Sevilla está de fiesta. Este sábado, 4 de octubre, ha sido la fecha elegida por Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan para su 'sí, quiero'. A la iglesia del Cristo de los Gitanos, que es como se conoce popularmente al santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias Coronada, han ido llegando poco a poco los casi 300 invitados, entre los que estaban Eugenia Martínez de Irujo, Tana Rivera y los duques de Huéscar. A la puerta del templo hemos podido ver a un nervioso Cayetano, vestido con el uniforme de maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y acompañado por su hija Amina, que ha sido la madrina. Pero el momento más esperado ha sido la entrada de la novia, que llegaba al templo en un coche de caballos junto a su padre, el empresario libanés Bachar Mirjan, y vestida con un diseño a medida de Navascués.
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Un vestido a medida lleno de historia
El vestido está confeccionado en crep con cortes en godets de organza bordada con hilos de seda. La pieza cuenta, además, con mangas desmontables y se completa con una sobrefalda en organza y tundra y un corselete bordado en hilo de seda. La cola es independiente, en organzas con bordado.
Pero lo más especial del diseño es que todos los bordados que recorren la prenda toman como referencia la saya que lució la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos durante la pasada Madrugá del Viernes Santo. Entre sus muchos elementos, hay uno que destaca especialmente: la flor que está dibujada en el puño derecho y que Cayetano habrá descubierto al ponerle en anillo de casada a Bárbara. Es quizá el más característico del manto y, al verlo, él habrá comprendido todo el homenaje que ella ha querido hacer a su familia y sus raíces. Y es que esta elección por parte de la novia es un símbolo cargado de emoción que refuerza el vínculo histórico de esta hermandad con la Casa de Alba, a la que doña Cayetana profesó una profunda devoción.
De las joyas a los zapatos
Bárbara ha querido acompañar este impresionante vestido con dos joyas muy especiales. En primero lugar, ha llevado unos pendientes de estilo art decó que Cayetano le ha regalado para este día. Y la más llamativa, una tiara de Grassi, una decisión de última hora ya que la novia no planeaba lucir ninguna joya a modo de diadema. Sin embargo, antes de la última prueba del vestido, cambió de decisión y al verse con el look completo, tiara incluida, no hubo ninguna duda: la llevaría en su boda junto al largo velo, de tul de seda natural, y la melena ondulada y recogida en una coleta alta.
Como colofón a un look nupcial increíble y muy personal, los zapatos han sido creados a medida por la diseñadora Isabel Abdo. Son, lo que ella denomina, "el stiletto perfecto", un salón clásico con una horma especialmente cómoda, muy similar al modelo Megan que forma parte de su colección. Eso sí, han sido personalizados para la ocasión al ser elaborados en piel blanca, a tono con el vestido. Esta no es la primera pieza que Isabel hace para una novia. Ella fue la encargada de crear los zapatos que Josefina Vargas Llosa, nieta de Mario Vargas Llosa, llevó en su boda. Por eso, tras este segundo encargo, tiene previsto lanzar su colección de novias, con modelos a medida para cada clienta.