La gran protagonista de toda boda es la novia, pero hay mujeres que también tienen mucho peso. A veces es su hermana; otras, su madre. Pero quien sin duda tiene un papel relevante y especial es la madrina. Por eso, cuando llega el momento de elegir el look para la boda de su hijo, suele tener en cuenta el protocolo, el estilo de la boda y su gusto para dar con el mejor estilismo. Y sí, esto que pasa a todas las mujeres anónimas, también les sucede a las celebrities. ¿Una de las últimas en acertar con su look? La actriz Joan Collins que, a sus 92 años, ejercía de madrina en la boda de su hijo, Alexander 'Sacha' Newley (60), fruto de su segundo matrimonio con el actor y cantante Anthony Newley.
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El artista se casó este fin de semana con la cantante estadounidense Sheela Raman (41) en una bonita ceremonia en un castillo junto a un lago en Salzburgo. La boda se hizo esperar. La pareja se comprometió en 2019, pero las restricciones por la pandemia hicieron que su gran día no fuera como ellos habían imaginado. Celebraron una pequeña ceremonia civil en 2020, aunque sus planes originales para una boda con amigos y familiares en el sur de Francia fueron cancelados. Ahora, cinco años después, han podido festejar en Austria.
A la actriz de Dinastía pudimos verla mientras acompañaba a su hijo en un vídeo compartido por la pareja en sus redes sociales. Eligió un impecable diseño azul pastel compuesto por un vestido cortado a la altura de la rodilla, recto, y con escote cuadrado. Estaba confeccionado en un tejido brocado, elegante y favorecedor, perfecto para una madrina. Lo llevó con una capa a juego, ligeramente más larga que la prenda principal.
Muy especiales fueron también los accesorios. Joan, como muchas madres de novios, optó por llevar tocado; en su caso, un sombrero de ala ancha, adornado en la parte delantera. También llevaba un par de zapatos de ante beige y unas llamativas gafas de sol. A la vista quedaban además sus pendientes, de tamaño medio, pero pegados a la oreja.
La pareja se dio el 'sí, quiero' con unas increíbles vistas, rodeados de montañas y acompañados de sus amigos y familiares más cercanos. Por eso el vestido de la novia no podía ser regio ni pomposo. El escenario pedía una prenda mucho más relajada, un poco bohemia. Y así fue. La cantautora apostó por un sencillísimo vestido de corte lencero, con algo de cola y notas de color champán y beis. Lo lució con una sobrependa bordada con pequeños ramilletes de flores. También llevó velo, un diseño de tul con perlas bordadas que colocó sobre su melena suelta y rizada.
"Qué regalo estar uno al lado del otro, rodeados de nuestros queridos amigos y familiares, al comenzar este nuevo capítulo juntos", escribió la novia en sus redes sociales. "Nuestro día de bodas fue más que una celebración, fue un reflejo de la vida creativa que estamos construyendo juntos, llena de música, risas y amor, y de nuestra pequeña, que hace que cada día sea más glorioso mientras florece".