Zara Tindall, hija de la princesa Ana y nieta de la reina Isabel II, volvió a uno de sus escenarios predilectos: Ascot. El pasado sábado 18 de octubre, la sobrina del rey Carlos de Inglaterra asistió al British Champions Day —la gran cita de otoño de carreras de caballos— en Berkshire, jornada que coincidía además con el cumpleaños de su marido, el exjugador de rugby Mike Tindall.
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A sus 44 años, la medallista olímpica y amazona profesional —integrante del equipo británico de concurso completo que ganó la plata en los Juegos de Londres 2012— volvió a mostrar su versatilidad con un look clásico y de colores tendencia.
Un conjunto azul marino muy 'royal'
Para la cita, Zara estrenó un conjunto de lana azul marino de la firma británica The Fold London, una de sus marcas de cabecera. La prenda principal era la chaqueta Napier, con amplias solapas y doble hilera de botones. Su corte estructurado y el pequeño péplum en la cintura aportaban una forma femenina, clásica y elegante.
Combinó la chaqueta con la falda Ellingham, también en lana azul marino y de línea "A", con largo midi. Un look impecable para el clima otoñal británico, que encajaba perfectamente en la atmósfera formal —pero siempre al fin y al cabo campestre— de Ascot.
Detalles en burdeos: un color tendencia
Bajo la chaqueta, Zara llevó una camisa de satén color burdeos, abotonada hasta el cuello, que añadía profundidad cromática al azul marino. Este tono ha sido recurrente en sus looks de otoño, son muchas las royals que optan por él, hace unas semanas vimos a Kate Middleton con un vestido-abrigo borgoña de Emilia Wickstead durante la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, a Inglaterra.
Los accesorios siguieron la misma línea de color. Optó por el bolso Hudson de Aspinal of London y unas botas de ante en tono baya de Dune. En la cabeza, la diadema Zoe Petal de Bee Smith Millinery, un tocado adornado con hojas que fue el toque más distintivo del look, un guiño romántico dentro de un conjunto esencialmente sobrio.
En cuanto a las joyas, eligió unos pendientes de Van Peterson, que añadían brillo discreto. Lució un maquillaje natural, con cejas definidas y máscara de pestañas, fiel a su estética de “menos es más”. El look lleva la firma de su estilista de confianza, Annie Miall, responsable también de muchos de sus aciertos recientes.
Del podio olímpico a las gradas de Ascot
La presencia de Zara en Ascot es habitual: es jinete profesional, miembro del equipo británico de concurso completo y medallista de plata en los Juegos de Londres 2012. El hipódromo es parte de su ecosistema, un lugar donde su identidad deportiva y su perfil público se solapan.
En Ascot suele ir acompañada por Mike y un grupo de amigos; los Tindall son conocidos por su tono más animado en los días de carreras, donde la familia real y su círculo social se mezclan. Ese día en concreto Mike Tindall cumplía 47 años, pero no pareció acompañarla en las gradas: es probable que prefiriera pasar parte de la jornada con sus tres hijos —Mia (11), Lena (7) y Lucas (4)— mientras Zara asistía al evento. Entre los presentes también estaba Camila.
Realeza y tradición ecuestre
Aunque Zara no ostenta título real, su presencia en actos como este mantiene un hilo visible con la tradición ecuestre de su familia. En las últimas semanas, la nieta de Isabel II ha alternado su agenda deportiva con apariciones públicas discretas, como su asistencia a los Cornbury House Horse Trials en Oxfordshire o a eventos sociales junto a miembros de la casa real británica.