El pasado sábado 23 de abril, Belén Corsini impactó con su look de invitada en la boda de su hermano Borja con María Roiz de la Parra, en Sevilla. Fiel a su estilo elegante effortless, pero con toques de tendencia, la condesa de Osorno se convirtió en una de las asistentes más admiradas, con un vestido sencillo pero lleno de detalles. De color rojo intenso, sin mangas, con microvolantes en los hombros y falda midi formada por tres volantes de capa, el traje de la nuera del duque de Alba fue uno de los más comentados y todos se preguntaban quién era el autor del nuevo acierto de la joven aristócrata.

Se trata de un diseño de Miguel Capote, el couturier sevillano que lleva cinco décadas vistiendo tanto a distinguidas señoras de la alta sociedad como a destacadas figuras del mundo del espectáculo. Miguel se instaló en Madrid hace 47 años, casi los mismos que lleva diseñando y cosiendo para las damas de la familia Corsini de Lacalle.

“Empecé vistiendo a la abuela, Asunción Rubio Morales, luego continué con la madre, Mónica de Lacalle, y ahora a sus hijas, a las que ya había vestido cuando estaban solteras... Digamos que llevo más de cuarenta años trabajando con ellas”, nos cuenta el diseñador, que para la boda de Borja Corsini realizó los vestidos de la condesa de Osorno y sus dos hermanas, Mónica y María.

Como buen andaluz, tiene muy arraigadas su tierra y sus tradiciones y, “aunque llevo tanto tiempo viviendo en Madrid yo me siento sevillano”, asegura el modista. Por eso, al tratarse de una boda en la capital hispalense, Miguel Capote quiso que el vestido de Belén tuviera aires del Sur. Según nos comenta, “escogimos ese color rojo porque le favorece mucho, a ella le va muy bien. Y los volantes, porque soy andaluz, y eso siempre me tira”.

La mujer de Carlos Fitz-James, al verse con el vestido —confeccionado en seda natural, con el detalle de los microvolantes en organza de seda natural del mismo tono—, “se sintió muy bien, desde un principio”, explica el diseñador. “Yo le planteé lo de ponerle volantes, no los típicos de flamenca, eso no, había que huir de ellos, sino de capa, con más caída. El volante es joven y da mucho movimiento. A ella le pareció una buena idea. En las pruebas fuimos cogiendo volumen, proporción, le fue encajando y la verdad es que desde un principio lo vimos”.

“Cuando le haces un traje a una mujer tiene que verse, tiene que ser ella, no puede sentirse que va disfrazada o que no es su estilo”, apunta Miguel cuando nos habla del vestido que creó para Mónica Corsini. “Llevaba un camisero con un volante abajo, en una seda un poquito más rústica, rayada, de un color muy bonito y en una hechura que a ella le favorece mucho, era muy ella”, comenta sobre la hermana de Belén.

Para María, que según Capote, “es muy distinta a sus hermanas, pero tiene también mucho estilo”, el diseñador realizó un vestido de escote asimétrico, “hombro sí hombro no”, de gasa de seda natural estampado, en dos alturas. En su opinión, Belén, Mónica y María Corsini, “ son muy elegantes , de hecho, cuando vienen a probarse, que van en vaqueros y con zapatillas de deporte, ya se les ve que tienen mucho estilo”.