El interiorista Fabián Ñíguez (www.fabianniguez.com) supo hacer de un piso insulso y sin ningún valor en Madrid un hogar especial y con mucho encanto. Situado en el barrio de Salamanca, junto al Retiro, aquí vive junto a su marido, Gabo Castillo y sus dos perros shiba inu, Yoshi y Kenzo.
Declaración de intenciones
Vemos la entrada del piso, de unos 80 metros², construido en 1920 y en el cual la premisa fue devolverle el esplendor de una época pasada, ya que el interior no se correspondía con la nobleza de la fachada del edificio. Para ello Fabián hizo que la arquitectura interior y las piezas de arte fueran uno, porque tanto él como su pareja son grandes apasionados del arte. Para crear una entrada triunfal, instaló un mueble de recibidor comprado en un anticuario en Francia, un caballo de barro adquirido en Panamá (tierra natal de Gabo) y una evocadora fotografía collage de Naro Espinosa. De fondo, un papel tapiz Zhou Jun de Lorenzo Castillo para Gastón y Daniela, en azul, el color favorito de los jóvenes propietarios.
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