Además de los enlaces civiles, en España son numerosas las bodas cristianas, en las que el escenario -una iglesia, ermita, catedral o basílica-, es fundamental para la ceremonia. Lo habitual para los novios religiosos es celebrar el sacramento en su parroquia y desplazarse al lugar en el que tendrá lugar el convite. Sin embargo, hay quienes prefieren un único espacio como epicentro del día completo, lo que supone la búsqueda de una localización que incluya una capilla entre sus bondades. Si bien en nuestro país se dan enclaves con situaciones muy diversas, lo óptimo es buscar una que esté consagrada y decidir, en base a lo que indique cada diócesis, si es posible contraer matrimonio en ella. No obstante, sea factible o no, el lugar escogido para la fiesta cobra aún más simbolismo y gana más encanto si existe alguno de estos rincones para que, quienes lo deseen, puedan acercarse a agradecer el día.
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