1/11 © Christopher Dibble

Si rodeos, en este práctico de decoración de interiores vamos a exponer claramente todo lo relacionado con los suelos laminados. Qué son exactamente, sus ventajas, desventajas (si las tienen), precios, tipos de instalación y de pavimento dentro de esta categoría… Conociendo el producto podrás escoger mejor y tener la certeza de que tu elección se adapta a lo que quieres. Además, te ayudará a mantenerlo mejor. Madera parece, pero no lo es.

 

¿Qué es un suelo laminado?

Es un tipo de pavimento que parece madera pero que no lo es. Cada pieza de un suelo laminado está formada por varias capas o láminas, de ahí su nombre. La capa superior es la que ofrece el nivel de resistencia. Protege el suelo de manchas, desgaste, impactos y arañazos. A continuación lleva una capa de diseño, que es la que da aspecto al suelo. Es una fotografía en alta resolución, hiper realista que reproduce el acabado natural. Después hay un núcleo resistente a la humedad realizado en tablero o fibra de alta densidad y, por último, una capa equilibrante de refuerzo para que la pieza del suelo laminado no se arquee.

 

Ventajas y desventajas

- Gran variedad de acabados. 

- Un suelo laminado es fácil de mantener.

- Su instalación es rápida y no requiere grandes obras.

- Su relación calidad-precio hace que sea asequible y no implica una gran inversión para cambiar de aspecto la casa.

- Como desventaja, no se puede reparar.

- Su punto débil es el agua.

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2/11 © Eric Pàmies para Pia Capdevila Interiorismo

¿Tiene aspecto real de madera? ¿Y tacto?

La calidad del suelo hará que su imagen sea realista. El suelo laminado sí parece madera aunque no lo es y en ello interviene la capa de la imagen del suelo y la de terminación que puede aportar estructura o textura. Esa capa tiene lo que se denomina grabado en relieve que aporta el efecto rugoso o irregular de la madera, haciendo que la sensación al tacto sea muy semejante a la de un tablero de madera maciza.

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3/11 © David J Miller para Sky Architect Studio

¿Cómo se instala el suelo laminado?

Los suelos laminados se venden en formato lamas. Estas pueden ser de diferente ancho y largo. Esa elección determina el efecto final, que haya más o menos juntas. También influirá en el precio. Por lo general, cuando más anchas y largas sean las lamas, más subirá el presupuesto. Esas lamas se colocan sobre una superficie rígida, estable y nivelada. No se puede instalar un suelo laminado sobre arena. Pero sí sobre un suelo de baldosa ya existente si está nivelado, sin desniveles. Se coloca una capa de foam o base aislante (que la hay de diferentes calidades, algunas más aislantes que otras en caso de necesitarlo por ser una casa especialmente fría o cálida) que amortigua la pisada y, a continuación, el suelo laminado mediante sistema en clic, que implica que cada pieza encaja en la siguiente.

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4/11 © The Room Studio

¿En qué consiste la instalación en clic de un suelo laminado?

Se trata de un sistema que facilita la instalación de las piezas del suelo laminado. Cada tira lleva una hendidura en un lateral y una rebaba saliente en el contrario; de manera que encajan las lamas a modo de machihembrado. De esta manera no hay que usar adhesivos ni ningún tipo de pegamento. Bastan unos golpes con un martillo de plástico para que queden perfectamente unidas.

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5/11 © Allison Campbell Design

¿Qué se debe tener en cuenta en la instalación?

Además de que la superficie está nivelada, has de saber que al colocar la base aislante debes prestar atención para que las juntas no coincidan luego con las de las lamas al colocarlas. Si te lo instalan los profesionales no tendrás que preocuparte, pero si vas a hacerlo tú, conviene saberlo. El suelo laminado es relativamente fácil de colocar por lo que puedes lanzarte. Extiende la base aislante de forma perpendicular a como colocarás las lamas y sella las uniones con cinta antihumedad.

