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Las varices son un problema de salud que afecta también a la gente joven. Por eso, es importante conocer las causas para intentar prevenir y tratar esta patología que puede afectar a la calidad de vida de quien las padece. “En general, las varices son una patología muy frecuente en personas jóvenes, entendiendo como jóvenes aquellas edades comprendidas entre los 15 y los 40 años. Existen factores hereditarios y constitucionales que facilitan su aparición. Y en las mujeres, también son importantes los factores hormonales y los embarazos, que pueden predisponer a la aparición de varices”, nos detalla el doctor Juan Fontcuberta, jefe de servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular de los hospitales universitarios Sanitas La Moraleja y La Zarzuela, en Madrid.

 

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¿Influye la edad en la aparición de este problema vascular?

Lo cierto es que el paso del tiempo suele provocar un lento y progresivo empeoramiento de la clínica de varices. Y el doctor detalla que es por dos dos razones principales:

- Por un lado, la presión venosa excesiva en un sector superficial del sistema venoso se va trasmitiendo hacia sectores vecinos, de modo que el territorio afectado es cada vez mayor y ello provoca mayor número de manifestaciones clínicas.

-Por otro lado, al ir avanzando en edad, las personas presentamos otros problemas que empeoran la clínica de varices, como pueden ser el sedentarismo, la obesidad, patologías que afectan a la movilidad o enfermedades que influyen en una mayor predisposición para la aparición de trombos venosos.

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¿Puede influir la genética en la aparición de las varices?

Tal vez si alguno de tus padres (o ambos) presentan este problema vascular, te entre la duda sobre si tienes más posibilidad de padecerlas. El especialista nos detalla que los factores hereditarios sin duda alguna pueden influir en la predisposición a presentar una insuficiencia venosa. “Existen familias donde claramente se puede comprobar una mayor incidencia de varices. Sin embargo, la causa profunda de que haya una dilatación en las venas superficiales y una mayor presión venosa en las mismas todavía no se conoce perfectamente. El mecanismo íntimo de por qué aparecen las varices en unas determinadas personas y en otras no es desconocido”, puntualiza.

 

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¿Hay personas más propensas a padecerlas?

“Sobre una determinada predisposición hereditaria y constitucional a presentar varices puede haber un agravamiento debido a circunstancias que empeoran el retorno venoso. En general, todas aquellas actividades humanas donde existe un exceso de sedentarismo o bien se tiene que estar en posición estática y de pie durante mucho rato va a empeorar la evolución de las varices. Por ejemplo, es muy típico el observar varices muy evolucionadas en personas que se dedican a la restauración, peluquería, oficinistas, vigilantes, etc”, nos cuenta.

Pero es importante tener en cuenta que no todos los pacientes evolucionan de forma progresiva hacia grados más avanzados de varices. “La mayoría de los pacientes que tienen grados leves de varices conviven perfectamente con su problema y a lo sumo le causan un problema estético, pero sin trascendencia médica. En general cuando aparecen varices grandes en gente muy joven por debajo de los 15 años, conviene hacer un seguimiento de su problema, debido a que en general estas varices evolucionan rápidamente hacia estadios más avanzados. También hay pacientes muy jóvenes con varices importantes que presentan algún tipo de malformación vascular asociada que conviene diagnosticar a tiempo. En las edades medias de la vida entre los 15 y los 60 años es conveniente realizar un eco-Doppler y diagnosticar la causa principal que provoca las varices, ya que hoy en día existen diferentes tipos de tratamiento que hay que ajustar por persona según su anatomía”, detalla el doctor Fontcuberta.

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Así se manifiestan

La sintomatología que pueden producir las varices es muy variada, tal y como nos confirma el doctor Fontcuberta, y nos detalla que todo depende de la fase en la que se encuentren.

-En general, en las fases más precoces, únicamente provocarán la aparición visual de unas venas más dilatadas de lo normal que sobresalen en una zona de la piel de la extremidad. En estas fases iniciales, en general, las varices no molestan ni provocan ningún problema médico.

-A medida que avanza la patología y se desarrollan las varices, es cuando empiezan a aparecer trastornos que consisten fundamentalmente en sensación de cansancio que va aumentando a medida que progresa el día, sensación de tensión, discreto edema en el tobillo a última hora del día, sensación de pesadez, hormigueo de la piel, sensación de pinchazos, etc.

