Victoria Beckham y la alternativa al vestido de flores que más estiliza

La diseñadora huye del estampado más clásico del verano y nos da una práctica lección de estilo con su último look

Por Elena M.Medina

Cada año que pasa somos testigos de nuevas tendencias que poco a poco van actualizando nuestro armario hasta proporcionarle la estética propia de cada época (colores flúor, hombreras y aire deportivo en los ochenta, minimalismo en los noventa, nuevas dosis de color en los 2000, vaqueros de raya lateral y zapatillas de estética futurista en 2018...). A pesar de las novedades que nos asaltan cada temporada, hay algunos elementos que se repiten década tras década y que se vinculan a un momento determinado del año. Y en verano es el vestido de flores el gran símbolo atemporal del comienzo del buen tiempo. Este estampado convertido en clásico estival -y adaptado siempre a las modas del momento- logra reinventarse para encontrar siempre hueco en el armario pero, para quienes huyen de este manido print, Victoria Beckham han encontrado la alternativa que más estiliza

En su última aparición en las calles de Nueva York, la diseñadora se ha dejado ver con un vestido camisero asimétrico que cuenta con el estampado más utilizado para estilizar la silueta: las rayas verticales. Como suele ser habitual, Beckham ha recurrido a un diseño de su propia firma, sin mangas y con un fruncido en la zona del pecho. Se trata de un modelo elaborado en seda y que pertenece a la colección primavera verano de este año, su precio está rebajado de 1960 a 980 euros. El aire deconstruido e informal del look lo logra con la chaqueta de verano con la que combina el vestido. También de rayas verticales pastel, se mimetiza a la perfección con el resto del cojunto. El toque de color lo logra con los stilettos verde agua, también de su firma. 

De igual manera que la modelo Elsa Hosk ha encontrado la fórmula perfecta para destacar las curvas de las figuras rectas, la creativa británica sabe cómo sacar partido a su cuerpo a partir de su vestuario. Las rayas verticales son ese recurso fácil que juega sobre todo a favor de las personas más bajitas, aumentando la sensación de longitud en la silueta. Victoria - que mide 1,63 metros- recurre a ellas con bastante frecuencia, especialmente en vestidos de largo midi que la mayoría de las veces combina con zapatos de tacón monocolor, que ayudan a sumar centímetros a sus piernas.  

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