El desayuno détox que te salvará de la báscula estas fiestas

¿Ayunar o no ayunar? ¿Qué comer al día siguiente de una cena de Navidad? Una experta nos revela las claves para remediar una noche de excesos frente a la mesa

Por Amaia León

Entre 2 y 4 kilos es la factura que la Navidad pasa sobre la báscula. Sumando todas las comidas, cenas y fiestas que se acumulan a lo largo de diciembre, y multiplicando las calorías que aportan, por ejemplo, una ración mínima de turrón (alrededor de 50 kcal por solo 10 gramos), una figurita de mazapán (150 kcal por unidad) o una copa de vino (unas 80 kcal), el resultado parece, desgraciadamente, correcto y lógico, pero no inevitable. Tras una comida o una cena muy copiosa existe una buena práctica que ayuda a no empezar el año con kilos de más, además de hacerte sentir más ligera: apostar por una dieta de desintoxicación durante unas horas, con las claves que nos revela a continuación una doctora experta en nutrición.

Cómo evitar los excesos en una cena de Navidad

Comer una pieza de fruta rica en fibra, como la manzana y el plátano, "veinte minutos antes de la cena" o beber un gran vaso de agua o una infusión "para que el líquido ocupe parte del estómago y sientas menos apetito" son dos recomendaciones que siempre dan los expertos antes de una cita frente a la mesa. También la doctora Isabel Belaustegui Trías, especialista en nutrición, quien además añade que, antes de una cena de Navidad, comer poco a mediodía o no merendar puede ser aconsejable para no sobrecargar al aparato digestivo, aunque no en todos los casos. "Esta no es una pauta que recomendaría a cualquiera porque puede convertirse en un arma de doble filo: por un lado, podemos llegar con mucha hambre a la cena y comer en exceso; y por otro, nos confiamos en una falsa seguridad de que estamos haciendo esfuerzos por cuidar nuestra dieta, se calma la conciencia y se dispara la concesión de caprichos", afirma.

Cuando los excesos ya están cometidos y nos hemos pasado con la comida y la bebida, ayunar durante unas horas puede ser una buena idea, aunque también dependerá del caso. "Comer poco o nada es una excelente ayuda para recuperar el equilibrio tras un exceso de este tipo. De esta manera damos más tiempo a nuestro organismo a procesar los alimentos ingeridos, expulsar lo que no necesita y activar los sistemas de eliminación de toxinas", explica la doctora. Sin embargo, el ayuno riguroso no es siquiera una opción para algunas personas, especialmente para aquellas que siempre se levantan con hambre. La doctora Belaustegui, por eso, nos desvela los imprescindibles de un desayuno que además de remediar el apetito sin apenas aportar calorías, potenciará la depuración del organismo y lo reajustará tras una sesión de excesos gastronómicos.

 

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El desayuno que te desintoxicará ✓

"El desayuno ideal tras una cena copiosa es ligero, a base de agua o infusiones y fruta fresca, sobre todo, frutos del bosque, bajos en azúcares y ricos en antioxidantes", recomienda. "Podemos incluir también algún cítrico, como la naranja o la mandarina, o el agua con zumo de lima o limón". Un zumo de limón es precisamente el primer ingrediente que Isabel Belaustegui tomaría en esta situación. "Así damos un empujoncito más a ese gran filtro de nuestro cuerpo que es el hígado, que en estas fechas debe trabajar a pleno rendimiento".

"Normalmente recomiendo incluir proteína y grasa en los desayunos porque nos permiten empezar el día con fuerza, resistencia, buen humor y capacidad de concentración, pero en este caso podemos saltarnos esta norma y tomar solo alimentos de origen vegetal frescos, antioxidantes y alcalinizantes porque son los más depurativos", continúa. Una infusión de té verde y un macedonia con nueves, o un yogur con arándanos morados y almendras en trocitos son dos ejemplos del desayuno ideal que cumpliría esos requisitos. "Para quienes necesitan más energía, un buen desayuno détox puede ser un vaso de leche de arroz y una manzana asada con pasas y avellanas", completa.

 

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Los alimentos que no deberías tomar ✗

En el desayuno desintoxicante perfecto hay ciertos ingredientes que no deberían estar porque pueden complicar la tarea depurativa al ser demasiado grasos, densos o complicados de digerir. "Nada de carbohidratos farináceos, como panes, galletas, cereales o bollos, ni leche o quesos. Durante todo el día, tampoco deberíamos tomar comidas procesadas (como los de nuestra lista de alimentos a evitar en 2018) o envasadas, cargadas de aditivos y otras sustancias que nuestro organismo no procesa con facilidad", afirma la doctora Belaustegui. El objetivo de esta dieta es ayudar al cuerpo a deshacerse de los excesos de la noche anterior lo más rápido posible, algo que también podemos conseguir siguiendo otros consejos.

"Los órganos encargados de este proceso depurativo son principalmente el hígado y el intestino. Pero no son los únicos: contamos también con los riñones, que eliminan toxinas a través de la orina; el pulmón, que lo hace a través de la respiración; y la piel, que expulsa toxinas con el sudor", explica la experta. Por esta razón, a la mañana siguiente de una cena navideña, además de seguir una dieta desintoxicante o beber abundante agua, deberías respirar aire libre y hacer ejercicio. ¿Qué tal una sesión de power walking por el campo o el parque? No solo facilitarás la limpieza interna de tu cuerpo, sino que también quemarás calorías, algo que nunca viene mal... Y menos en estas fechas.

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