Manteles de inspiración campestre, banquetes al aire libre, vestidos de novia vaporosos, celebraciones que comienzan por la tarde y decoraciones de colores vivos en exteriores. Estas son solo algunas de las claves de las bodas de verano y en ellas siempre son protagonistas las flores de temporada. Donde mejor se aprecian las variedades florales que son propias de esta estación del año es en los ramos de novia. Y es que las protagonistas del día seleccionan consumo cuidado qué flores compondrán sus diseños para que sean duraderas y puedan resistir las altas temperaturas propias de esta época. Desde los tonos blancos hasta los colores más intensos, repasamos todas esas opciones a tener en cuenta para lograr un ramo inolvidable apropiado para estas fechas
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Llamativas, de gran tamaño y disponibles en colores rosados, azules, verdes, burdeos o blancos, las hortensias son flores muy solicitadas por las novias, tanto para sus ramos como para las decoraciones del gran día. En solitario o junto a otras variedades florales, aportan color a los looks de boda y están disponibles casi todo el año. En concreto, su temporada va desde primavera hasta mediados de otoño, cuando florecen las últimas. Es una opción que cuenta con muchas adeptas por su facilidad para conservarse tras el gran día y preservarse durante años. En la imagen, una creación de Andaluflor.
Considerada una de las flores favoritas por las novias para el día de su boda, la peonía florece principalmente entre abril y julio. Aunque algunas parejas que se casan en otoño también la eligen, encontrarla en esa época no resulta sencillo, ya que no corresponde a su temporada natural. Con un estilo siempre sofisticado, vistoso y lleno de romanticismo, esta flor ha alcanzado una popularidad comparable a la que tuvieron las rosas en el siglo pasado. Ya sea en ramos de inspiración silvestre, arreglos clásicos, propuestas en cascada o incluso versiones con tallos preservados, la peonía se adapta a cualquier estilo nupcial y conquista especialmente a las influencers.
Anteriormente relegadas a un segundo plano por su color intenso, ahora que en las bodas están de moda los diseños florales atrevidos y llamativos viven su mejor momento. Las gerberas protagonizan los ramos de novia de tallo largo y de una misma flor que cosechan más 'me gustas' en la red. Aunque la gerbera alcanza su máximo esplendor durante la primavera y el verano, también puede encontrarse en otras estaciones del año. Gracias a su durabilidad y a la amplia gama de colores vibrantes en los que se presenta, muchas recién casadas han apostado por ella, confiando en la propuesta de los floristas para llenar de color y alegría los espacios y mesas de su boda. En naranja melocotón, encontramos este ramo de Tinons.
No convencen a todas las parejas para decorar su boda, pero si gustan a un estilo concreto de novia para su ramo de novia para pasar por el altar. A pesar de su tono amarillo, los girasoles forman parte de esta selección de flores muy buscadas en verano, pues se recogen desde julio hasta septiembre. Como propone Flores en el columpio, suelen ir acompañados de verdes frescos (como el eucalipto) o preservados y llaman la atención por su gran tamaño.
Pocos géneros florales hay más amplios que el de la rosa. Sinónimo y reflejo de amor, las rosas son flores disponibles durante todo el año, también en meses de verano, en climas no excesivamente cálidos. El reto para la novia reside en escoger qué clase de rosa será la que protagonice su ramo nupcial. En tonos blancos o neutros son muy habituales y en los últimos meses hemos visto un auge de las propuestas con pocas flores, del mismo tipo y con un tallo de gran longitud.
Cotidianos y corrientes, en décadas anteriores los claveles no eran una opción que las novias contemplasen para su esperado ramo nupcial. Han tenido que pasar unos años para que den forma a diseños florales de tallo largo que acompañan vestidos bordados y drapeados. Disponibles prácticamente todo el año, son un recurso, algo similar a lo que sería un accesorio de fondo de armario, para todas las prometidas con dudas sobre qué flor elegir.
