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Edredón, colcha, funda nórdica, cojines, almohadones, plaid… ¡cuántas piezas hay para vestir la cama! Es la estrella del dormitorio y los textiles hacen que se llene de estilo y confort. Elegir la ropa de cama tendrá un peso importante en la estética, pero también está muy relacionado con el descanso y confort. ¿Sabes cómo debes vestir la cama para no descuidar ningún aspecto? Número de cojines, tejidos, tamaños…

 

Materiales de calidad

Los textiles que visten la cama han de ser de buena calidad. Es fundamental que elijamos tejidos de fibra natural, principalemente en aquellas piezas que estarán en contacto con nuestro cuerpo, como las sábanas, fundas de almohadas y fundas nórdicas. Pero en general la apariencia de los tejidos naturales como el algodón o el lino son muy acertados en el dormitorio para crear una sensación de naturalidad y confort.

 

Es frecuente que en los textiles de la cama, principalmente en las sábanas, te encuentres con algodón, muchas veces procedente de cultivos ecológicos (lo que además te garantiza que el material está libre de químicos); algodón percal (de mayor calidad) e, incluso, con el número de hilos con el que está tejida la pieza. Este tema te ayudará a elegir correctamente las sábanas. Como orientación, debes saber que las fibras naturales siempre aportan confort y favorecen el descanso. Son más elevadas de precio que las confeccionadas con fibras artificiales, como el poliéster.

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Los textiles imprescindibles para vestir bien la cama son…

En la lista deberás incluir sábana bajera y encimera (esta es prescindible -por gustos- si usas una funda nórdica), fundas de almohadas y, en la parte vista, edredón o colcha y cojines decorativos. Un extra, el plaid, que se coloca a los pies de la cama sobre la colcha o edredón.

 

Puedes combinar tejidos en cada una de las piezas o bien escoger todas de un mismo material. El efecto en este útlimo caso es de uniformidad. Juega con los colores, escoge tonos en la misma gama de diferente intensidad; busca colores contrastados o complementarios u olvídate del color y opta por una composición blanco sobre blanco (el efecto de limpieza y relax es total. ¡Muy hygge!).

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'Plaid' o manta en la cama

Este detalle viste más la cama, aporta una capa extra y, por tanto, textura (lo que enriquece a la vista la composición textil); pero también es práctico contar con un textil que echarse por encima si acostumbras a recostarte en la cama a la hora de la siesta, por ejemplo. Hay piezas específicas que se venden como plaids pero también sirve una manta o colcha fina. Dóblala de manera que quede una franja que se coloca sobre el edredón o bien más grande y que ocupe desde la mitad de la cama hasta el pie. Su medida ha de ser la del ancho de la cama más. 10 cm a cada lado como mínimo.

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4/11 © Ian Mankin 1485 Collection en Gancedo

El edredón o colcha ¿cómo debe ser?

Lo más importante es que escojas un diseño de calidad, bien en un tono liso y neutra si quieres ceder el protagonismo a los cojines, al plaid o a otros textiles de la habitación, como las cortinas o una alfombra; bien en un modelo estampado que acapare las miradas. En este caso deberás optar por una decoración de básicos en el resto de los textiles para no saturar. También puedes rebajar su peso óptico con un plaid liso que suavice sin ocultar su estampado.

 

La medida del edredón o colcha varía según el modelo de cama o cómo quieras vestirla. Puedes dejar esta pieza textil que caiga sobre el colchón, cubriéndolo pero sin llegar al suelo; puedes hacer que el edredrón apoye en el suelo o, en camas con estructura vista, remeter el textil por debajo del colchón. En el primer y último caso el edredón debe ser de la medida que encaja con el colchón (siempre es más grande,  por ejemplo, para colchón de 1,35m los edredondes o fundas tienen 2x2m); pero en la segunda opción, si quieres que el edredón apoye en el suelo escoge una medida mayor a la que le correspondería por tamaño a tu colchón.

