1. Todos los textiles a juego
Esta tendencia, que se llevaba hace años, ahora solo desprende un estilo pasado de moda. Cojines a juego con las sillas del salón, las cortinas o la tapicería de la butaca dan una sensación demasiado empastada.
Lo ideal es que elijas tonos suaves y añadas pinceladas de colores más potentes y llamativos, como granate, azul o mostaza. Si quieres añadir más de una tonalidad, asegúrate de que los colores sean complementarios. Si empleas una base neutra, como beige, blanco o gris suave, acertarás seguro. ¿Otra opción? Incluir en los textiles un color en distintas intensidades.
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