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6/11 © Ddreps para Kimberly Peck Architect e Interior Finishes

¿En qué sentido se deben colocar las lamas del suelo laminado?

Se refiere a la orientación que deben tener las lamas. Lo ideal es que queden de forma perpendicular a la entrada de luz en la casa; es decir, en la misma dirección que la entrada de luz. Si bien, también es cierto, que se puede jugar con la orientación de las lamas para crear efectos visuales ya que si se instalan en horizontal, la estancia ensanchará visualmente; mientras que en vertical, parecerá más larga.

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7/11 © Deleite Design

Tipos de suelos laminados: con o sin bisel

Escoger un suelo laminado con o sin bisel responde a una cuestión estética. El bisel es una hendidura que llevan las lamas en los laterales, de manera que al instalarlas se crea un desnivel entre unas y otras. Es decir, un suelo laminado con bisel es para los que no quieren un suelo liso con más sensación de continuidad; sino que buscan marcar la dirección de las lamas.

 

Existen diferentes tipos de acabados de bisel. Los que se aprecian longitudinalmente, denominados tipo V2; y los que marcan el bisel en los cuatro lados de una lama, llamados V4. Además, puedes encontrar suelos con la característica de tener microbisel, un tipo en el que las hendiduras están más suavizadas.

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8/11 © Espejo y Goyanes

Tipos de suelo en cuanto a su resistencia

La durabilidad de un suelo laminado está determinada por el criterio de abrasión y se indica mediante las siglas. Se mide la resistencia al desgaste con niveles que van desde AC1 a AC6. Esta última casi reservada para suelos de uso comercial muy transitado. En un uso residencial, puedes escoger desde AC1 a AC5 en función de si hay niños pequeños, mascotas, un entorno de tierra que pueda colarse en el interior… Otro criterio aplicado, aunque menos conocido, en un suelo laminado es el criterio de impacto, determinado por las siglas IC.

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9/11 © The Room Studio

¿Hay laminados resistentes al agua?

Al no tratarse de madera, los suelos laminados tienen la ventaja de admitir una limpieza con agua. Ahora bien, siempre se aconseja que sea con un utensilio muy escurrido porque si el agua se filtra por las juntas puede llegar al corazón de la lama, que sí puede abombarse. Los suelos laminados, según modelos, tienen un grosor de 7 a 12 mm. Si son resistentes al agua se denominan hidrófugos, y son especiales para instalar en cocinas y baños, así como en otros ambientes donde puede haber contacto directo con el agua o fugas, como un cuarto de lavado. La diferencia es que son más resistentes a esa hinchazón. Si buscas un suelo impermeable, entonces tendrías que pensar en los vinílicos imitación madera.

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10/11 © Thinking Home

¿Cuánto cuesta un suelo laminado?

En función de marcas, modelos, nivel de resistencia, etc. los precios de un suelo laminado varían. Los encontrarás en el mercado desde lo 10 €/m2 sin instalación. Un precio medio de un buen suelo laminado AC5 está en 18-20 €/m2. Es importante determinar si en el precio está incluido el foam o base aislante. Cuenta que si quieres una de características especiales (por ejemplo, más aislante) el precio sube. Ese aislante se vende en bobinas. Su precio va desde 1,5 a 4-5 €/m2. Un precio razonable de instalación ronda los 10 €/m2, aunque hay factores a tener en cuenta como si la casa está vacía de muebles o no o si hay que moverlos.

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11/11 © Allison Campbell Design

¿Cómo limpiar el suelo laminado?

Y por último llegamos al apartado de la limpieza y mantenimiento de un suelo laminado. Lo más correcto es aspirarlos o barrerlos (se puede usar robot aspirador). Se puede pasar una fregona bien escurrida con un detergente neutro o usar la mopa con un producto especial para suelos laminados. Si hay manchas concretas adheridas, usa un paño y frota sobre ellas.

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