-En fases muy avanzadas de la enfermedad, pueden aparecer cambios de color de la piel, sobre todo localizados en la piel próxima a los tobillos, episodios de flebitis superficial, pequeñas heridas en la piel que poco a poco se van transformando en úlceras venosas.

 

“El diagnóstico siempre es conveniente realizarlo ante la preocupación del paciente por la aparición de varices, o la aparición de manifestaciones clínicas. Fundamentalmente, el diagnóstico consistirá en una exploración clínica del problema y en la realización de un eco-Doppler venoso por parte de un especialista en angiología y cirugía vascular”, nos cuenta.

 

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Cómo debes actuar

Le planteamos al doctor la que puede ser la pregunta del millón, ¿cómo debemos afrontar este problema, en el caso de que, pese a una edad temprana, tengamos varices? “Cuando las varices aparecen en personas muy jóvenes, por debajo de los 18 años, lo más recomendable es esperar hasta alcanzar edades más adultas. Pasado este periodo, la actitud dependerá de la existencia o no de clínica. Cuando las varices no provocan ningún tipo de clínica y la persona realiza con normalidad sus actividades diarias, es interesante realizar diagnóstico vascular, pero no implica necesariamente tener que tratarlas”, nos cuenta. Mientras, si las varices son importantes y el paciente presenta síntomas clínicos que influyen en su calidad de vida, es el momento de realizar un diagnóstico preciso para poder ofrecer un tratamiento adecuado.

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¿Hay tratamientos eficaces?

El especialista afirma que existen diversos tipos de tratamiento que, aplicados convenientemente en general, mejoran la situación del paciente de un modo importante. La clave es realizar un correcto diagnóstico morfológico y hemodinámico mediante ecografía (eco-Doppler color) en manos de un especialista en angiología y cirugía vascular. El problema fundamental para tratar correctamente las varices es buscar aquellos puntos del sistema venoso sobre los que hay que actuar para cerrar correctamente el aflujo de sangre a las varices y evitar su inmediata reaparición.

-Hoy en día las técnicas más aceptadas internacionalmente son las llamadas técnicas de ablación térmica mediante energía de radiofrecuencia o energía láser.

-La técnica de sellado mediante adhesivo a través de un catéter también está obteniendo muy buenos resultados, y es muy confortable para el paciente.

-El tratamiento de las varices mediante microespuma se ha convertido en un tratamiento de apoyo ideal para las varices estéticas o bien para completar otro tipo de intervenciones, sin necesidad de pasar por el quirófano.

-La cirugía tradicional se sigue practicando con éxito, pero el posoperatorio es más duro para el paciente y el tiempo de incorporación a las actividades diarias más prolongado.

 

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¿Qué posibles problemas pueden causarnos las varices?

El doctor parte de una idea clara: el problema de las varices es su cronicidad. “No es un problema médico transitorio, es decir, si no se hace nada el paciente va a tener que aceptar convivir con ellas de por vida. Hay personas que tienen más fortuna y las varices apenas evolucionan a estadios más avanzados. Conviven con ellas sin que les provoque dolor o cansancio. Si las varices dan manifestaciones clínicas, el tratamiento habitual consiste en aumentar el nivel de ejercicio, perder peso y llevar unas medias de compresión elástica de manera habitual”, apunta. Pero lo cierto es que no todos los pacientes consiguen mantener estable su problema varicoso a través de estas medidas y en esos casos suelen buscar una solución de tratamiento quirúrgico.

“En general, los problemas médicos graves se producen en estadios más avanzados de la enfermedad y consisten fundamentalmente en la aparición de trombos venosos que suelen tener una clínica muy dolorosa, y las alteraciones crónicas de la piel en la proximidad de los tobillos con desarrollo de úlceras venosas. Los trombos venosos mientras están alojados en el sistema venoso superficial no suelen provocar embolismos pulmonares, pero a veces progresan hacia el sistema venoso profundo a través de conexiones existentes entre sistema venoso superficial y profundo. En ese caso puede complicarse la clínica con una trombosis venosa profunda y riesgo de tromboembolismo pulmonar”, concluye.

 

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