¿Echas de menos tus vacaciones? Descubre cómo alargar el verano dentro de casa
Con una ‘deco’ apetecible, exótica, natural y colorida
Septiembre marca el inicio de curso y el fin de las vacaciones, incluso para aquellos que las disfrutaron en el mes de julio. Los niños vuelven al colegio, nosotros a la oficina (literalmente porque el teletrabajo ha terminado para muchos), los días son más cortos y la rutina se instala nuevamente en casa. Pero si quieres alargar un poco más el verano y el ambiente vacacional, sin playa ni cóctel exótico, pero con detalles muy inspiradores, toma nota de estas 10 ideas de decoración. ¿Síndrome posvacacional? Con estas claves ni te enterarás.
Fase de preparación
Una vez superada la fase de negación del fin de las vacaciones, llega el momento de la verdad. Piensa que, aunque tuvieras tres meses de descanso como los más pequeños, nunca serían suficientes y siempre se pasarían igual de rápidos. Para prepararse para la vuelta a la normalidad, además de haber dejado tu casa recogida y la cama hecha, los psicólogos recomiendan volver con tiempo suficiente para adaptarte a horarios y hábitos propios del invierno (comida y deporte, principalmente) y empezar a planear el próximo viaje, para mantener la ilusión.
Rodeada de naturaleza
Después de tanto tiempo disfrutando del exterior, no es fácil volver a encerrarse en casa. Ante esto, la mejor opción es traer el verde y el color de las plantas y las flores a las estancias interiores y llenar (una o dos plantas perdidas no funcionan) con ellas nuestros rincones preferidos. Ramos de flores sobre la mesa de comedor, algunas plantas en el salón, aromáticas en la cocina, helechos en el baño… En definitiva, rendimos pleitesía a la naturaleza, en todas sus variantes y nos beneficiamos, además, de sus bondades: elevan el ánimo, purifican el ambiente, mejoran nuestro rendimiento, decoran y nos hacen estar a la última, ya que biofilia es una de las tendencias de decoración del momento.
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Un toque ‘boho’
La decoración ‘boho’ tiene un encantador aire viajero, que nos permitirá evocar tus viajes veraniegos, incluso cuando no hayas salido de España. Además, es alegre, apetecible y cálido, tanto que no echarás de menos la hamaca de la playa. Para integrarlo en tus estancias, debes recurrir a madera, fibras vegetales (el ratán es uno de sus preferidas), tejidos naturales, como el algodón, la lana o el terciopelo, y objetos de aire étnico, como una alfombra bereber, un cesto, una figura o un jarrón hecho a mano. Aderézalo con una pincelada ecléctica y un cierto ‘desorden ordenado’ y el estilo bohemio reinará en tu hogar.
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Una atmósfera tropical
Si hay un estilo que te permita viajar sin moverte del sofá o sin salir de la cama, ese es el tropical. Exótico, alegre y multicolor, las telas con hojas de plátano, piñas y flamencos son clave para crear esa atmósfera ‘urban jungle’. Eso sí, tampoco te decimos que apuestes por un ‘total look’ durante el invierno, sino que des a tu decoración una pincelada de este estilo, a través de la ropa de cama y los cojines. Si puedes incorporar una hamaca o sillón colgante, aptos también para las tardes de frío, el efecto será espectacular.
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Colores alegres
El verano es sinónimo de vacaciones y días de playa y montaña. Por eso, la paleta cromática apuesta por el azul, el verde, el amarillo o el rojo. Tonos brillantes que nos proporcionan alegría y felicidad. Para una decoración veraniega en pleno otoño, nada mejor que incorporar algunos esas tonalidades en cojines, cortinas, manteles, ropa de cama, toallas de baño... Eso sí, para no caer en el efecto multicolor y dar sentido a tanta vitalidad ‘deco’, es conveniente establecer dos o tres tonos dominantes y mantener cierta neutralidad, que ayude al equilibrio visual.
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Materiales ligeros
Nos encantan los visillos que dejan pasar la luz, el tacto del lino y la naturalidad del algodón. Por eso, nos resistimos a abandonarlos con las primeras lluvias y seguimos vistiendo la casa con su ligereza y luminosidad. Todavía no es el momento de volver a las pesadas cortinas opacas que nos abrigan durante el invierno, ni siquiera de sacar la artillería pesada de colchas y edredones. Estamos en época de cojines de lino lavado en tonos claros y naturales, mantas ligeras de sofá y alfombras de pelo corto.
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Con mucha luz
Ahora que los días se acortan necesitamos creer que no anochece hasta las 10, aunque sea con una buena iluminación. Como el verano es posiblemente la temporada más brillante de todas, nada mejor para prolongar las vacaciones que un alto grado de luminosidad, que evite que nos pasemos al lado oscuro. Para potenciar la iluminación general, añadimos lámparas de pie, de sobremesa, guirnaldas o, incluso, modelos portátiles (todo un ‘must’ de este verano), que nos ayuden en la tarea. Tampoco pueden faltar las velas que nos recuerdan las cálidas noches veraniegas.
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Comidas al aire libre
Disfruta de cada rayo de sol como si fuera el último de este verano. Bajo esta premisa, nos negamos a abandonar la terraza y el jardín y apostamos por las comidas (las cenas, mejor dentro) al aire libre. Para mantener vivo el espíritu vacacional, seguimos usando nuestra vajilla y cristalería más veraniegas y ponemos un centro de hortensias, por ejemplo, que mantenga viva la llama del buen tiempo. Eso sí, para estar realmente a gusto, a lo mejor tienes que tener un mantita cerca, encender la chimenea de exterior o tomar el café dentro de casa. ¡No se puede tener todo!
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Una sesión de ‘spa’ casero
Cuando llega el otoño, tu piel y tu pelo necesitan una ración de cuidados y mimos extras, para ayudarlos a recuperarse de los excesos del verano. En este objetivo ‘beauty’, el baño de casa puede ser el mejor ‘spa’ donde ponerse una mascarilla hidratante, relajarse en una bañera de espuma o disfrutar de una ducha energizante. Para ello, debes apostar por una decoración ‘wellness’, mantener todo organizado y en su sitio (el desorden siempre es estresante), decir sí a los materiales naturales, colocar una o varias plantas e incorporar detalles ‘deco’ que creen atmósfera, y no solo hablamos de velas.
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Cine de ¿verano?
Como todavía quedan muchos días de sol, el veranillo de San Miguel todavía está lejos, nos resistimos a volver al salón de casa y reivindicamos el placer de disfrutar de una buena película o una serie en el sofá del jardín, aunque sea con mantita. Además de sus muchas ventajas, es más seguro para disfrutar con amigos y permite que los niños jueguen a la PlayStation sin molestar a los mayores, estamos ante una de las tendencias de decoración del año, cuyo éxito ha hecho aumentar las instalaciones de este tipo un 40%, según Espacio Scena.