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Por partida doble (dos fundas nórdicas)

Que no te sorprenda, seguro que en cuanto te lo expliquemos vas a saber de qué hablamos porquelo has visto en la cama de algún dormitorio, ¡seguro! Se trata de usar dos fundas nórdicas para vestir la cama. Así conseguirás volumen y que la cama se sienta más mullida. Pon una funda blanca "dentro" o debajo de la que irá vista y encima una funda de color o una colcha de color y así podrás dejar el embozo de un tono diferente.

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Almohadas y cojines, claves en el descanso y estética

Las almohadas pueden ser dos o una (y pueden colocarse apoyadas en la cama de forma plana o en vertical contra la pared del cabecero). Depende de las preferencias de cada persona. Siempre cubren el ancho total del colchón. Se pueden elegir una o dos para dormir pero es cómodo añadir otra o un cojín cuadrante para apoyarse en él, sobre las almohadas, antes de acostarse si acostumbras a ver el televisor o leer. Las almohadas deben llevar una funda textil que las protege y, sobre esta, la funda en sí que queda vista. Su composición es importante (mejor fibras naturales) ya que estará en contacto con el rostro y cuello.

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7/11 © Tomás Alía para KA International

¿Cuántos cojines debe haber en la cama?

Entre 4 y 5 es un número apropiado para cualquier tamaño de cama. Nos referimos a cojines, no a las almohadas. Los cojines decora y mullen (esas camas mulliditas son de las más deseadas de las revistas). Debes colocarlos de mayor a menos tamaño (los más grandes pegados al. cabecero). Los cuadrantes son cojines grandes de 60 x 60 cm que sirven para apoyarse en ellos. Puedes usar también una almohada con funda para esto. Y delante colocar un par o tres más de cojines decorativos, más pequeños. Juega con los colores, texturas, lisos y estampados. También puedes colocar un cojín redondo o escoger fundas con borlas, plumas o pompones.

 

Para que te hagas una idea, delante de dos. almohadas, puedes colocar otras dos o un par de cuadrantes de 60 x 60cm, sobre estos un par de cojines cuadrados de 50 x 50 o 45 x 45 cm y un tercero delante, centrado, rectangular. Tendrás la cama perfectamente vestida.

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8/11 © Kenay Home

El cabecero y la forma de vestir la cama

La elección del cabecero influye en la forma de vestir la cama. Los diseños tapizados ya aportan matices de color con la tela elegida. Pueden ser lisos o estampados. Y esto condiciona la elección de otras telas. Usa el tono para coordinar algún elemento más como cojines o plaid en la misma gama. Si el cabecero está tapizado y es mullido, apoyarse en él será confortable y puedes no necesitar varios almohadones extra. Si es duro o no hay cabecero, además de la almohada, añade un par de cojines.

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¿Sabías que el color de la ropa de cama influye en el descanso y en la calidad del tejido?

Así es, el color influye en la calidad de la ropa de cama porque las telas que se tratan con tintes sufren más. La ropa de cama blanca conserva las fibras naturales del algodón en perfecto estado (y además es más respetuosa con el medioambiente).

 

A nivel descanso, los tonos más estridentes y llamativos no invitan a la relajación. Los suaves crean espacios acogedores y relajantes, así que deberían ser los más adecuados para inducir el sueño.

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Edredones para frioleros o calurosos

Los rellenos y composición de los rellenos de los edredones o nórdicos están diseñados para adaptarse a la temperatura de la zona o condiciones de la casa. Los hay que abrigan más o menos, también según seas más friolero o caluroso.

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11/11 © Bloomingville

Un truco estético que funciona para vestir la cama

Puedes ponerlo en práctica para empezar y cuando descubras que (¡por fin!) tu cama ha quedado apetecible, confortable y como las que ves en las revistas irás perdiendo el miedo a combinar. El truco es optar por un tono básico como es el gris, que encaja en todos los estilos y usarlo en todos los textiles en dos intensidades. Solo en los cojines decorativos introduce otro tono. Y escoge un plaid con textura, una similar a la de alguno de los cojines.

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