1/9 © Adobe Stock

Aunque todavía los días son cálidos y luminosos, incluso con altas temperaturas, lo cierto es que el otoño está a la vuelta de la esquina. Ahora es el momento de encarar el final del verano en el jardín y el huerto, y de prepararlos para cuando se produzca la bajada de las temperaturas.

 

El clima marca la pauta

Si atendemos al calendario, el verano está ya dando sus últimos coletazos, puesto que la fecha oficial de su final, y por consiguiente del nacimiento del otoño, es el 23 de septiembre.

Sin embargo, es posible que aún nos queden algunas semanas de tiempo cálido, incluso muy caluroso. Lo cierto es que, a pesar de la cronología, es el clima el que manda a la hora de trabajar en el huerto y el jardín.

Si vives en una zona cálida con mucho sol y altas temperaturas, seguramente el verano se alargará, por lo que podrás alargar también los cultivos de verano en el huerto. Pero si vives en una zona dominada por el frío, tendrás que darte más prisa en preparar el jardín y el huerto.

Leer: Aprende a elegir un sustrato de calidad para tus plantas (ellas te lo agradecerán)

2/9 © Adobe Stock

Recuperar las zonas dañadas

El verano, cuando es extremadamente caluroso, hace estragos en el jardín y también en el huerto. En la mayoría de las ocasiones las plantas soportan las altas temperaturas con riego constante y atenciones, y aun así el calor deja secuelas en el terreno.

Por eso, el primer paso es recuperar el suelo y las zonas dañadas en parterres, zonas de plantas de flor o en la pradera. En el caso del césped ahora es el momento de escarificarlo, es decir, de pincharlo con herramientas específicas para airearlo y oxigenarlo. También tendrás que resembrar las zonas poco pobladas o las calvas que pueda tener.

Leer: Las plantas de exterior en maceta requieren una dosis extra de mimos en verano

3/9 © Andreas en Pixabay

Los cultivos del huerto

La vida de aquellas plantas que pusiste en el huerto a principios del verano está llegando a su fin. Poco a poco se van agotando, lo que seguramente notes en que ya no dan tantos frutos, ni tan grandes. Es el momento de ir pensando en cambiar a otros cultivos más propios del otoño o del invierno.

Cuando quites las plantas agostadas de un bancal, aprovecha para ararlo para preparar la tierra. Tendrás que remover la capa superior, que estará seca por efecto del calor, y airear el terreno con un buen arado. Aprovecha para eliminar las malas hierbas, un trabajo esencial.

Después aplica una buena capa de materia orgánica como hummus de lombriz, estiércol o compost. Así el suelo se recuperará antes y mejor.

Leer: Cómo cultivar plantas de tomate y disfrutar de tu propio huerto

4/9 © Adobe Stock

Abonar el jardín

Una vez hayas preparado la tierra y eliminado las malas hierbas, el siguiente paso consiste en aplicar un abono de forma puntual capaz de devolver al suelo los nutrientes necesarios para las nuevas plantaciones.

Utiliza un fertilizante adecuado, rico en potasio y con menos nitrógeno. Esto te ayudará a devolver al terreno un poco de esplendor, ya que después del verano habrá quedado bastante agotado.

Leer: Elige los mejores fertilizantes para tus plantas y revitaliza tu jardín

5/9 © Adobe Stock

Elige especies para la nueva temporada

Pensando en el frío que inevitablemente llegará, lo mejor en este momento es elegir cultivos para el huerto que sean capaces de soportar bajas temperaturas. Algunos de ellos son las acelgas, los guisantes o las espinacas.

También puedes sembrar lechugas y escarolas en semillero. Cuando las plántulas tengan 4 o 5 hojas podrás trasplantarlas al suelo del huerto. Planta ajos directamente en el terreno bien abonado; puedes hacerlo hasta enero. En septiembre y octubre puedes poner también zanahorias, aunque debes tener cuidado con las primeras heladas otoñales. Protégelas con acolchados.

Leer: Todas las claves para plantear un jardín verde y frondoso, pero con un bajo consumo de agua

6/9 © Adobe Stock

Sembrar plantas de flor

También has de pensar en nuevas especies florales para el jardín, que aguanten la bajada de las temperaturas. Eso no significa, en absoluto, sacrificar la belleza y el color del espacio exterior.

Planta hortensias, por ejemplo, una especie de flores bellísimas que necesita humedad y que crece muy bien aunque no le dé mucho el sol. Las dalias son otra opción, ya que sufren con el calor del verano y reviven al llegar el otoño. Además, son resistentes al frío. Los pensamientos estarán también preciosos en esta época del año. Si les das la humedad que necesitan continuarán floreciendo.

Leer: Cómo debes podar las plantas de tu jardín en otoño

7/9 © Adobe Stock

Reduce el aporte de agua

El exceso de riego es uno de los grandes males que acechan a las plantas. Por eso, ahora que el calor no es tan intenso tendrás que reducir los aportes hídricos, ya que tus plantas ya no tienen tanta sed. Revisa el sistema de riego, si es que lo tienes, y asegúrate de que está en buen estado y prográmalo para alargar la frecuencia del riego y disminuir la cantidad de agua.

Leer: Cómo solucionar el exceso de riego en el jardín. ¡Salva tus plantas!

8/9 © Adobe Stock

¡Ojo con el viento!

El otoño puede ser una estación muy benigna, con días cálidos y soleados. Pero también puede traer lluvias torrenciales y vientos fuertes. Por eso, conviene que estés preparado y pienses en instalar protecciones antiviento para tus plantas más delicadas y las que estén más expuestas a la intemperie. Puedes usar pantallas o cubiertas de plástico a modo de túnel que las protegerán, además, del frío invernal.

Leer: 6 arbustos de crecimiento rápido con los que plantar un seto en tu jardín

9/9 © Adobe Stock

Pon en marcha los acolchados

Es una tarea importante: realizar acolchados de las plantas más sensibles al frío. El trabajo consiste en cubrir el terreno alrededor de la planta con diferentes materiales que protejan las raíces del frío y las heladas. Puedes usar difrentes materiales como corteza de pino, compost o paja.

Leer: Así puedes emplear el mantillo para mejorar el sustrato de tus plantas en el jardín

Más sobre: