarrollo infantil. Dicho esto, ¿qué podemos hacer para que coman verdura de una forma rica, sana y divertida? Te proponemos una serie de recetas que pueden ayudarte mucho para integrar verdura en sus menús.
Cortar las verduras en rodajas muy finas y colocarlas en un papel de hornear en la bandeja del horno, precalentado a 180 grados, con un chorrito de aceite por encima.
Las dejamos cocinar durante unos 15-20 minutos y después, les damos la vuelta para asegurarnos que quedan crujientes por los dos lados y, ¡listas para comer como aperitivo!
Cocemos el brócoli durante unos 3 o 4 minutos, que quede al dente.
Lo separamos en arbolitos y escurrimos.
Ponemos en una sartén un poquito de aceite y lo salteamos y añadimos sal y pimienta al gusto.
En un recipiente para horno metemos el brócoli y añadimos la salsa bechamel por encima. Añadimos el queso rallado espolvoreándolo por todo el recipiente y metemos en el horno.
Calentamos en el horno en grill, a 200 grados durante unos 15 minutos y ¡voilá!
Machacar los ajos (sin que quede ningún trozo), lavar las espinacas y cortarlas a trozos.
En una sartén ponemos un poquito de aceite de oliva y añadimos el ajo y las espinacas.
Cuando esté sofrito, incluimos los taquitos de jamón y dejamos cocinar unos minutos.
En la sartén añadimos la harina y cuando esté bien integrada, vamos echando la leche poco a poco a la mezcla.
Una vez tengamos el punto de la masa, la sacamos de la sartén a un plato llano extendiéndola en forma de tortilla para que se enfríe antes, y la metemos durante unos 30 minutos en la nevera.
Una vez fría, amasamos la mezcla y vamos haciendo la forma de las croquetas.
En un platito ponemos un huevo batido y en otro el pan rallado y las vamos untando primero con el huevo y después con el pan rallado.
Si tienes freidora sin aceite, ¡quedarán espectaculares y súper sanas! Si no, puede colocarlas en un papel de hornear y hacerlas al horno con un chorrito de aceite por encima. ¡Les encantarán!
Corta por la mitad las dos berenjenas, haz unos pequeños cortes en forma de rombos en la carne de la berenjena para poder vaciarla más fácil después, y mételas al horno durante unos 20 minutos a 180 grados. Una vez hechas, las sacas y vacías la carne de la berenjena y la guardas.
En un bol mezclas la carne picada con el ajo picado, la sal y el perejil.
Calientas en una sartén un poco de aceite y viertes la mezcla junto con la carne de la berenjena que tenías reservada.
Dejas que se cocine bien la mezcla y después añades el tomate frito casero.
Ponemos las berenjenas vacías en la bandeja del horno y las rellenamos con la mezcla. Pon un poquito de queso rallado por encima para darles más sabor.
Mételo al horno durante 10 minutos a 220 grados, ¡y listas para devorar!