Esta noche en el Palacio Presidencial de Praga, el presidente de la República Checa, Petr Pavel, y la primera dama, Eva Pavlová, han ofrecido una cena de gala en honor de los reyes de Países Bajos que se encuentran de visita de Estado en el país, al que llegaron tras aterrizar en la tarde del martes. Ha sido un banquete en el que la reina Máxima, a quien vimos en la graduación de la princesa Ariane el pasado fin de semana, nos ha mostrado su imagen más majestuosa.
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Un vestido rojo con escote asimétrico
Para este majestuoso banquete en el Palacio Presidencial, Máxima de Holanda ha optado por abrir su armario y reciclar. En concreto, ha recuperado uno de sus vestidos de gala más fascinantes, un vestido rojo de Jan Taminiau con escote asimétrico, el favorito de la realeza, que presenta una única manga en corte murciélago. La pieza, que recuerda al diseño de Stella McCartney que tiene la reina Letizia y que también llevó Carolina de Mónaco, se adorna con ricos bordados de cristales a modo de ribete. Por ejemplo, ya lo llevó en una cena de gala en Italia en junio de 2017, acto en el que pudo saludar a Valentino Garavani, el diseñador de su vestido de novia. En esta noche, lo ha combinado con un nuevo clutch, el Metropolitan Insignia de Carolina Herrera: y las sandalias Portofino 105 en ante burdeos de Gianvito Rossi, que también son nuevas.
La majestuosa tiara Mellerio de rubíes
Un acto como este merecía joyas deslumbrantes… e históricas. Y así ha hecho Máxima. La Reina ha abierto el joyero de reliquias históricas para rescatar la tiara Mellerio, que el rey Guillermo III encargó como regalo de Navidad para la reina Emma en 1888 a la casa francesa Mellerio dits Meller y que cuenta con más de 300 piedras, entre diamantes y rubíes. Curiosamente, se trata de una joya transformable, pues los rubíes se pueden sustituir por otras piedras preciosas, como zafiros. De el conjunto que acompaña a esta tiara, también son sus pendientes. Culmina su estilismo con una preciosa gargantilla del mismo set. Si esta combinación te suena, estás en lo cierto, pues fue su elección para acudir a la fastuosa cena con motivo de la entronización del emperador Naruhito de Japón el 22 de octubre de 2019.
Sus looks previos en la república Checa
En total, Máxima de Países Bajos nos ha mostrado dos looks en la República Checa previos a este banquete de Estado en el Palacio Presidencial. Curiosamente, ambos han estado definidos por sus firmas de confianza a las que más recurre y, uno de ellos, incluía una prenda con la que hizo historia en Londres hace dos años.
Un vestido degradado en el aeropuerto
El primer look que la reina Máxima nos mostro en suelo checo fue el que mostró en el aeropuerto de Vaclav Havel de Praga. Allí, optó por estrenar un bonito vestido bicolor en degradado de amarillo a blanco de la casa Natan. Fue la misma que firmaba su cárdigan de punto a juego y sus sandalias blancas de original diseño. Como pendientes, recuperó un modelo vintage de los años 80 de Mercedes Robirosa.
Un vestido blanco con anécdota
Horas después y ya en la mañana de este miércoles 4 de junio, Máxima de Países Bajos continuó su agenda de compromisos recuperando el vestido blanco con celosía floral en el escote, de Jan Taminiau. Esta creación la estrenó en la coronación del rey Carlos III en la abadía de Westminster el 6 de mayo de 2023. Aquel día, también lo combinó con el gran tocado que ha mostrado en Praga. Sin embargo, y con joyas reales de perlas, la Reina optó en este acto checo por recuperar sus salones de Gianvito Rossi en color blanco y detalle transparente.