Madrid volvió a vestirse de gala para celebrar la primera edición de los Spain Travel Awards, los nuevos galardones destinados a reconocer la excelencia turística en España. Una noche de estrenos, alfombra roja y nombres propios entre los que destacó uno: Eugenia Martínez de Irujo, que acudió acompañada de su marido, Narcís Rebollo, en plena forma personal y profesional. La duquesa de Montoro, que hace solo unos días celebraba su 57 cumpleaños rodeada de su familia, sorprendió al recuperar una de las piezas más especiales de su armario: un vestido de Teresa Helbig de 2020 que vuelve a demostrar que la moda española tiene una fuerza imbatible cuando se combina con estilo y personalidad.
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El vestido: un vestido de firma española que renace en 2025
Eugenia ha rescatado un diseño perteneciente a la colección otoño–invierno 2020/2021 de Teresa Helbig, Opium, definida por la propia creadora como un homenaje a la “languidez romántica, peligrosa y decadente de quienes jugaban con fuego”. Una propuesta en la que predominaban el rojo amapola, el negro lacado, el dorado imperial y los tonos azul marino, todos ellos reinterpretados con la estética artesanal que caracteriza a la marca.
El vestido elegido por Eugenia reúne todos los códigos helbigianos: manga larga, estampado de rayas negras y doradas, un cuello redondo limpio, cuerpo ajustado pero cómodo y una falda asimétrica con movimiento, de esas que cobran vida al caminar. Es un diseño poderoso, elegante, con alma de teatro y un punto de audacia, un equilibrio que pocas diseñadoras dominan como Helbig. Sobre la filosofía de su marca, la diseñadora ha explicado en numerosas ocasiones que la clave está en lo que no se ve a primera vista: “La belleza de una gran creación de moda está en los tejidos, la artesanía y la obsesión por los detalles”, confiesa. Y Eugenia, que siempre apuesta por firmas españolas con historia, se convierte en la embajadora perfecta de esa visión.
La magia: moda española, sostenible y con alma
Detrás de cada prenda de Teresa Helbig hay un proceso que encaja a la perfección con la manera de vestir de Eugenia: artesanía, piezas que se heredan, producciones limitadas y un ADN barcelonés que combina tradición y vanguardia. Su atelier, ubicado en un edificio modernista de Barcelona, trabaja siguiendo los principios del slow fashion: producción a medida, tejidos controlados, recuperaciones de material y prendas con vida larga. No es casual que este vestido haya sobrevivido cinco años y siga resultando absolutamente actual. Es el tipo de diseño que no caduca, que se vuelve incluso más interesante con el paso del tiempo.
Los accesorios: botas con carácter y su sello personal
Eugenia completó el look con sus inseparables botas negras de tacón y plataforma, un calzado que domina como nadie y que aporta un aire rock chic que equilibra el brillo dorado del vestido. Mantuvo un beauty look fiel a su estilo: melena suelta natural, maquillaje luminoso y ese punto de frescura que la caracteriza en todas sus apariciones públicas.
Un armario muy español
La duquesa de Montoro lleva años consolidando lo que ya es una evidencia: su apoyo constante a la moda española. Para celebrar su cumpleaños hace solo unos días optó por un diseño de The IQ Collection, la firma de Inés Domecq. Ahora, vuelve a elegir a otra gran creadora nacional, en un momento clave: las fiestas, cenas de empresa y compromisos navideños. Su vestido helbigiano es una guía perfecta de inspiración festiva: elegante, sofisticado, cómodo y con un brillo que no necesita artificios.
Un gran momento personal y profesional
Eugenia vive un año especialmente dulce. Viajes, proyectos, familia y celebraciones que confirman un equilibrio que también se refleja en su estilo. De su cumpleaños íntimo con Tana y Narcís al homenaje a Raphael, de su presencia en los Grammy a la boda de su hermano Cayetano… una etapa llena de actividad en la que continúa ligada a Tous y triunfa con sus colecciones de joyería y sus vajillas Eugenia & Sushita, que ya tienen espacio propio en Málaga.
