El viaje de los reyes Felipe y Letizia a Egipto está dejando imágenes para el recuerdo, y unas de las más esperadas eran las de esta tarde, cuando han acudido a una de las grandes joyas arqueológicas del país, el templo de Hatshepsut, para inaugurar la nueva iluminación. Después de estrenar una chaqueta egipcia a modo de homenaje a la moda de sus anfitriones, en esta cita tan especial la Reina ha confiado en uno de sus looks icónicos.
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Un icono de la Reina
Hay que señalar que el protocolo de vestimenta de esta velada era algo complicado, puesto que, al tratarse de un acto de noche, doña Letizia buscaba un conjunto sofisticado, pero, como iban a recorrer unas ruinas, necesitaba ir cómoda. Su estrategia ha sido recuperar un estilismo que podemos definir como una de sus señas de identidad: el traje blanco. Son numerosas las ocasiones en las que ha apostado por un set de chaqueta y pantalón en este tono, empezando por el día del anuncio de su pedida con el por aquel entonces príncipe Felipe en noviembre de 2003, un inolvidable look de Armani que hizo historia y que volvió a llevar 20 años después.
Sin embargo, en su vestidor hay otros tantos conjuntos similares, de distintos cortes, talles y acabados. Tanto le representa que incluso ha transmitido esta pasión a su hija mayor, puesto que la princesa Leonor también lo ha lucido en actos muy simbólicos.
En concreto, ha elegido uno confeccionado en tejido ligero para hacer frente a las altas temperaturas del país africano. Está compuesto por una blazer clásica de solapas y pantalón largo acampanado, y lo firma Mango, una de las tiendas asequibles más famosas de nuestro país. Aunque en otras ocasiones ha completado este tipo de looks con camisetas de algodón para relajar un poco la imagen, hoy buscaba lo contrario, así que se ha decantado por un top lencero a tono.
En lugar de combinar su traje con salones o kitten heels, como suele hacer, ha preferido una opción más cómoda para poder caminar por el árido terreno. Sin embargo, ha mantenido la sofisticación al calzarse unas alpargatas de cuña doradas a juego con su bolso de mano, de Magrit, una de sus firmas de complementos preferidas.
Los pendientes inspirados en Mallorca
Aunque teníamos muchas ganas de ver a la Reina desempolvar alguna de sus imponentes tiaras en este viaje después de más de 500 días sin lucirlas, finalmente, como se esperaba, ha decidido prescindir de ellas. Tal y como hacía habitualmente la reina Sofía, doña Letizia no suele llevarlas en viajes a países no monárquicos. Como joyas, en esta ocasión ha optado por unos pendientes dorados que le recordaban a sus vacaciones.
Si esta mañana ha elegido moda egipcia para homenajear a sus anfitriones, por la noche ha querido dar voz a la moda de nuestro país, tanto con su traje y complementos como con las joyas. Han destacado los pentientes, un par dorado que estrenó el pasado julio para acudir junto a sus hijas al cine Rívoli Aficine de Palma. Confeccionados artesanalmente en oro amarillo de 18 quilates y brillantes (1.990 euros), pertenecen a la colección Llum de Isabel Guarch y se inspiran en el rosetón de la Catedral de Mallorca.