Es el más viral. Día sí y día también, el anturium o anturio goza de una gran popularidad en las redes sociales. Se ha convertido en protagonista de los ramos de novia más exóticos, que acompañan vestidos fluidos y que consiguen fotografías espectaculares, que parecen imágenes salidas de un bodegón. Esta flor destaca por sus mezclas de colores y su temporada abarca los meses de primavera y verano. Sobre estas líneas, una propuesta floral de Brasaani, un reputado estudio con sede en Pontevedra.
Suelen contar con diversas formas, todas muy exóticas y alejadas de las de las flores más convencionales, pero las proteas tienen un encanto singular, que hace que sean candidatas a ocupar los arreglos florales y ramos de novia de las bodas más modernas. Dentro de este grupo de flores existen muy diversas variedades y las más habituales en verano son la Protea candida, la Protea Artic Ice, la Protea Pink Ice, la Leucadendron Safari y la Leucadendron Waterlily, entre otras.
Desde hace varias temporadas, la paniculata, una flor pequeña, silvestre y económica, tiene un hueco destacado en los looks de novia más virales. Desde que se convirtió en tendencia lucir esta flor en ramos nupciales de tamaño XL con numerosos tallos, de color blanco y que alcanzaban el suelo, cuenta con una comunidad de fieles seguidoras. El de la fotografía es un diseño de La Tartana Bodas y Eventos, con esta variedad floral común, que puede encontrarse en el mercado durante los tres meses que componen la estación veraniega.
Quizá no sea la primera flor que se viene a la mente cuando se piensa en un ramo de novia, pero es precisamente su sencillez, la que cautiva a un perfil concreto de novia, detallista y sencilla. La margarita es una de esas variedades fáciles de conseguir para las bodas de verano y lo cierto es que suele ir mezclada con abundante verde en los diseños florales de los que forma parte.
Las flores aromáticas también son para el verano y pueden sumar un punto de color, desde la vertiente más silvestre, al look de novia. La lavanda forma parte de este grupo y florece desde principios de junio hasta mediados de agosto. Las prometidas que optan por un estilo relajado y una boda de verano en plena naturaleza, encuentran en esta planta una de las opciones más interesantes. El de la imagen es un ramo ideado para una recién casada llamada Bea, de tallo largo y creado por el equipo de Loving Lavanda.
El abanico de tonalidades de dalias disponibles (rojo, naranja, amarillo, rosa, morado, blanco, e incluso variedades con rayas o puntas de otro color) convierte a esta flor en una de las que más gustan a quienes no buscan un ramo clásico. Su originalidad reside en su tamaño y en su elegancia, con formas que recuerdan a las de los crisantemos y que también se aproximan a la de otras flores de tipo bulbo. Encontrarlas, siempre que el calor no apriete en exceso, es fácil desde principios de verano hasta finales de otoño. Arriba, una propuesta con dalias de Elizabeth Street Floral con tonos rosados.
Delicados y muy vistosos, los cosmos son flores que otorgan movimiento a los ramos y que encantan a las novias que buscan un diseño irregular, bohemio y asilvestrado. Son flores que se siembran en primavera y se recogen en verano y en otoño. Entre sus alegres colores destacan el lila, el blanco, el rosa, el rojo, el naranja o el amarillo. Perfectos para diseños como el que de la fotografía, un trabajo de Florencia Rucks.
Desde principios de primavera hasta finales de otoño, casi todo el año, es posible hacerse con ramos de novia de lisianthus. La flor más popular en los centros de mesa de verano es utilizada en ocasiones como un elegante relleno, pero hay novias que le dan todo el protagonismo en sus ramos, como sucede con el que se encuentra en la imagen, obra de Atelier de la Flor. Este diseño en blanco es, además, una creación versátil y especialmente económica, pues es una de las flores más asequibles del mercado, pero no por ello menos bonita.
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