En el vasto universo de la realeza europea, donde figuras como la Princesa de Gales o la Reina Letizia acaparan la atención mediática por cada una de sus apariciones, hay un icono de estilo que, a menudo, brilla con una luz más discreta. La princesa Magdalena de Suecia, la menor de las hijas de los Reyes Carlos Gustavo y Silvia, ha cultivado con los años un estilo que merece ser admirado. Su elegancia no es estridente, sino una sofisticada mezcla de tradición, feminidad y un toque de modernidad que la convierte en una de las royals más inspiradoras de la actualidad.
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La diferencia de roles entre Magdalena de Suecia y su hermana mayor, Victoria de Suecia, ha llevado a la más joven de ambas a ocupar un papel secundario. Un fenómeno que guarda razón en los títulos que ambas ostentan, pues, mientras la mayor de ellas se prepara para ser la futura reina de Suecia, el estatus de la más joven le otorga una mayor flexibilidad a la hora de vestir. “Comparando con Victoria de Suecia, la futura reina, Magdalena de Suecia puede permitirse un punto más de libertad y experimentación”, explica la asesora de imagen y estilista de moda Sheila Picher (@sheilapicher), que nos ayuda a descifrar las claves de moda por las que, la duquesa de Hälsingland y Gästrikland, también entra a formar parte de los tableros de inspiración royal más relevantes del momento.
El estilo de Victoria de Suecia es más institucional, centrado en "vestidos estructurados y colores sólidos que transmiten más autoridad", comenta la experta. Por el contrario, la princesa Magdalena de Suecia, al no ser heredera directa, tiene margen para ser más libre: "Puede permitirse jugar con tendencias, estampados y combinaciones más arriesgadas, eso sí, manteniendo siempre la elegancia". Esta distinción también se manifiesta en sus atuendos de diario, donde esta última se muestra "más relajada y accesible, con mezclas de prendas de lujo y otros accesorios más actuales”.
Un estilo femenino, clásico y romántico
Según la estilista, el estilo de la princesa Magdalena de Suecia destaca por ser femenino, clásico ("que no aburrido", apunta), con un toque romántico muy personal y característico, y una armonía única. “Combina la tradición de la realeza sueca con tendencias actuales de manera muy natural”, asegura. Sus preferencias de vestuario reflejan un gusto refinado, optando por “cortes elegantes con colores neutros y pasteles (tonos muy característicos en sus looks), y estampados suaves que aportan un aire algo más moderno".
El verdadero arte del estilo de Magdalena de Suecia, eso sí, reside en los detalles. Para elevar sus estilismos, recurre a accesorios y complementos que dan un broche final y acertado a sus conjuntos. "Siempre cuida los detalles. Desde los zapatos, pasando por los bolsos, hasta llegar a los accesorios . Los integra a la perfección, lo cual demuestra que su estilo está muy pensado pero no parece forzado”.
Magdalena de Suecia, digna embajadora del diseño sueco
A lo largo de los años, el estilo de la princesa ha madurado, volviéndose más seguro y personal. A sus 43 años, presume de haber aprendido perfectamente cuáles son las prendas que potencian su figura de manera sutil. "Suele elegir vestidos y faldas que marcan la cintura, pero con líneas fluidas; y combina bien largo y volumen para equilibrar la silueta”. Una evolución que se refleja también en sus elecciones, pasando de "looks más clásicos y discretos en sus primeros años como royal a propuestas más modernas, incluyendo estampados actuales, pantalones elegantes y abrigos estructurados que reflejan más confianza en su estilo personal".
Decir que la moda es también un símbolo de país es una evidencia. Al vestir a un diseñador nacional, una royal proyecta orgullo por lo propio y se convierte en escaparate de la cultura local. Por eso, además de adaptar su estilo, Magdalena de Suecia también destaca por dar a conocer el talento de los diseñadores suecos, como explica la experta en moda, incorporando piezas de firmas emergentes, gesto que lo que "le da un aire contemporáneo sin perder la elegancia que exige su rol".
Una elegancia que merece ser vista
A pesar de mantener siempre una imagen discreta, la princesa Magdalena de Suecia ha logrado consolidar un estilo digno de reconocimiento. Tal como señala la experta Sheila Picher: "Merece atención porque ha sabido construir un estilo personal muy reconocible y coherente dentro del protocolo real, sin caer en lo predecible".
Lejos de limitarse a repetir fórmulas, ha sabido imprimir carácter a su forma de vestir. Su estilo oscila entre lo clásico y lo actual, con un equilibrio que respeta el peso de la tradición monárquica pero también proyecta cercanía y modernidad. Esa versatilidad es uno de sus mayores aciertos: sabe adaptarse tanto a un acto institucional de gran formalidad como a un evento más relajado, sin perder coherencia.
Su habilidad para equilibrar las normas del protocolo real con toques propios la posiciona como una auténtica inspiración para quienes buscan un estilo que conjugue tradición y modernidad. En palabras de la estilista: “Su elegancia natural y su capacidad de adaptar tendencias actuales siendo royal la convierten en una referencia para quienes buscan inspiración clásica, pero con toques de modernidad”.
Otro aspecto destacable es que Magdalena de Suecia no sigue ciegamente las tendencias, sino que las adapta a su personalidad. Esa selección consciente refuerza la autenticidad de su imagen y la distingue de otras figuras reales, demostrando que la discreción también puede ser una poderosa forma de estilo. Y, es que si algo queda claro, es que esta es una de las armas de Magdalena de Suecia. Como concluye Sheila Picher, "refleja un estilo femenino, cercano y contemporáneo, que engancha tanto en eventos oficiales como en su día a día”. Su presencia en la esfera pública es una muestra de cómo la moda puede convertirse en una herramienta de comunicación: silenciosa, pero cargada de significado.