Hay algo de guion secreto —a lo película de Sofia Coppola— en la manera en que Isabelle Junot ha llevado (y anunciado) su segundo embarazo. Con esa mezcla de naturalidad, estrategia y savoir faire que solo dominan las mujeres acostumbradas al foco, la marquesa de Cubas ha desfilado por cenas de gala, eventos de moda y escapadas internacionales sin que nadie percibiera lo evidente. Ahora, con su característico humor, ha decidido compartirlo: Noticia de última hora. Próximamente... ¿niña o niño? La publicación, acompañada de tres imágenes luciendo ya una incipiente tripa, ha recibido miles de reacciones, entre ellas la de Tamara Falcó, prima de su marido, que ha celebrado la noticia con un bravo. Pero lo más fascinante de esta historia no es el anuncio en sí, sino cómo Isabelle en plena temporada de eventos —entre ellos, los premios GEN ¡H! de ¡HOLA!, el desfile de Carolina Herrera en Madrid o su reciente viaje a Italia— ha logrado que nadie lo advirtiera antes.
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Una marquesa contemporánea
Casada con Álvaro Falcó desde abril de 2022 y madre de la pequeña Philippa, Isabelle Junot representa una nueva generación de aristócratas que se mueven entre la tradición y la naturalidad millennial. Formada, cosmopolita y con un discurso propio sobre bienestar y estilo de vida —es autora del libro Eat Girl, centrado en la relación sana con la comida—, ha sabido construir una imagen coherente, elegante, pero nunca acartonada. Durante los últimos meses, Isabelle ha encadenado apariciones públicas en las que su elección de prendas, cortes y poses parecían responder a un guion invisible. A continuación, repasamos algunas de esas apariciones —donde la moda fue su cómplice— y los trucos que aplicó para que su embarazo pasara inadvertido.
En el desfile de Carolina Herrera en Madrid: el poder del oversize
En la Plaza Mayor, durante el esperado desfile de Carolina Herrera —una cita que marcó la consagración de Wes Gordon como director creativo de la firma—, Isabelle apostó por un minivestido naranja de silueta amplia, casi escultórica. Un diseño de líneas rectas y mangas abullonadas que, además de resultar impecable para un evento de estas características, tenía una ventaja táctica: no marcar absolutamente nada. El truco es clásico pero infalible: prendas oversize que aportan movimiento, elegancia y —sobre todo— discreción. En su caso, la elección de un color vibrante desviaba la atención de la forma, centrándola en la energía del look.
En los premios GEN ¡H! de ¡HOLA!: el vestido “distracción”
Pocas piezas resultan más fotogénicas que un vestido de flecos metálicos en movimiento. Isabelle lo sabía, y por eso escogió uno para asistir a los premios GEN ¡H! de ¡HOLA! Los flecos, además de aportar dinamismo, generan una ilusión óptica que difumina las líneas del cuerpo. Mientras todos miraban el brillo y el vaivén del tejido, la futura mamá se aseguraba de que su figura quedara en segundo plano. Un recurso que podríamos llamarlo “vestido distracción”: cuando el diseño es tan interesante que nadie repara en la silueta.
En la cena de Bvlgari en el Claustro del Museo del Prado: el arte de posar
En uno de los eventos más exclusivos de la temporada, la aristócrata eligió un vestido negro efecto blazer y un pequeño bolso de mano que —casualmente— sujetó frente al abdomen en muchas de las fotos. No fue casualidad: la pose del bolso por delante es uno de los trucos más antiguos (y más eficaces) para camuflar un embarazo incipiente. Además, el negro es el color por excelencia para disimular volúmenes. Isabelle lo combinó con joyas de la firma italiana, dejando que el brillo se concentrara en su cuello y muñecas.
En el viaje a Italia con Tamara Falcó e Íñigo Onieva: el poder del negro total
En su reciente escapada a Bolonia y Módena, Isabelle recurrió al recurso más fiable de todos: el negro total. Este color sigue siendo el mejor aliado de cualquier embarazo discreto: estiliza, afina y camufla sin esfuerzo. Y, en su caso, no se trataba de esconder, sino de preservar un anuncio para cuando ella decidiera hacerlo.
En la reunión del club de lectura con Sassa de Osma: el poder de los estampados
Hace unos días, Isabelle se dejó ver en una reunión del club de lectura con su amiga Sassa de Osma, luciendo un vestido recto y llamativo. Su estampado cargado se llevaba todo el protagonismo, desviando la atención de la silueta. El corte recto del vestido disimulaba el vientre incipiente, mientras los colores y motivos llenos de vida atrapaban la atención. Un truco que funciona (casi) siempre.
En sus vacaciones de verano: el corte imperio
Durante el verano, entre escapadas en barco y tardes al sol, la vimos optar por vestidos fluidos de corte imperio: ajustados al pecho, con caída libre desde ahí. Este tipo de diseño, que ya popularizaron las damas de la Regencia británica —y que reaparece en cada temporada estival—, disimula sin perder feminidad ni elegancia.