Anoche la Casa Blanca se vistió de largo para acoger una cena ofrecida en honor al príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman, en la cual ejercieron como anfitriones, como no podía ser de otra manera, por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania. El invitado de honor fue Cristiano Ronaldo, que acudió junto a Georgina Rodríguez, pero ni siquiera esta power couple pudo desviar nuestra atención del lookazo que llevó la Primera Dama, protagonizado por un vestido ideado para realzar la figura.
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Ya en su primera etapa en este cargo, Melania demostró en cada una de sus apariciones públicas su maestría para aunar elegancia atemporal y tendencia, adaptando las nuevas corrientes al estilo sofisticado que requiere su posición, y este 2025 ha dejado claro que sigue siendo una de las figuras políticas más elegantes del mundo. Ayer reafirmó este estatus gracias a un vestido de gala que se aleja de las elecciones tradicionales de mujeres que la precedieron.
Después de sorprender hace unas semanas con un diseño de Carolina Herrera amarillo con cinturón ancho rosa, esta vez ha cambiado de registro y se ha decantado por Elie Saab, en concreto por una pieza de su colección Pre-Fall 2025. Cuenta con escote palabra de honor y destaca por su estratégico fruncido, que cae desde el pecho hasta la cintura para ceñir la tela completamente al cuerpo y potenciar la figura femenina. Además, aporta una dosis extra de sensualidad gracias a la agran bertura en la falda.
Está confeccionado en un tejido verde esmeralda -tono que favorece especialmente a Melania por su colorimetría, y conjuga a la perfección con sus ojos- que, a pesar de ser elástico para resultar mucho más cómodo y ajustarse aún más, simula el efecto del cuero. Se encuentra disponible a través de la tienda online de la firma libanesa por cerca de 2.500 euros.
El poder de los drapeados
Este tipo de detalles fruncidos, recurrentes también en los modelos de otras firmas de lujo como Victoria Beckham, son una opción ideal para estilizar la silueta y acentuar las curvas, por lo que, colocados de manera estratégica, tienen el poder de hacer que casi cualquier diseño favorezca a todo tipo de cuerpos: dependiendo de dónde se sitúen logran disimular o realzar ciertas zonas.
En cuanto a los accesorios, ha abogado por el minimalismo más absoluto, optando por sus adorados salones clásicos de puntera afilada y taconazo de aguja, esta vez en tono negro. Ha decidido dejar su clavícula despejada, prescindiendo de colgantes o gargantillas, y ha cedido el protagonismo a los pendientes, unas piezas brillantes en clave XL con forma de ala de ángel que iluminaban el rostro. Además, ha elegido dos grandes anillos, uno de orla de diamantes y, el otro, en formato rosetón con una gran piedra oscura.
Fiel a su esencia, ha dejado su pelo suelto, peinado con raya al lado y ondas naturales, y ha completado con un maquillaje clásico y sofisticado en el que destacaba la mirada mediante un juego de sombras ahumadas y maxipestañas.
