Cuando hacemos deporte es habitual hablar de cuádriceps o abdominales, grupos musculares que de transforman visiblemente si practicamos una rutina continuada. Sin embargo, hay otros grupos que no son tan evidentes y que también es importante tenerlos en cuenta a la hora de trabajar el cuerpo. Uno de los más relevantes, el conjunto de tejidos que se encuentran en la zona baja del abdomen, el suelo pélvico. Se trata de un grupo muscular que cierra la pelvis en su zona inferior y que comprende desde el pubis hasta el coxis.
Tienen como función sostener los órganos pélvicos, la vejiga, el útero y el recto con el fin de que mantengan una correcta posición y, por tanto, funcionen adecuadamente. Se trata de una zona que sufre con los ejercicios de impacto, con embarazos y puede afectar en la menopausia.
Es importante que el suelo pélvico esté fuerte y flexible y, para ello, es imprescindible ejercitarlo. Antes de nada, debemos tomar conciencia de la zona y una buena manera es servirnos del fitball. Siéntate sobre él notando los isquiones con la pelvis en posición neutra y la espalda bien alineada. Haz una serie de respiraciones reconociendo la zona. Comienza a rotar tu pelvis suavemente sobre la pelota, con pequeños movimientos. Ahora rota la pelvis hacia atrás, notando como se expanden los isquiones, con el suelo pélvico relajado y cogiendo aire por la nariz; rota hacia delante, suelta el aire lentamente por la boca mientras recoges suavemente el suelo pélvico (como cuando aguantas las ganas de orinar)