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Hay quienes lo aman y hay quienes lo odian. Hablamos del picante, esa propiedad que tienen determinados alimentos y tipos de cocina. Así, a todos nos viene a la cabeza Oriente o México cuando pensamos en alimentos ‘que pican’. “Realmente el picante no se considera un sabor, ya que es una sensación de picor que produce el alimento al ingerirlo, es una sensación de calor y cierto dolor, ya que no tienen un receptor específico en la boca. El picante y la liberación de una sustancia llamada capsaicina al estar en contacto con la lengua, hace que esta suba de temperatura y esto provoca sensaciones de picazón”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí.

 

Tal vez tú te encuentras en el grupo de fans de este tipo de comida, pero tienes que tener en cuenta que no conviene abusar del picante. Como con todo, los excesos son malos, pero está claro que su ingesta tiene efectos positivos y también negativos. “Evidentemente no es lo mismo comer solo alimentos picantes, que acompañados de otras comidas y bebidas que pueden disminuir o incrementar el efecto picante”, nos cuenta la experta de Farmacia Meritxell, que añade que estos alimentos están contraindicado en alguna situación puntual, como podrían ser personas con problemas digestivos. “Y, por supuesto, también depende de cada persona y de la capacidad de resistencia de los picantes por costumbre o tradición”, nos cuenta.

 

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Puede causar úlceras en tu estómago

Empezando por los contras, podemos decir que un exceso de picante puede estar implicado en la aparición de úlceras estomacales. No siempre están provocadas por lestos alimentos, es más, la capsaicina muchas veces inhibe la producción de ácido del estómago. Sin embargo, cuando tomamos un muy alto contenido de picante en nuestras comidas, la irritación continua del estómago sí puede provocar úlceras al aumentar el contenido de ácido en él.

Además, puede causar acidez y/o reflujo gástrico, al ser irritante en las paredes del estómago, lo que puede provocar este efecto secundario no deseado. Si ocasiona estos efectos, es preferible eliminar de la dieta los picantes, en lugar de querer esconder ese sabor con otros alimentos para compensar, como podrían ser el pan o la leche. En las personas con colon irritable, pueden provocar un aumento de las irritaciones y los síntomas que provoca esta patología.

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Provocar la aparición de hemorroides y agravar fisuras anales

Las fisuras pueden agravarse, al irritar o provocar una inflamación de la zona. Del mismo modo, las hemorroides también pueden irritarse. Un consumo excesivo también podría provocar colon irritable y hasta posibles diarreas.

 

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Eliminar o disminuir el sabor de otros alimentos

Algunas veces, los alimentos al combinarse con picantes pueden enaltecer el sabor. Sin embargo, demasiado contenido de picantes puede disminuir dicho sentido y no dejarnos notar el verdadero sabor de los alimentos.

Si es muy picante, podría incluso “quemar” las papilas gustativas de la boca o de la lengua provocando insensibilidad al sabor de algunos alimentos más suaves.

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Ayuda a perder peso

Entre los pros, podemos citar que la capsaicina ayuda a reducir el apetito y a mejorar la energía del organismo. Una de las mejores maneras de evitar el picoteo y comer menos en una comida dando sensación de plenitud es incorporando alimentos picantes. “Aumenta la temperatura corporal y con ello aumenta la combustión de las grasas”, nos cuenta la farmacéutica.

 

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Regular la temperatura corporal

Su consumo puede ayudar a entrar en calor cuando hace frío y, sorprendentemente, producir también el efecto contrario, tal: cuando hace calor, aportar sensación de frescor. Y es que, tal y como nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí, al comer comidas picantes, sudamos, y el sudor hace regular la temperatura corporal por si mismo.

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Disminuye el efecto del colesterol de baja densidad o malo

Aún hay más ventajas, y es que la experta nos cuenta que la comida picante mejora la circulación sanguínea, actúa como antioxidante y puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular. De hecho, activa la circulación, lo que puede notarse en los pequeños vasos que se dilatan cuando comemos picante, se percibe en el tono de la piel.

 

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Acción bactericida

Otra de las propiedades que podemos destacar de los alimentos picantes es que pueden inhibir el desarrollo y el crecimiento de algunas bacterias entéricas, al igual que sucede con otros alimentos, como podrían ser el neem, el orégano, la canela o el clavo.

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Mejorar las depresiones

Por último, tal vez no lo sabías, pero en respuesta al calor que provoca el picante se producen endorfinas como la serotonina. Detrás de ello podría estar la razón por la que las personas se encuentran mejor después de consumirlo, pues puede ayudar a reducir la sensación de estrés.

 

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Acción antiinflamatoria y contra los resfriados

Por último, los alimentos muy especiados tienen propiedades antiinflamatorias. Ejemplos de ello son el jengibre y la cúrcuma, que son antiinflamatorias y ayudan a mitigar el dolor, sobre todo en procesos de artrosis. Sabemos que la capsaicina actúa como analgésico y antiinflamatorio y, como decíamos, es el componente activo de los alimentos y especias picantes. Y, además, también nos ayuda a mejorar en el caso de que estemos resfriados. Ayuda para mejorar la congestión y el resfriado en general, la capacidad respiratoria, sinusitis y hasta la bronquitis.

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