Protocolo boda civil acertar Marta Sierra© @marta__sierra. Foto: @ladichosa

Protocolo para bodas civiles: guía para tener todo controlado

Del papel del oficiante a la entrada de los novios, todo lo que necesitas saber acerca del protocolo de una boda civil


Colaboradora de Novias
12 de julio de 2025 - 7:00 CEST

Sea cual sea la época del año, España es uno de los países con más encanto para celebrar un enlace por lo civil. No solo los locales, sino un gran número de foráneos, eligen nuestro territorio para darse el ‘sí, quiero’ en entornos espectaculares y con una temperatura envidiable. Ya sea en una destination wedding o en una ceremonia entre españoles, en estos casos siempre es necesario conocer el protocolo de una boda civil, con el fin de que evitar contratiempos y para tener presente cada paso y elemento del gran día. 

Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Protocolo boda civil altar colocacion© love_mas_love

No hay que olvidar que el protocolo social, según el diccionario esencial de la Real Academia Española es la regla ceremonial, diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre. Por tanto, es una herramienta para crear un marco que dé seguridad al futuro matrimonio a la hora de organizar su enlace civil, de forma que se facilite a la pareja un clima y un desempeño de su celebración amable, ordenado, de acuerdo a las normas comunes. Y, a fin de acompañar a los prometidos en los preparativos de esta cita tan señalada, descubrimos qué deben tener en cuenta para acertar, paso a paso.

De forma oficial: en el ayuntamiento o ante notario

Lo primero que es importante destacar es que debemos diferenciar las celebraciones festivas de los matrimonios civiles oficiales. Una ceremonia y un banquete simbólicos siempre pueden celebrarse, pero, por lo general, llegarán unos días, semanas o meses después de que se produzca el acto de contraer matrimonio en un ayuntamiento o ante notario. Es decir, la boda civil oficial requiere de un procedimiento que pasa por la apertura del expediente matrimonial (en el registro civil o ante notario), recopilación y presentación del papeleo (Certificado literal de nacimiento, Certificado de empadronamiento y/o residencia y certificado de Fe de Vida y Estado, entre otra documentación) y la celebración por parte del alcalde, el concejal o el notario del enlace.

© @jociastula @claudiallagostera. Foto: @dosmasenlamesa

Para este proceso oficial son necesarios tres testigos: uno que estará en la tramitación del expediente matrimonial y otros dos que firmarán el acta de boda civil cuando tenga lugar la misma. Es habitual que este acto ocurra fuera del fin de semana y, al tratarse de una cita oficial, no se permite que ninguno de los contrayentes llegue tarde (de forma que eso de que el novio espere la llegada de la novia, en el ayuntamiento o ante notario, no aplica).

La gran celebración: una boda civil

Más allá de los trámites para contraer matrimonio de forma oficial, las parejas suelen optar, al mismo tiempo o de forma exclusiva, por hacer su boda civil “sin validez legal”, es decir, la tradicional celebración con todos sus familiares y amigos, por todo lo alto. Es la oportunidad de festejar el amor y ser fiel al concepto de enlace que más fácilmente viene a la cabeza al pensar en un ‘sí, quiero’ civil.

© @danielsantallaestudio

Este tipo de celebraciones suelen tener lugar en el fin de semana o días próximos al mismo, como el jueves o el viernes, y en ellas los novios tienen más libertad, a la hora de diseñar el timing, la ceremonia y la etiqueta de la jornada, que si se casaran por el rito católico. Es habitual que, más que testigos de la pareja, exista un cortejo de damas de honor. Del mismo modo, como es costumbre en bodas religiosas, puede haber niños de arras que tengan un papel destacado.

El oficiante

En las celebraciones de bodas civiles, es decir, en los enlaces civiles sin validez legal, la ceremonia simbólica estará dirigida por un maestro de ceremonias. En el sector nupcial existen profesionales dedicados a esta labor que sabrán dar ese toque personalizado al evento, pero también puede encargarse un ser querido con habilidades para desenvolverse en público y con buena pluma. En el guion de este tipo de festejos es importante que los novios participen y que sientan que este momento es muy suyo. ¿Cómo conseguirlo? Dejando intervenir a amigos y familiares que puedan elaborar bonitos discursos.

