¿Qué material instalar?
A la hora de elegir un suelo continuo, es habitual decantarse por materiales como el hormigón pulido, el microcemento, el vinilo, el linóleo o, incluso, la moqueta. Con estas opciones, reducirás la presencia de las juntas a la mínima esencia, haciendo que el espacio resulte más limpio, sencillo de mantener y con la sensación de que es más grande.
Pero hay otras opciones que, si bien sí presentan juntas, al contar el mismo pavimento en toda la casa ofrecen las mismas ventajas que los suelos continuos. Así, materiales como el parquet o la cerámica son perfectos para conseguir esa unidad decorativa y la sensación de que el espacio es más amplio. Y todo sin perder la elegancia y resistencia y gran gama de acabados de estos materiales.
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