Un nuevo recogido, una nueva forma de interpretar el velo

Diseñadores y novias coinciden en trasladar este tradicional accesorio a los peinados nupciales, como el perfecto aliado para los moños bajos

por María Calvo
Recogido con velo

Hemos oído hablar de las cintas de raso que recorren las trenzas más punteras o de los recogidos que se adornan con lazos XL. Y es que, no tiene por qué recaer todo el protagonismo en el vestido de novia. El peinado también puede focalizar la atención y potenciar el look nupcial como si fuera el mejor de los accesorios. Los recogidos y los detalles que los acompañan han evolucionado hasta tal punto que, gracias a su espectacularidad, hacen incluso innecesario el uso del tradicional velo. Es el caso de esta nueva propuesta que cada vez se deja ver más en redes sociales. Consiste en rodear el clásico moño bajo con un tela de tul, a medio camino entre el velo y el lazo. ¿Hay algo más sencillo y efectivo?

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María Baraza los ha incluido dentro de su nueva colección, Faith, unas propuestas con nombre propio inspiradas en las musas de compositores y cineastas que basaron en ellas sus canciones y películas de amor. La diseñadora imagina un 2019 cargado de romanticismo donde detalles como estos se hacen con todo el protagonismo. Los lazos han irrumpido con fuerza en territorio bridal para apoderarse no solo sus vestidos sino de los recogidos más naïf de la temporada. Baraza los propone sobre los hombros, anudados a la cintura o recogiendo el cabello en coletas y moños que ceden todo el protagonismo a los mágicos pendientes de Casilda Finat. En este caso, opta por el siempre acertado tejido de plumeti.

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En la vida real, novias como Blanca ya han confirmado la eficacia de este sencillo recogido. Ella, ha confiado en las manos de Sofía Delgado para hacer realidad su vestido de novia, fluido, ligero y con una espalda abotonada al descubierto. Como decíamos, hoy en día el velo ha adquirido diferentes formas, naciendo incluso del propio vestido o dándole un giro de 180º incorporándolo al recogido. En este caso, la novia ha optado por rodear un moño bajo con un tejido fluido que surge como el perfecto y revolucionario sustituto del tradicional velo nupcial.