Hacía tiempo que Maria de la Orden tenía ganas de llevarse unos días a sus amigas a algún lugar en el que poder disfrutar de unos días de descanso y risas. Por ello, cuando empezó a pensar en cómo presentar las colecciones de pleno verano de Maria de la Orden y Maison Ola, no lo dudó: ellas harían de modelos. ¿Dónde? En la Provenza. ¿Y cómo? Disfrutando de los diseños en un entorno de ensueño, sin más.
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“Quería organizar un viaje relajado y bonito, lleno de encanto. La Provenza me pareció el lugar perfecto por su luz, su estética y ese aire romántico del sur de Francia”, explica ella, a la que acompañaron sus inseparables Inés de Cominges y Tatiana de Nicolay, Ilaria de Moustier, Sveva Clavarino o las españolas Gabriela Palatchi e Inés Ybarra. “Yo ya conocía la zona, intento ir cada verano. Me encanta su calma, los paisajes y lo auténtico que se siente todo. Es muy inspirador”, continúa Maria.
Así que, junto a sus amigas -“Un grupo increíble de mujeres: amigas cercanas y creativas a las que admiro”- puso rumbo al sur, en concreto a la localidad de Gordes, que les sirvió de base durante su escapada. Allí se alojaron en el impresionante hotel La Bastide y, tras disfrutar de las increíbles vistas de toda la zona desde la localidad, famosa por estar en lo alto de una colina, organizaron varias excursiones a los enclaves con más encanto de la Provenza.
“Quizá lo más especial fue la preciosa cena al atardecer en el Château d’Estoublon, fue mágica. Pusieron una mesa preciosa delante del castillo y todo parecía de cuento. Antes, allí mismo, habíamos hecho una cata de aceite que también nos encantó”, continúa la diseñadora.
Aparte, también visitaron los idílicos campos de lavanda, en plena floración, la famosa localidad de los anticuarios, L’Isle-sur-la-Sorgue, y la casa de la que fuese mujer y musa de Pablo Picasso, Dora Maar, en Ménerbes. Aparte de todo ello, pudieron disfrutar juntas de algunas comidas y cenas para recordar, con increíbles mesas, cuidadosamente dispuestas en lugares muy especiales, con lo mejor de la gastronomía local: “cosas sencillas, pero con productos locales. Todo muy fresco y auténtico”. Justo lo que todos querríamos.
En su ruta
Para dormir: “Nos alojamos en La Bastide de Gordes, increíble; pero el Château d’Estoublon también tiene hotel y es un auténtico sueño”.
Imprescindibles: “Algunos de mis planes preferidos en la zona son ir a comprar antigüedades a l’Isle-sur-la-Sorgue, visitar la localidad Fontaine-de-Vaucluse y la casa de Dora Maar en Ménerbes”.
Hora de comer: “Nos encantaron La Table de La Bastide y La Bastide de Pierres, en Gordes”.
De compras: ”Mis tiendas favoritas son Vanille & Lila, en Estoublon, para comprar aceite de oliva, vino y ropa, y Terre Mêlée, de Pascale Mestre, en Coustellet, para cerámica”.