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Después de poner en práctica todas o algunas de estas ideas, te convencerás de que los metros cuadrados no son un problema a la hora de diseñar el dormitorio de matrimonio de tus sueños. Además, piensa en sus ventajas: son mucho más acogedores y evitan que hagas un gran desembolso en decoración. Sin duda, estas habitaciones son 'pequeñas, pero matonas'.

1. Ilumina adecuadamente

En espacios pequeños, las luces cenitales centrales pueden crear ambientes desangelados y vacíos, por eso es conveniente reforzar la iluminación general con lámparas colgantes a ambos lados de la cama o modelos de sobremesa en la mesilla de noche para crear ambiente. Así, al añadir distintos puntos de luz, lograrás que la habitación no se vea oscura ni claustrofóbica.

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2. Opta por una distribución cómoda y funcional

Lo idóneo es ubicar la cama en el centro de la pared principal, en lugar de pegarla a uno de sus lados, para que puedas moverte a su alrededor y hacerla sin tener que saltar sobre ella. Piensa que al menos necesitarás un ancho como mínimo de 290 centímetros.

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3. Alíate con la sencillez

Si los metros no te sobran, olvídate de muebles recargados, formas redondeadas y volúmenes imposibles porque solo conseguirán hacer visualmente más pesado el ambiente, aunque solo tengas una cama y una mesilla. Tampoco debes irte al lado contrario y asociarte con el minimalismo: se trata de diseñar un espacio sin cosas superficiales, pero acogedor y cálido.

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4. Da pinceladas de color

Aunque el minimalismo más cálido es una de las tendencias de decoración de este 2020, lo cierto es que un dormitorio de matrimonio blanco, impoluto y tan higiénico visualmente como un hospital, no es la mejor atmósfera para conciliar el sueño y echar a volar tu imaginación. Aunque normalmente buscarías la ayuda de los tonos cálidos, azules y grises son buenos acompañantes de estos ambientes, incluso dameros en blanco y negro. Eso sí, siempre en complementos, como alfombras o cortinas, en la pared del cabecero o en la ropa de cama. Un toque de color siempre da felicidad y alegría. ¡No lo olvides!

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5. No temas a las piezas medianas

Entre un mueble XL, que ocupa más espacio, y uno pequeño, que puede resultar ridículo y ‘bailar’ solo en la habitación, las piezas medianas dan mucho juego y hacen, incluso, que una habitación pequeña parezca más amplia y funcional. La clave, como siempre que buscamos la armonía decorativa, está en el equilibrio y el sentido común, a la hora de combinar piezas de diferentes tamaños.

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6. Crea sensación de espacio

Ciertos trucos como colgar las cortinas lo más cerca posible del techo es una manera de elevar la altura de la habitación, ya que inevitablemente dirigirá la mirada hacia ella. Para que todo sea perfecto, mejor elegir unas cortinas del mismo color que las paredes, así no te distraerás con los contrastes.

7/12 © Coordonné

7. Mantén el orden

Ninguna habitación, por muy grande que sea, se verá amplia si está llena de cosas y el desorden se ha instalado en sus rincones. Por eso, antes de decorarla y ponerla a tu gusto, revisa todo aquello que tienes, haz limpieza, dona, guarda y tira. Después, solo tendrás que mantenerla en buen estado, tratando de no dejar la ropa sobre la cama, varios pares de zapatos en el suelo…

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8. Juega con las escalas

Un dormitorio de matrimonio pequeño no tiene necesariamente que decorarse con piezas y elementos del mismo tamaño. Es más, una forma de hacer crecer los metros es jugar al despiste e incorporar piezas que contrasten. Puede ser una alfombra XL, que ocupe todo el área de la cama y sobresalga por todos sus lados o una cama con dosel, magnífica y potente, capaz de lograr un resultado sorprendente y lleno de estilo.

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9. Pon una planta (o dos)

Las plantas son capaces de aligerar visualmente el espacio, aportando un toque de frescura y alegría tan práctico como decorativo. Puedes optar por macetas pequeñas en rincones estratégicos o por arbolitos que sumen puntos en vertical y eleven la altura del espacio.

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10. Más que una cama

El nuevo papel del dormitorio como salón y oficina han convertido la cama en la reina del espacio. Por eso, aunque durante la noche es tu fiel compañera de descanso durante el día, colocando varios cojines en la pared, puede ser un sofá para trabajar, o un rincón de lectura, si transformas la mesilla en una coffee table y das entidad al ambiente.

11/12 © Lorena Canals

11. Desaloja el suelo

Aunque pueda parecer que no ocupan, las lámparas de piepor muy minimalistas que sean, se apropian de un espacio que no tienes. Por eso, intenta sustituirlas por apliques de pared, que puedan dirigirse a la zona que necesitas, por ejemplo junto a la cama para leer, o luminarias de techo, capaces de ofrecer luz puntual.

12/12 © La Redoute

12. Mobiliario todoterreno

Saca tu lado práctico a pasear por el dormitorio, y elige piezas básicas que puedan cumplir más de una función. De esta manera, convierte tu mesilla de noche en una cómoda, con capacidad para guardar ropa, accesorios o los papeles del banco. Usa una silla o un banco a los pies de la cama como descalzadora y como un lugar precioso para dejar los cojines antes de ir a acostarte o las prendas que te pondrás al día siguiente. O elige un cabecero que haga las veces de estantería y mesilla de noche, como éste que nos propone La Redoute

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