Los vestidos que han unido a las hermanas Cuesta y a Chiara Ferragni

Hablamos con Carolina Cerutti, creadora de Art dealer, la firma a la que pertenecen

Por Regina Navarro

Tener como musa a Penélope Cruz es toda una declaración de intenciones. Y es algo de lo que presume en su cuenta de Instagram Carolina Cerutti, una diseñadora italiana que ha sido la responsable de unir con sus propuestas a las hermanas Cuesta y a Chiara Ferragni y a otras influencers como Verónica Ferraro, Sophia Roe o Caroline Vreeland que, a lo largo de los últimos meses, han posado con sus blusas y vestidos en sus cuentas de Instagram. Lo de inspirar su firma Art dealer en la actriz española surgió mientras veía una de sus películas. “Siempre he sido fan de Penélope y viendo una de sus películas, Woman on top, me di cuenta de que faltaba color y diversión en la ciudad. Quería proponer a mis mujeres ese espíritu fuerte y atractivo de las mujeres españolas”, nos explica.

Este es el motivo por el que ha nombrado a cada una de las piezas de su colección de primavera-verano con algunos de los papeles que ha interpretado la actriz en los últimos años. Además de un diseño con su nombre -un slip dress disponible en dos colores- está también Magda, a la que interpretó en Má Má y ha representado con una blazer; o Nina, a quien dio vida en Noel y aquí se convierte en un kimono. Para agruparlos todos bajo un mismo nombre ha elegido Costa Brava, un rincón de España que le fascina y que ha podido disfrutar de primera mano. No en vano lleva viviendo en Barcelona desde hace dos años, cuando lanzó Art dealer.

Aunque su firma es bastante joven, Carolina llevaba tiempo relacionada con el mundo de la moda. Empezó su carrera trabajando en la división de zapatos de Chiara Ferragni, hasta que pronto se convirtió en su editora de moda. Un trabajo que le ha permitido comprobar cómo es el sector no solo desde el punto de vista de un diseñador, sino desde el de una influncer del peso de la italiana. Desde enero y tras cuatro años colaborando decidió que era mejor dedicarse a su firma. “Fue una experiencia realmente increíble y los considero mi segunda familia, pero necesitaba enfocarme a tiempo completo a Art dealer”, añade.

A sus 28 años ha creado una firma que bebe de uno de los principios básicos del made in Spain: la búsqueda de la calidad y la artesanía. Dos conceptos que se materializan en sus tejidos, casi siempre sedas -aunque en esta colección se cuelan también linos-, y una nueva apuesta, el brava bag. “Siendo una marca española, queríamos integrar la calidad artesanal local en nuestra colección”. El resultado ha sido un accesorio reversibles tipo pouch, de cuero y seda en tonalidades pasteles que han creado junto a la diseñadora argentina Ornella Scopinaro.

El problema principal de buscar esos estándares es que, por norma general, encarecen un poco el producto -el precio medio de sus vestidos es de 120 euros-. “Te expones a competir con grandes cadenas de fast fashion que copian tus modelos de un modo muy rápido y lo venden a menos de la mitad de precio. Lo que genera una cierta desvalorización del producto por parte de los consumidores”, añade. Pero Carolina tiene claro que, aunque hay que adaptarse a los cambios y a lo que reclaman las nuevas generaciones, es importante mantener sus ideales, "y se puede", añade.

Carolina nos explica que cuenta con colaboradores externos que le ayudan puntualmente, pero desde que su firma ha crecido y vende en diferentes países la dedicación es constante e invierte prácticamente todo su tiempo en su proyecto. Un éxito que deben, en parte a las influencers que han elegido sus diseños. “Han sido nuestra principal vitrina para hacernos conocer en todo el mundo. Actualmente vendemos desde Australia hasta Canadá”. Tal vez por eso se sigue sintiendo especial y agradecida cada vez que alguien elige y muestra sus diseños.

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