1/10 © Alvhem

1. Momento flechazo

Tres minutos es el tiempo que necesitas para que el futuro comprador se enamore de tu vivienda. El amor a primera vista es así. Para ello, señalan desde la Escuela Madrileña de Decoración, hay que “lucir, seducir e impactar”. El ‘home staging’ utiliza el interiorismo como la herramienta para vender la casa más rápidamente y al mejor precio, gastando (y esto es muy importante) lo menos posible. Un aliado que hace un lavado de cara a tus estancias, minimizando sus puntos débiles y realzando sus virtudes, diseñando, por ejemplo, un rincón de lectura junto a una ventana con unas vistas espectaculares.

2/10 © Behr

2. Elige un color que funcione

Es uno de los factores clave en la venta de un inmueble, ya que permanecerá en el recuerdo del posible comprador, para bien o para mal. Se trata, además, de uno de los elementos decorativos que más resultados consigue, ya que una mano de pintura no exige un gran presupuesto y, sin embargo, ofrece una transformación total, retornando la inversión al instante. La mejor opción es apostar por una base en colores neutros y combinarla con alguna pincelada especial. Ten en cuenta que los azules y los verdes (este de Behr es perfecto) son de las paletas cromáticas que más gustan y olvídate de tonos como rosas o negros, que pueden provocar un rechazo inmediato.

3/10 © Norsu Interiors

3. Puesta en escena

Antes de nada, tu casa debe estar ordenada, limpia y sin desperfectos que estropeen el momento: desde una persiana que no baja, hasta un grifo que gotea o un baño que huele a cañería. Después, hay que prepararla, con estilo, pero sin perder la sensación de autenticidad. No se trata de que todo esté perfecto sino de que sea real, vivida, para que los demás también lo sientan. Es lo que se llama ‘efecto despeinado’: sin cosas por medio, pero con toques: cojines ‘descolocados’ para dar calidez o una mantita sobre la cama. Ojo, hablamos de darle un aire ‘fresco’, no de que campe a sus anchas el desorden.

4/10 © Jack Hobhouse/Living Architecture

4. Saca partido al espacio

No veas como una desventaja las columnas, los arcos o las molduras sino como un valor añadido que no te han costado nada. Si resultan demasiado clásicas, prueba a combinarlas con elementos más modernos, que le otorguen frescura ‘deco’, sin hacerle perder su esencia original. Mientras que si es demasiado moderna, dale calidez con alfombras y objetos especiales. Aunque esta vivienda tiene truco, ya que está diseñada por el premio Pritzker Peter Zumthor y encuentra en el lujo tranquilo y atemporal su mejor baza decorativa. Por cierto, se alquila por vacaciones (Living Architecture).

5/10 © Artek

5. 'Neutraliza' las estancias

Los ambientes deben ser neutros, que no estándar ni demasiado personales, para que cualquier pueda imaginarse vivir allí con sus muebles y objetos. Olvídate también de guardar las revistas en la mesa de centro o dar rienda suelta al ‘efecto trastero’ en el dormitorio de invitados, ya que, además, necesitas que los espacios se perciban espaciosos y amplios, aunque no les sobren metros cuadrados.

6/10 © & Tradition

6. Moderniza y armoniza

Actualizar la decoración es uno de esos cambios que sin grandes presupuestos logra transformaciones espectaculares e, incluso, quitar años a tu vivienda. Sustituye los sofás si están deteriorados o poseen un cierto halo viejuno; hazte con nuevas sillas de comedor o pon fundas a las que tienes; di sí a estores y cortinas ligeras y descuelga las que te regaló tu madre cuando te casaste; y adquiere alguna lámpara moderna, que dé un toque fresco y proporcione una luz cálida.

7/10 © Traumteppich.com

7. Nórdico: una apuesta segura

Es uno de esos estilos que transmite serenidad y buenas vibraciones, manteniendo, al mismo tiempo, la calidez y la sensación de hogar en niveles elevados, consiguiendo que te sientas a gusto rodeada de luz, mezcla de texturas, materiales naturales llenos de calidez, plantas en los rincones... Además, sus ambientes evitan el almacenamiento, simplificando al máximo la decoración.

8/10 © Pergo

8. Despersonaliza y vencerás

Necesitas que el futuro comprador la sienta como suya y esto es difícil de lograr si tus estancias están llenas de fotografías de las vacaciones, los dibujos que te han hecho tus hijos, tus colecciones de frascos de perfumes… Tampoco es que apuestes por una decoración minimalista y 'limpia' sino de encontrar el equilibrio entre el exceso de personalidad y la falta de estilo. 

9/10 © Roca

9. Presta atención al baño y la cocina

Son los dos espacios que más influyen en la decisión de venta, ya que suelen reflejar, con bastante fidelidad, la antigüedad de la vivienda. No hace falta cambiar todos los muebles, pero sí darle un lavado de cara y renovar el suelo, colocando uno que pueda instalarse sobre el existente, pintar los armarios o cambiar los tiradores por unos más actuales, por ejemplo.

10/10 © Harth

10. Apúntate al ‘renting’

La clave está en ajustar el gasto, no en invertir más dinero del que vas a recuperar. Por ese motivo, una buena opción es alquilar algún icono de diseño, que aporte el toque de exclusividad que necesitas. En Harth alquilan muebles especiales por meses, como esta Red ‘Pylon’ Chair de A Modern Grand Tour que podrás lucir en tu casa por unos 369 €, frente a los 3.500 € que vale de segunda mano. Entre sus más de 15.000 muebles, obras de arte y objetos también puedes encontrar mobiliario de diseño más económico para completar el conjunto, como la silla 675 Chair por unos 10 €/mes.

Más sobre: