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Si algo bueno ha traído el coronavirus es recuperar el placer de cocinarrecibir en casa y reunirnos alrededor de la mesa. Por eso, no debemos descuidar ningún aspecto de nuestro comedor, desde la decoración de interiores hasta la elección de los muebles o las proporciones de la habitación. El ideal debe estar amueblado con el máximo cuidado para seguir siendo amigable, práctico y, siempre, elegante. Moderno y clásico, muebles llamativos o no, mesa cuadrada o redonda, proporciones, número de sillas... Estos son los 10 errores más frecuentes (y sus soluciones) que debes vigilar. 

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1. Elegir mal la mesa

El elemento central del comedor es (y debe seguir siendo) la mesa. Rectangular, cuadrada, ovalada o redonda (¿por qué no?). Esto aumenta la importancia de buscar aquella con la forma idónea, según la planta, los metros disponibles, la distribución y los gustos, aunque ahora, la tendencia se dirige hacia las rectangulares o las cuadradas. Por ejemplo, una mesa cuadrada grande reduce el espacio y es menos estética en una habitación alargada;  mientras que en habitación cuadrada, puedes optar por una cuadrada, sin temor a equivocarte, o ser menos conservadora y optar por un modelo redondo, que ‘suavice’ la planta y aporte fluidez, sin perder de vista su carácter amistoso, ya que los invitados están más cerca uno de otros.

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2. Sobrecargarlo de muebles

El comedor no debe perder su vocación principal: servir para las comidas, incluso si estamos cada vez más acostumbrados a usarlo como escritorio para los niños u oficina en casa. La mesa debe ser la pieza principal. A su lado, puedes colocar un aparador ‘buffet’ (tendencia esta temporada), una consola, una vitrina para guardar la vajilla especial, pero nunca un armario demasiado grande, o un carrito con ruedas. No tengas miedo al ‘horror vacui’: a veces es mejor menos que más.

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3. Escoger el mobiliario después de la decoración

Normalmente, cuando vas a renovar tu comedor, sueles liarte la manta a la cabeza y rehacer la habitación de arriba abajo: paredes, techos, suelos, telas... Para que todo vaya en sintonía, es mejor pensar en los muebles y dejar para después el papel pintado o el color de la pintura. Si lo haces al revés, estarás limitando tus posibilidades. 

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4. Piezas demasiado llamativas

A la hora de adquirir el mobiliario para tu comedor, y dada la inversión, olvídate de piezas llamativas en naranja o rojo: suelen ‘aburrir’ pasados unos meses, causando el efecto contrario al que esperabas. Si quieres imprimir un aire atrevido, sin caer en el exceso, elige accesorios como ramos, jarrones, marcos, manteles o piezas auxiliares de colores, que te permitan dar un toque alegre y vitalista, con la ventaja de poder cambiarlo si te cansas. Gris, blanco, madera natural... Los tonos de moda para muebles de comedor siguen siendo bastante sobrios, pero no necesariamente convencionales, como puedes comprobar en este ambiente. 

 

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5. Pasarse con el número de sillas

¿Ocho, seis o cuatro? El número de sillas debe ser, sobre todo, proporcional al tamaño de la mesa y al uso que haces del comedor: anfitriona cada fin de semana o esporádica. Cuando rara vez utilizas el comedor, tener ochos sillas para recibir invitados sería un error estético, incluso si te sobran los metros, ya que lo recargarás y empequeñecerás. Como norma general, para una mesa rectangular de 200 cm de largo, seis (que no ocho) es un número perfecto: cuatro enfrentadas y dos en las cabeceras. Mientras que, si es más pequeña, bastará con cuatro. Un consejo: compra siempre un par de más, guárdalas y sácalas solo cuando la ocasión lo requiera.

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6. No respetar las proporciones del espacio

Antes de elegir muebles y de pensar en un estilo decorativo, es importante que midas el espacio disponible y tengas en tu cabeza o en un papel un plano con las medidas de las paredes, la situación de las ventanas… Así evitarás, por ejemplo, que una mesa demasiado pequeña se pierda en una habitación grande o que una enorme quede encajonada en un comedor XS.

Como norma general, en un comedor de unos 15 m2, es mejor optar por una mesa que no supere los 80x 200 cm, en uno de 18 m2, la mesa puede medir 90 x 220 cm, y si tiene más de 25 m2, puedes darte el capricho de un modelo XL de 110 cm x 280 cm. Si tienes dudas, recuerda que lo más importante es dejar espacio suficiente alrededor, para que se pueda circular cómodamente.

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7. Sillas demasiado distintas

Es uno de los temas más recurrentes a la hora de montar el comedor ideal. ¿Las sillas tienen que ser similares o diferentes? Mezclando colores te sales de lo convencional y aportas un toque de frescura y personalidad al espacio, pero puedes caer en el ‘efecto mosaico’. Para no equivocarte, coloca cuatro sillas del mismo color y dos libres. Combinar, sin perder la cabeza, modelos antiguos con contemporáneos también suele funcionar, si creas armonía y el conjunto derrocha buen gusto.

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8. Poner una alfombra

Son uno de los accesorios que más amores y odios despiertan en la decoración de esta estancia, ya que, por una parte, ayudan a delimitar visualmente la zona en salones con comedor y son estéticamente infalibles, pero por otra, en espacios XS empequeñecen y son poco higiénicas, ya que se caen las migas y la comida y resultan más difíciles de limpiar que cualquier suelo. Son una buena opción en comedores formales, con poco uso.

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9. No prestar atención a la iluminación

En un comedor, el mejor acompañante para la elevar un ‘look’, pero también la funcionalidad es, sin duda, una lámpara de techo sobre la mesa, como esta de Vibia, aunque no siempre es fácil. Una buena iluminación debe permitirnos ver lo que comemos y poder charlar con el comensal que tenemos enfrente, sin deslumbrarnos. Recuerda el poder de las luces regulables, ya que se adaptan a cada situación y momento del día.

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10. Equivocarse con los materiales

Madera, chapa, vidrio, mármol, cerámica... Todos pueden sentarse a la mesa de tu comedor en función de tus gustos y tu presupuesto. Pero cuidado, algunos materiales son mucho más frágiles que otros. Por eso, si tienes hijos, evita las mesas de vidrio o de madera lacada, se rayan con facilidad y parecerá que son viejas al poco tiempo de adquirirlas. ¿La mesa familiar ideal? En cerámica, un material infalible que resiste el calor y los golpes o en chapa de madera, fácil de cuidar y a prueba de un trote diario excesivo.

 

 

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