© @diariodenovia. Foto: @pablo_laguia

Las entradas de los novios

El protocolo para la entrada de una boda civil es similar al de una ceremonia religiosa. Entrará primero el novio, dándole el brazo derecho a la madrina (generalmente su madre). Después, esperará en el altar a la novia, que llegará cogida del brazo derecho del padrino (habitualmente su padre). Cuando el enlace se produce en el marco LGTBI, se tiende a elegir al cónyuge de mayor edad como el que debe esperar en el altar a su pareja y, por tanto, será el que ha de entrar primero. A diferencia de lo que ocurre en otro tipo de ceremonias del matrimonio, estas celebraciones permiten una gran libertad a los novios a la hora de definir las canciones que les acompañarán en momentos clave; en consecuencia, también en esos primeros instantes de la ceremonia.

© Miriam Cano

Colocación en la ceremonia

Sobre la colocación de los novios en la ceremonia civil, lo más habitual y aceptado en protocolo es que, de espaldas a los asistentes y de izquierda a derecha, el padrino esté al lado de la novia, el novio a su lado y a continuación la madrina, es decir, padrino-novia-novio-madrina. Es cierto que tradicionalmente, ligado a las ceremonias religiosas, la madrina debía estar al lado de la novia y el padrino al lado del novio, pero esta fórmula ya no es tan habitual. Si el enlace es entre personas del mismo sexo, el cónyuge que espera en el altar la llegada de su pareja, sería el que ocuparía el lugar del novio en el esquema que hemos elaborado y su acompañante, el de la madrina.

Los invitados a esta celebración deberán colocarse en el lado que ocupe el miembro de la pareja que les ha convidado. Si son familiares del novio, detrás de él, si son amigas de la novia, detrás de ella. La primera fila suele estar reservada para padres, hermanos y abuelos del futuro matrimonio. 

© @milasweddings. Foto: @ernestovillalba

Los votos

En una boda civil también hay lecturas, que pueden ser elaboradas por personas que han tenido un papel relevante en la relación de los protagonistas o pueden ser textos con una simbología especial para los prometidos (desde fragmentos de libros hasta poesías históricas). Es habitual, por otro lado, que se reciten los artículos del Código Civil 66, 67 y 68, que están dedicados a los cónyuges. No existe como tal un orden establecido por el protocolo para estas celebraciones civiles, dado que se diseñan al gusto de los novios, pero sí que es de importancia la figura del maestro de ceremonias que llevará la batuta y que evitará contratiempos espontáneos. 

Tras esas lecturas, llegaría el momento del intercambio de alianzas, en el que cual la pareja también se leerá los votos que ha preparado. Estos instantes pueden estar marcados por algún ritual simbólico; la del vino, la de la luz y la de plantación son solo algunas de ellas.

© @marta__sierra. Foto: @ladichosa

El orden de salida

Los novios saldrán los primeros de la ceremonia. Delante de ellos solo podrán salir los más pequeños, si hubiera un cortejo de niños de arras. Detrás de los protagonistas, saldrán los padrinos y seguidamente los otros padres de los novios. Detrás de estos irán los hermanos del matrimonio o, si las hubiera, las damas de honor.

Etiqueta para los invitados

En lo que respecta a la etiqueta de los invitados a una boda civil el protocolo es bastante más laxo, porque realmente no existe ningún patrón de vestimenta obligatorio a seguir. Es cierto que el blanco está vetado a menos que los novios indiquen lo contrario, pero el abanico de opciones es mucho más amplio. Los enlaces civiles permiten sumarse a una temática con mucha más facilidad y, por ejemplo, es fácil encontrarse novias con vestidos a todo color o invitadas de blanco, porque el concepto sea un enlace mediterráneo o ibicenco. A diferencia de las bodas religiosas, sí que están admitidos los diseños sin mangas, los escotes arriesgados y las aberturas llamativas. Una cuestión a tener en cuenta es que, si se trata de una boda de día, seguiremos apostando, por lo general, por vestidos de tipo cóctel, de largo midi o mini, mientras que si se trata de un enlace celebrado por la tarde podremos incluir entre las opciones los vestidos largos.

© @valerie_moreau

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.