Ha sido una semana histórica para la ex Spice Girl. Primero, David Beckham —ahora Sir David— fue investido por el rey Carlos III con la Orden del Imperio Británico en el castillo de Windsor y Victoria, su mujer, se convirtió oficialmente en Lady Victoria y participó activamente tanto en el protocolo como en la celebración. Apenas unos días después, ha reaparecido en una atmósfera totalmente distinta: una despedida de soltera en Londres en la que no solo ha vestido de negro con transparencias, sino que ha cogido un micrófono. Posh ha compartido las imágenes en redes y, con su característico sentido del humor británico, ha confirmado lo que todos pensábamos: sí, ha vuelto a cantar.
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El contraste no puede ser más elocuente. Si en Windsor encarnó la solemnidad y el refinamiento de una Lady con vestido azul marino de su firma —uno de sus tonos fetiche para eventos reales—, en esta celebración íntima ha dejado ver su lado más espontáneo. Y, como buena narradora de su propia imagen, ha convertido el momento en una clase magistral de estilo relajado con sello VB.
El look: vestido negro, transparencias y un reloj de diamantes
Para esta ocasión, Victoria ha apostado por un vestido negro con cuerpo camisero, escote en V profundo y falda con transparencias. La prenda revela la fórmula que ha perfeccionado como diseñadora: equilibrio entre sensualidad y sobriedad. En las fotos la vemos descalza, lo que aporta un toque inesperado de naturalidad —una rareza en una mujer que ha hecho del tacón alto su seña de identidad— y que, paradójicamente, acentúa su magnetismo.
El detalle más llamativo, sin embargo, ha sido el reloj de diamantes que luce en la muñeca. Parece que se trata de un Patek Philippe Nautilus de oro blanco completamente engastado con más de 2.300 diamantes brillantes, una pieza de alta relojería valorada en cifras astronómicas y reservada a un club muy exclusivo de coleccionistas. Este accesorio, digno de alfombra roja, contrasta con la informalidad de la escena: Victoria riendo, cantando y disfrutando entre amigas.
En cuanto al maquillaje, impecable como siempre, ha optado por tonos neutros que realzan su mirada —una elección muy en línea con su propia línea de Victoria Beckham Beauty—. El pelo suelto, con ondas suaves, completa el look y potencia ese aire juvenil y desenfadado.
El negro, su seña de identidad
Si hay un color que define el estilo de Victoria Beckham, ese es el negro. Desde sus tiempos como Posh Spice, lo ha convertido en una extensión de su personalidad: sofisticado, impenetrable, siempre elegante. En entrevistas recientes, la propia diseñadora ha confesado que el negro es “como una armadura”, un tono que le da confianza y control. Y, aunque muchos lo asocian a lo sobrio, ella ha demostrado una y otra vez que puede ser igualmente poderoso y moderno.
De Windsor al karaoke: dos caras de la misma semana
El contraste entre sus dos apariciones recientes resume a la perfección la esencia de Victoria Beckham. Hace apenas unos días, en Windsor, fue la imagen de la sobriedad británica al acompañar a David —ahora Sir David Beckham— durante su condecoración por el rey Carlos III. Orgullosa, compartió después un mensaje en redes: “No puedo expresar con palabras lo orgullosa que estoy de ti. ¡Fue una noche inolvidable!”. La celebración posterior, acompañados de sus hijos (menos Brooklyn), tuvo lugar en el restaurante de Gordon Ramsay, amigo cercano del matrimonio, donde brindaron junto a familiares y amigos.
Y de esa ceremonia solemne, rodeada de títulos y protocolo, Victoria ha pasado a protagonizar una noche de risas y micrófonos, recordando por qué sigue siendo, y será siempre, Posh Spice. Su reciente documental en Netflix ya dejaba entrever esta dualidad: la diseñadora perfeccionista, la mujer que ha levantado un imperio de moda, pero también la artista con sentido del humor que no teme reírse de sí misma.
A sus 51 años, Victoria Beckham sigue demostrando que la elegancia no está reñida con la diversión. Y que, ya sea en Windsor o en una despedida de soltera, puede seguir marcando tendencia incluso cuando está descalza.
