1/12 © Martín García Pérez para Melián Randolph

Introducir elementos de agua en el jardín a modo de albercas, piscinas, fuentes, estanques, pilones… hará que gane muchos enteros en cuanto a su diseño. En Andalucía monumentos emblemáticos como el patio de los Leones en la Alhambra (Granada) o la fuente de Mercurio de Medina Azahara (Córdoba) nos recuerdan el amor por el agua de la civilización árabe, posteriormente no ha dejado de fascinarnos este líquido. Para explicarnos cómo crear láminas de agua en el jardín hemos conversado con el paisajista Fernando Nájera (fernandonajera.es), quien tiene muchos consejos que aportarnos.

En la imagen de la propuesta vemos el jardín de una casa situada en la serranía de Ronda (Málaga) donde el paisajista Pablo Vidal ha ‘domesticado’ el agua que mana de la montaña creando una alberca y una piscina, en cemento bruñido a mano (a la manera tradicional), jabelga y barro. El interirorismo, por su parte, lo ha realizado Melián Randolph.

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2/12 © Fernando Pozuelo Landscaping Collection

Distintos tipos de láminas de agua

Fernando señala que es importante distinguir entre superficies de agua meramente estéticas, y aquellas que también tienen una función práctica: baño, riego, abrevadero de fauna… Las primeras son las conocidas genéricamente como fuentes o estanques, mientras que las segundas aglutinan a piscinas, albercas (esta forma parte de un jardín diseñado por Fernando Pozuelo Landscaping Collection), pilones o piletas.

Finalmente, hay que destacar que existen láminas de agua híbridas, por ejemplo, pilones sumamente atractivos y pequeños que sirven de fuente y piscina a un tiempo, o piscinas naturalizadas, a caballo entre la lagunilla, el estanque o la piscina que son opciones sumamente interesantes. En algunos casos la delgada línea que separa unas de otras es casi imperceptible.

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3/12 © Ábaton

El lema de ‘menos es más’ no funciona siempre

Si cuento ya con láminas de agua de uso recreativo, ¿eso excluye que pueda poner las ornamentales? El paisajista considera que depende del espacio, “si en un patio pequeño construimos una alberca/piscina no parece muy necesario agregar una fuentecilla, pero dependerá de los metros disponibles y el estilo del lugar. En ocasiones es el juego entre varias láminas el verdadero interés del espacio exterior”. Como ejemplo, este proyecto que firma Ábaton.

Y añade, “en cualquier caso, no se deben descartar una u otra por la simple preexistencia de la otra. En los jardines que se prestan a ello, a mí me gusta instalar más de una fuente, aunque ya haya una piscina. En formato caño, fuente en una hornacina o en un rincón asilvestrado la variedad tipológica da mucho juego, y cada rincón del jardín puede gozar de un tipo de sonido y visión del agua”.

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4/12 © Fernando Nájera Paisajista

Su finalidad estética en el jardín

El paisajista opina que las láminas de agua, tal y como sucede asimismo con el fuego, son poderosamente atractivas y cautivadoras. Generan puntos focales muy interesantes y, además, en múltiples ocasiones reflejan su alrededor, es decir, actúan de espejo. En otros constituyen el punto de fuga, ese punto al que se va la vista en la lejanía. En todo caso, la suma del agua en sí, más el continente: pilones, fuentes de piedra, orillas naturalizadas… son verdaderos reclamos estéticos que siempre mejoran el jardín. En la propuesta, un bello jardín naturalizado diseño del paisajista que nos asesora en el reportaje, Fernando Nájera.

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5/12 © PxHere

Otras funciones aparte de embellecer

El experto destaca que “una lámina de agua, por pequeña que sea, tiene utilidad ecológica. Desde un pequeño bebedero de aves hasta un gran estanque, todas tienen su utilidad. Naturalmente es a partir de un cierto tamaño cuando sus efectos se magnifican, pero hay que entenderla dentro de su contexto. Un patio con una fuentecilla será mejor que sin ella, pero esa fuente en una gran finca será insuficiente”.

Además, cuando la lámina adquiere cierto tamaño contiene suficiente agua como para que sus efectos termorreguladores se dejen notar: calentándose menos que el suelo circundante de día, y manteniéndose estable por la noche. También sufrirá evaporación, con lo que la humedad ambiental subirá y contribuirá a un mayor confort en episodios de calor. Naturalmente estas superficies de agua sirven de sustento a comunidades biológicas, que según como planteemos la lámina se acostumbrarán a beber allí, como algunos pequeños mamíferos o aves, o incluso a vivir, como anfibios, peces…

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6/12 © PxHere

Un elemento de agua muy funcional

Un estanque o pilón que sirva para el riego tiene que cumplir dos premisas básicas: un tamaño acorde al consumo del riego, y no estar tratado químicamente.

No conviene que los estanques o pilones se sequen totalmente nunca, por lo que las variaciones de nivel después o durante el riego han de ser moderadas, por lo que conviene cierta sobredimensión, si gastamos 1.000 litros día, que sea de 2.000 litros, por ejemplo. Así, además tenemos una reserva de agua extra por si acaso.

La segunda condición es no clorar el agua. Como se renovará muy a menudo no se va a corromper, pero el cloro sí podría ser muy perjudicial para las plantas regadas.

