mujer tosiendo sentada en el sofá© Getty Images

¿Toser después de comer es normal? Un médico nos da la respuesta

Hay que estar atentos a determinadas señales que nos indican cuándo la tos puede ser reflejo de algún problema de salud


17 de junio de 2025 - 14:22 CEST

Tal vez hayas notado cómo se repite un patrón: una vez que finalizas de comer, te vienen golpes de tos. La tos después de comer puede ser más que una simple molestia: podría estar señalando problemas digestivos, reacciones alérgicas o incluso afecciones respiratorias. Hay múltiples factores que pueden desencadenarla, por lo que hemos decidido preguntarnos por qué sucede y cuándo debemos preocuparnos. 

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¿Es normal toser después de comer?

A todos nos ha podido pasar en alguna ocasión, pero nos preguntamos si es normal toser ocasionalmente después de comer, o siempre indica un problema de salud. El doctor Yago González, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, apunta que toser de forma esporádica después de comer puede ser una respuesta normal del cuerpo ante una leve irritación o al tragar incorrectamente. 

“Sin embargo, si la tos es recurrente, persistente o se acompaña de otros síntomas como dolor torácico, ronquera o dificultad para tragar, es aconsejable consultar a un especialista. Estos signos pueden indicar un trastorno subyacente que requiere evaluación y tratamiento”, detalla.

En general, lo primero en lo que hay que pensar es en un problema de disfagia o dificultad para tragar

Doctor Yago González, especialista en Digestivo

Por qué tosemos después de comer

Una de las primeras cosas que nos planteamos es cuáles son las causas más comunes que influyen en que aparezca la tos después de comer. “En general, lo primero en lo que hay que pensar es en un problema de disfagia o dificultad para tragar, habitualmente en relación con una alteración en la coordinación en la maniobra de la deglución que ya de por sí es compleja. Estas alteraciones suelen tener que ver con trastornos neurológicos (una de las enfermedades típicas es el Párkinson) que condicionan la aspiración de pequeñas cantidades de material alimentario o de saliva a las vías respiratorias”, nos detalla el doctor González. 

Además, el especialista nos explica que el reflujo gastroesofágico es comúnmente causa de tos, pero esta no tiene por qué ser después de comer específicamente, y suele tratarse de un trastorno crónico y acompañarse de sensación de carraspera o irritación faríngea. 

“Por otro lado, también influyen ciertas condiciones médicas como alergias alimentarias, infecciones respiratorias persistentes”, comenta el doctor, que explica, que en algunos casos, la tos se origina por irritación de la garganta debido a alimentos muy calientes, fríos o condimentados.

La tos y el reflujo gastroesofágico

Como indicaba el doctor, el reflujo gastroesofágico puede ser causa de tos postprandial. “En esta afección, el contenido ácido del estómago asciende hacia el esófago, e incluso puede alcanzar la laringe, irritando la mucosa y provocando tos”, nos dice.

Esta forma de reflujo, conocida como reflujo laringofaríngeo, no siempre se acompaña de ardor o acidez, lo que puede dificultar su identificación. “La tos suele presentarse pocos minutos después de comer, especialmente si se ingieren comidas copiosas, grasosas o se adopta una mala postura”, indica el especialista.

La postura y la tos

Una de las dudas que nos planteamos es qué papel juega la postura al comer en la aparición de tos. “Una postura inadecuada al comer, como estar semitumbado o recostado, dificulta la deglución y favorece la posibilidad de que fragmentos diminutos de alimento o pequeñas cantidades de saliva, entren accidentalmente en la tráquea”, nos explica, y añade que, además, también podría provocar el paso del contenido gástrico hacia el esófago, aumentando el riesgo de reflujo y, por tanto, de tos. 

“De cualquier forma, mantenerse erguido durante y después de las comidas es un hábito saludable y disminuye significativamente este riesgo”, nos cuenta.

mujer comiendo un bol saludable sentada en la encimera de la cocina© Adobe Stock

Qué pruebas médicas son necesarias

¿Qué pruebas o exámenes se realizan para diagnosticar la causa de la tos después de comer? Tal y como nos explica el doctor, inicialmente es necesaria una historia clínica detallada y exploración física, donde se evalúan los hábitos alimenticios, síntomas asociados y posibles factores de riesgo. Según los hallazgos, se pueden solicitar estudios específicos.

“Entre las pruebas más comunes están la endoscopia digestiva alta para valorar el reflujo, la videofluoroscopia para analizar la deglución y la pH-metría esofágica de 24 horas. También pueden indicarse pruebas respiratorias o una laringoscopia si se sospecha afectación de la vía aérea superior”, nos dice el experto.

Recomendaciones útiles para prevenir la tos

Le planteamos al doctor qué recomendaciones generales daría para prevenir la tos después de comer. “Es trascendental comer en posición erguida, masticar bien los alimentos y evitar hablar mientras se ingiere comida para prevenir una mala deglución. En este punto, conviene evitar acostarse justo después de las comidas y esperar al menos dos horas antes de recostarse”, apunta el doctor, que añade que, desde el punto de vista dietético, se recomienda aminorar el consumo de alimentos grasos, muy picantes o ácidos, así como bebidas con gas y cafeína. 

En último lugar, sugiere también comer despacio, en porciones moderadas y mantenerse bien hidratado, pues son hábitos que también contribuyen a minimizar el riesgo de tos postprandial.

Algunas personas desarrollan una tos funcional sin causa orgánica clara

Doctor Yago González, especialista en Digestivo

Estrés y ansiedad

Hay otros factores, como por ejemplo el estrés o la ansiedad, que también pueden influir en la aparición de tos después de comer. “Pueden desencadenar síntomas físicos, incluida la tos, especialmente en contextos como la comida, donde pueden alterar la motricidad esofágica o generar hipersensibilidad laríngea. No obstante, algunas personas desarrollan una tos funcional sin causa orgánica clara”, detalla el especialista.

Por otro lado, la ansiedad puede favorecer el reflujo gástrico al aumentar la presión intraabdominal y modificar el patrón respiratorio. “En estos casos, es aconsejable incluir técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual o derivación al especialista en salud mental si es necesario”, nos indica.

Cuándo conviene consultar con el médico

Teniendo todo esto en cuenta, nos planteamos cuándo debería alguien que tose después de comer consultar a un médico. “Debe acudirse al médico si la tos después de comer es frecuente, se prolonga más allá de unas pocas semanas o se asocia a síntomas como pérdida de peso, disfagia, dolor torácico o cambios en la voz”, nos detalla.

Además, el especialista nos cuenta que es conveniente consultar si la tos interfiere con la calidad de vida, altera el sueño o provoca atragantamientos repetidos. “En personas mayores o con enfermedades neurológicas, la tos al comer puede ser un indicio de aspiración con riesgo de neumonía, por lo que se debe valorar cuanto antes”, detalla.

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