Si te cuesta conciliar el sueño, aunque estás muy cansada, o te despiertas antes de tiempo, y no es cosa de la edad ni de la menopausia, quizás el problema se encuentra en la decoración del dormitorio. Para ayudarte en la tarea, hemos seleccionado las 10 cosas que pueden convertirlo en una estancia estresante, en lugar del templo del relax y la calma que debe ser. Evidentemente la mejor decoración y distribución tienen poco que hacer si el colchón no es el adecuado ni cumple tus expectativas, o si desde tu ventana te llegan todo tipo de ruidos de noche y de día. Por eso, la primera medida es en cambiar uno u otro y después seguir con el interiorismo.
1. Una cama sin cabecero o un diseño demasiado ligero
Además de ser importante en la decoración del dormitorio, el cabecero es una pieza clave para el descanso, ya que según el Feng Shui nos aporta seguridad y estabilidad en nuestro día a día. La cama es el elemento central de la habitación y el cabecero nos proporciona protección y descanso a nivel personal y en nuestra vida en pareja. Debe ser robusto, abarcar el ancho de la cama y apoyarse en la pared. Los de madera son una buena opción, al igual que los tapizados, que ofrecen sensación de confort, y evita los de hierro. Respecto a su forma, los más recomendados son los cuadrados o con líneas horizontales que proporcionan estabilidad en los diferentes ámbitos, también en el profesional; y los rectangulares y de madera, que dan seguridad y confianza. Evita los triangulares, que aumentan el estrés, y los redondeados que pueden llegar a ser inestables.
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