Periodista de formación, diseñadora por vocación. Y en este caso, pudo la vocación y, tras ejercer un periodo corto de tiempo como periodista, decidió seguir su pasión y lanzarse al mundo del diseño de bolsos. La vida de Gabriela Comella -desde niña- siempre ha estado vinculada al mundo fashion , ya que su familia tiene tiendas de moda y su madre, una marca propia. Conocía dónde se metía, pero su buen hacer, su esfuerzo y tener las ideas claras la han ayudado a labrarse su propio camino. Empezó con complementos y ahora ha lanzado su línea de ropa. Pero nadie mejor que ella para contarnos en primera persona su historia.

-¿Cuándo decidiste que querías ser diseñadora?

-En 2012 empecé a trabajar para la firma de mi madre, que no tenía accesorios, y ella me dio la oportunidad de empezar a diseñar bolsos. Comencé a crear aquellos que buscaba y no encontraba en el mercado actual. Diseños contemporáneos y prácticos, pero, a la vez, con una gran voluntad estética. Soy una loca de la “multifuncionalidad”, por lo que quería diseñar bolsos que fuesen versátiles, que se pudiesen llevar tanto al trabajo como a una fiesta y que no “caducasen” cada temporada. En 2015 decidí continuar con mi marca de forma independiente y le di el nombre de Gabriel for Sach.

- Y, además de los bolsos, ¿también has creado una línea de ropa?

-Sí, hace un año que empecé a introducir una pequeña colección cápsula de ready to wear y esta nueva temporada primavera/verano 2022 se podría considerar que he lanzado la primera colección completa. Estoy muy contenta, la línea de ropa era necesaria para acabar de redondear y consolidar la imagen de la marca. Al igual que los bolsos, son prendas frescas, con patrones muy definidos, colores especiales y con la misma voluntad versátil. Hay muchas prendas “multiposición” y también unisex.

“Soy una loca de la ‘multifuncionalidad’, por lo que quería diseñar bolsos que fuesen versátiles, que se pudiesen llevar tanto al trabajo como a una fiesta y que no ‘caducasen’ cada temporada”

-¿Qué crees que es lo más importante para ser una buena diseñadora?

-Cada uno debe tener su propia receta, en mi caso es ser fiel a mi idea e intentar mejorarla y perfeccionarla cada vez más. Creo que los diseñadores estamos en constante aprendizaje con el fin de que nuestras creaciones respondan a las necesidades del público y, a la vez, les despierte algo más. La moda puede ser algo muy superficial, pero, por otro lado, es un elemento cercano, que nos permite definirnos, identificarnos… Es un gran logro conseguir que tus diseños conecten con un gran público.

-Nos recibes en tu casa, donde el diseño también está muy presente. ¿Te gusta la decoración?

-La decoración y la arquitectura me gustan mucho y tengo la suerte de estar rodeada de este mundo también. Mi marido es arquitecto, Román Sarrió, fundador de RRIO Arquitectura. A través de él he conocido este sector. Román y yo compartimos nuestros proyectos, nos gusta comentarlos juntos y me voy empapando de la línea que tiene él y que, por supuesto, comparto. Más que decoración, me gusta una buena estructura con intención, el uso de la luz y los materiales nobles, eso lo he aprendido de él.

“Se podría decir que esta casa es ecléctica, porque hay un contraste de materiales y formas que conviven muy bien: acero inoxidable, madera, moquetas, molduras... Además, tiene mucha luz natural, por lo tanto, el ambiente y la vida de la casa van totalmente alineados con el sol”

-¿Qué destacarías de ella?

-Compramos esta casa y necesitaba una reforma integral, que ha hecho Román. Ahora destacaría la cocina pasillo, que permite dar amplitud y practicidad a todo ese espacio. Y, por otro lado, la apertura redonda que se hizo en la pared de la entrada; es algo esencial, ya que es por donde entra la luz y da oxígeno a toda la casa. Por último, destacaría algunas partes que dejamos intactas, a modo de preexistencias, como las molduras, la chimenea, los revoltones o la escalerita que da salida a la terraza. Me gusta porque también dejan percibir cómo era la vivienda anteriormente.

-¿Cómo la definirías? 

-Es una casa cálida, ya que es muy diáfana e invita a que todo esté cerca. Se podría decir que es ecléctica, porque hay un contraste de materiales y formas que conviven muy bien: acero inoxidable, madera, moquetas, molduras… Por último, es una casa con mucha luz natural, por lo tanto, el ambiente y la vida en ella va totalmente alineado con el sol, no hay mucho artificio.

“Todos los objetos de la casa tienen un valor o significado muy particular, te diría que no hay nada ornamental porque sí”

-¿Piensas que la moda y la decoración van de la mano?

-Totalmente. Creo que todas las artes o disciplinas estéticas van de la mano. Te diré que muchas veces me he inspirado más viendo el interior de una casa que un desfile de moda. Hay tantas cosas en común…, los materiales, el color, la intención, por lo tanto no puedo concebir que alguien al que le guste la moda no le preste atención a la estética de su propia casa. Ambas te visten y te definen.

-¿Destacarías algún objeto? 

-Todos los objetos que hay aquí tienen un valor o significado muy particular, te diría que no hay nada ornamental porque sí. Por ejemplo, el taburete de barro que está junto a los sofás es una de las piezas a las que más cariño tenemos. Nuestros amigos nos lo diseñaron y encargaron a modo de sorpresa a un ceramista, Julen Ussia, y nos los entregaron el día de la boda. Así que es un gran recuerdo ¡y creo que nos acompañará mucho tiempo!