CONSEJOS IMPRESCINDIBLES

10 reglas de protocolo en una boda civil que solo las madrinas expertas conocen


Normas no escritas de etiqueta y organización que lograrán que la madre del novio destaque por su elegancia


Madrinas de boda con pantalón neutro© @tot_hom. Foto: @liven_ph
Estrella AlbendeaColaboradora de Novias
17 de noviembre de 2025 - 19:00 CET

Ser la madrina de una boda es un privilegio al que no muchas madres pueden acceder. El orgullo no llega solo por tener el honor de acompañar a su hijo al altar en el día de su matrimonio, sino por representar una figura de tanta importancia en un día señalado. Las madrinas, además, son grandes aliadas en el  proceso de organización de un enlace, pueden convertirse en buenas consejeras, en paños de lágrimas y en compañeras de nervios. Saber lo que se espera de ellas en una boda civil es algo que las ayudará a dejar un buen recuerdo, porque no solo la etiqueta es importante, también los modales y las funciones que tienen, de acuerdo al protocolo.

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© @ederaurreofficial

1. La puntualidad es imprescindible

Una de las cuestiones que, en ocasiones, se pasan por alto y forman parte del protocolo para las madrinas de bodas civiles es la puntualidad. A diferencia de las celebraciones en una iglesia, en las que la novia puede ir adaptándose en función a la llegada del novio y los retrasos que puedan ir surgiendo (puesto que puede montarse antes o después en el coche), en un enlace civil todos los invitados están desde primera hora ubicados y, en ocasiones, la propia novia se encuentra arreglándose en ese mismo espacio en el que tiene lugar está celebración. En consecuencia, es fundamental que la madre del novio esté lista a la hora a la que se le indique, para que de este modo puedan recibir a los invitados y unos quince minutos antes dé que comienzo el enlace oficialmente, pueda llegar del brazo de su hijo. La novia entraría del brazo de su padre, entonces, puntual.

2. La madrina se sienta junto a la novia

Si buscáramos en el protocolo tradicional asociado a las bodas el lugar que debe ocupar la madrina en la ceremonia, sería fácil descubrir que tendría que estar sentada junto a la novia. Se formaría así un esquema (de izquierda a derecha) con la distribución padrino-novio-novia-madrina. Es cierto que en los últimos años, los novios prefieren tener a su lado a sus respectivos progenitores, pero en las bodas religiosas es más habitual ver el formato clásico. Esta decisión corresponderá a los novios, que tendrán que escoger la fórmula más apropiada para su gran día.

3. Nada de color blanco

Hay una regla de oro en materia de etiqueta para la madrina de la boda y, en general, para todos los invitados al enlace, que es la que impide vestir de blanco a todos aquellos que no sean la novia. Este color y todas sus versiones (del blanco roto al beis claro) no son apropiados para la madre del novio, salvo que así lo expresen los propios protagonistas. Es posible que el dress code solicite a los convidados vestir de blanco, cuestión que sería el único escenario permitido para que la madrina vistiera esta tonalidad.

4. ¿Y el negro?

El negro tampoco es un color que sea bien recibido en las bodas. Si bien no goza de buena fama en las celebraciones nupciales religiosas, el protocolo a nivel europeo (diferente en los países asiáticos) apuesta por huir de este tono en los enlaces civiles del mismo modo. Cabe recordar que es un color asociado al luto y, por tanto, aunque sobrio y elegante, no parece el mejor aliado para un día alegre. En los últimos años algunas invitadas lo han rescatado y lo combinan con toques de color en los accesorios, pero la madre del novio cuenta con una amplia paleta en la que elegir (de los rosas tendencia a los favorecedores azules) antes de llegar a una apuesta tan polémica.

© Javier Sancho

5. La mantilla no es procedente

Desde el primer momento en el que tiene lugar el gran día, la madrina debe saber que, siendo un 'sí, quiero' por lo civil, las normas de etiqueta no le permiten lucir mantilla. Aunque se trata de un accesorio muy solicitado y elegante, es una pieza que tiene sus normas. En el sur es habitual ver este perfil de madre del novio, pero suele cumplir los dos requisitos imprescindibles: que la ceremonia sea católica, en la iglesia y que el novio, al que acompaña esta madrina, vista chaqué. Ambos detalles forman parte de las reglas que la tradición marca para la mantilla y por ello no es posible que tengan un hueco en los enlaces civiles.

6. El tocado en función al momento de la boda

Decorar la cabeza en el look de madrina es mucho más que una tendencia, un arte al que recurren cada vez más madres del novio porque añade un toque distinguido al resultado. Hacerlo bien requiere de conocimiento sobre la etiqueta de la sombrerería y también acerca de los rasgos faciales que harán que un tipo u otro de complemento favorezca más al rostro. Por ejemplo, las pamelas solo podrán llevarse por las mañanas (de primavera a otoño, pues están pensadas para protegerse del sol) y cuanto más tarde sea la boda, más pequeño (y especial, delicado o joya) deberá ser el tocado. 

"En otoño/invierno puedes elegir entre bases de terciopelo, fieltro o antelina, o incluso paja, con decoraciones en tonos más invernales. Para primavera y verano, apuesta por tocados y pamelas de paja, decorados con flores, plumas, etc. en colores más vivos”, explicaban desde Masario.

© @invitadaideal

7. La hora de la celebración es clave

El momento del día en el que se haga realidad el 'sí, quiero' será decisivo para confeccionar el look de la madrina. No se utilizan los mismos tejidos ni tonos en un enlace que tiene lugar durante la mañana que en uno que se desarrolla por la tarde. Este factor es clave para acertar con el estilismo, que podrá optar por gamas cromáticas más vitalistas durante el día y propuestas deslumbrantes si el evento tiene lugar al caer la noche. Lo mismo sucede con los accesorios que, aunque no deben resultar excesivos, pueden ser más festivos conforme  se acerca la noche.

8. El largo del vestido, al gusto

Las bodas civiles ofrecen una gran libertad a los novios y, del mismo modo, a sus invitados. La madrina puede optar por un vestido midi o por uno largo, pero siempre debe tener en cuenta qué tipo de enlace celebrará la pareja, en qué momento del año, con qué clima y qué estilo es apropiado para ese 'sí, quiero'. Es deber de la madre del novio, por tanto, consultar a su hijo acerca de cada uno de estos detalles, pero, en el caso de las ceremonias por lo civil, el abanico de opciones se amplía, pues no tienen que existir las mismas limitaciones vinculadas a las celebraciones de carácter religioso.

© @lagasca67
© @lagasca67

9. Atención a aberturas y escotes

Al tratarse de un evento formal, el protocolo siempre recomienda, en materia de vestimenta, optar por líneas sencillas y no caer en estridencias, en las que predomine lo sexy o sensual. Por ello, para las madrinas, suelen comentar los diseñadores, no es apropiado un escote pronunciado. En este día, en el que la madrina tiene un papel destacado, pero secundario, tampoco sería oportuno incorporar aberturas muy llamativas o rajas en la falda que muestren las piernas, puesto que restarán elegancia y sofisticación al resultado.


10. Acompañar durante el baile

Sea como sea la boda, la madrina puede ser una protagonista también en el momento del baile. Siguiendo el formato tradicional, la madre del novio primero puede bailar con él una canción propia o la que haya elegido la pareja y después se retirará para dejar el lugar a los recién casados. Puede salir de la pista de baile o continuar bailando, bien con el padrino o bien con su marido, su pareja o un familiar. Mejor tener claro, antes de que tenga lugar este momento, cómo se va a actuar para, así, evitar incomodidades.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.