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7/12 © La Habitación Verde

Máximo bienestar sensorial

Está sobradamente comprobado que el agua genera bienestar en el ser humano. Su sola presencia sosiega, nos reconecta con la naturaleza, pero es que además su rumor es muy agradable y ver el agua en movimiento resulta hipnótico y placentero. “Pero, como todo en la vida, una rumorosidad alta y un agua turbulenta pueden resultar nerviosos, por ello hemos de procurar que su presencia sea insoslayable, pero discreta”, advierte Fernando.

En este jardín ideado por La Habitación Verde se incorpora un estanque circular.

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8/12 © Fernando Nájera Paisajista

El mantenimiento, clave

¿Quieres saber si láminas de agua puramente ornamentales están muy extendidas, para instalarlas en tu jardín? De hecho el experto reconoce que sí, y son las más habituales después de las piscinas. “Me atrevería a decir que por cada 10 piscinas hay dos láminas ornamentales”, afirma.

El uso de estas láminas requiere de cierto cariño, porque, si bien no son muy complejas de mantener, hay que prestarles algo de atención: vigilar que el bombeo no se obstruya, retirar hojas caídas o renovar el agua de vez en cuando son algunas de las cosas que hay que hacer en algunos momentos. Acciones que damos por sentado en una piscina, pero que muchos no asumen para su fuente (esta forma parte de un proyecto realizado por Fernando Nájera Paisajista).

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9/12 © Simbiosi Estudi

Piscinas y albercas de gran valor estético

“En general aconsejo que la piscina o alberca tenga sentido en el espacio en el que se sitúa. No entiendo esas piscinas que ocupan todo el espacio disponible en jardines reducidos, ni láminas ridículas en grandes espacios. A medio camino entre el diseño arquitectónico y el paisajismo puro, el diseño de estos espacios ha de ser armónico y proporcional”, expone Fernando.

También el uso de materiales y colores que encajen en el espacio ayuda mucho al éxito de estas. Al experto por ejemplo le gustan mucho los materiales poco transformados: piedra, barro, ladrillo, azulejo tradicional, cemento y microcemento… pero para algunos casos también hay que innovar y valerse de las innovaciones disponibles. “En general el agua tiene que ser la protagonista, así que prefiero que el continente no acapare todas las miradas, o al menos lo comparta razonablemente”, afirma. Así ocurre en este jardín, diseño de Simbiosi Estudi.

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10/12 © Carla Capdevila para Paisajes Pensados

Las piscinas naturalizadas comienzan a triunfar

El paisajista reconoce que las piscinas naturalizadas no son mayoritarias en absoluto, no obstante, puede que ganen más popularidad en los próximos años debido al uso más razonable de productos químicos que hacen y la existencia de flora acuática actuando de dinamizador biológico.

“En realidad, son lagunas biotecnológicas que cuentan con elementos de filtración mecánica, pero con la parte química natural, con lo que bien cuidadas son más respetuosas con la piel y el medio ambiente. Además, tienen un atractivo visual indudable y nos transportan muy lejos, porque generan un paisaje muy especial. Así y todo, no valen para cualquier lugar, ni cualquier persona. Son productos altamente especializados que requieren de como mínimo los mismos cuidados de una piscina convencional. Pero, por otro lado, son más eficientes, ecológicas y, de forma indiscutible, muy atractivas”.

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11/12 © Desi Salto

Piscinas con un plus

¡Nadar es prácticamente lo menos que hacemos en una piscina doméstica! “Salvo grandes piscinas o calles de nado preparadas para la natación lo más habitual es el chapoteo, y desde hace unos años con la proliferación de las escaleras de obra, el momento relax en compañía en estos peldaños ha ganado adeptos”, revela Fernando.

Pero las piscinas pueden ser mucho más útiles agregando un chorro de natación contracorriente: para poder nadar sin necesitar mucho espacio; chorros de tipo spa, barandillas integradas para ayudar en rehabilitaciones o con personas de edad más avanzada, solárium semihundidos para tomar el sol o accesos en rampa muy suaves para facilitar el uso a niños pequeños.

Por supuesto, añadir sistemas de climatización va a permitir extender la temporada y sacarle mucho más juego.

Esta villa cuya reforma firma JRW Arquitectura y, el interiorismo La Albaida, cuenta con dos piscinas, la amplia y una mini burbujeante con el agua climatizada y una manta térmica.

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12/12 © Freehand Arquitectura

Convertir las láminas de agua en estrellas del jardín

¿Cómo logro que estos elementos se conviertan en un punto focal? Sin duda, lo primero de todo es diseñar un espacio que predisponga a ello. Por muy bonita y atractiva que sea una fuente, si no se ve detrás de varios setos nunca será un punto focal. Hay que jugar con las vistas y los puntos de fuga, de modo que los enfaticemos con la lámina de agua.

Fernando ofrece varios ejemplos: en un jardín alargado podemos plantear una pequeña fuente en el fondo flanqueada por unos arbustos si queremos que la vista se vaya inexorablemente hacia allí; si, por el contrario, queremos que la fuente sea el eje visual (y no el punto focal), lo que haremos será construir una fuente delgada a lo largo del espacio. En un ambiente cuadrado una lámina central actuará de punto focal, pero en un ámbito de 360º… es decir, en la mayoría de los casos primero hay que concebir el espacio de modo que funcione para sus usuarios, y después colocaremos la fuente enfatizando ejes o puntos focales. En otros pocos casos la lámina será tan atractiva y nuclear que diseñaremos a partir de ella, pero son los menos. 

En esta vivienda en Saiáns (Vigo) diseñada por Freehand Arquitectura en colaboración con el arquitecto Ángel Santorial, se diseña una piscina infinita que se vuelca al espectacular paisaje verde, que se refleja en el agua.

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