La transformación de un piso madrileño de 87 m² con esencia mediterránea en clave moderna
Este piso reinterpreta la estética mediterránea con un lenguaje contemporáneo. Curvas suaves, materiales naturales y una paleta cálida definen esta vivienda que invita a desconectar sin salir de la ciudad.
Ubicado en la madrileña calle Alonso Fernández, este piso de 87 metros cuadrados es mucho más que una vivienda: es una declaración de estilo. Sus propietarios, una pareja joven de empresarios amantes de Ibiza, soñaban con trasladar a la ciudad la calma y el espíritu mediterráneo de la isla. Altelier Studio, bajo la dirección creativa de Alejandro Guzmán Abad, ha dado forma a ese deseo con un proyecto donde cada detalle habla de armonía, equilibrio y elegancia contemporánea. ¡No te pierdas la transformación antes y después!
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Un piso anticuado aunque con una buena ubicación y una pequeña terraza. ¡Tenía posibilidades! Necesitaba actualizarse y cobrar vida. Con un sentido en cuanto al estilo que querían, sus propietarios marcaron el ritmo que supo interpretar a la perfección el estudio encargado del proyecto.
La paleta cromática del interiorismo de este proyecto, llevado a cabo por Altelier Studio (www.altelierstudio.com) se mueve entre blancos puros, tonos arena y matices tostados, generando una continuidad visual que refuerza la serenidad. Tejidos naturales como lino y algodón aportan textura y suavidad en todas las estancias. En la zona de día, Alejandro Guzmán Abad diseñó un espacio comunicado desde la entrada: recibidor, distribuidor, salón-comedor y cocina integrada.
El suelo de la casa es de porcelánico imitación piedra Chepo di Gré en gran formato, rematado en algunas zonas con finísimos perfiles de latón y con áreas combinadas con acabado imitación madera.
En el salón, un mueble de televisión de obra con baldas de roble se integra de forma natural en el espacio. El suelo porcelánico imitación madera, dispuesto en espiga, delimita la zona de estar y aporta un guiño artesanal al conjunto. "Se buscó romper con las líneas rectas del edificio original, introduciendo formas curvas, arcos y molduras suaves, para generar una vivienda fluida, acogedora y con carácter propio", indica Alejandro Guzmán.
"La pasión de los propietarios por la estética mediterránea fue una de las principales inspiraciones del proyecto", señala el fundador de Altelier Studio, que añade: "El proyecto se define dentro de nuestro sello característico, un “clásico renovado”, en el que reinterpretamos los códigos de la elegancia tradicional a través de líneas orgánicas, materiales naturales y una paleta cálida". Sofá, butacas y cojines diseño del estudio, confeccionados por Tapicerías Villalba.
Junto al ventanal se ubica el comedor, que se organiza en torno a una mesa diseñada por el estudio, que combina efecto hormigón y madera. Una jardinera integrada, nacida de un pilar estructural, se convierte en un detalle que aporta frescor y originalidad.
En cada estancia, tras la intervención, los detalles marcan la diferencia. Perfiles de latón, molduras de Noël & Marquet y materiales y acabados coherentes refuerzan la identidad del proyecto. Aunque en este punto todo eso solo quedara a la vista para el estudio encargado del proyecto.
La cocina no cuenta con tabiques divisorios y se integra en el salón-comedor. La zona de trabajo gira en torno a una isla central revestida en porcelánico, con palillería blanca en la zona de taburetes. La encimera es el modelo Taj Mahal de Ascale, que aporta sofisticación, mientras que las líneas depuradas refuerzan la sensación de orden y amplitud. Todo un frente adosado a la pared completa el espacio de trabajo y almacenaje.
Nada más entrar en la vivienda, un mueble a medida con molduras tipo cuarterón y fondo de espejo marca el tono del proyecto: funcionalidad y elegancia en perfecta armonía. Las puertas ocultas y el arco central introducen el juego de formas curvas que vertebra toda la vivienda. Alejandra Guzmán explica la composición: "Se integró un armario gabanero simétrico, aportando orden visual, y se revistió con molduras tipo cuarterón, que generan el efecto de puertas ocultas".
Desde la zona de día se pasa al área más íntima de la casa, la de los dormitorios. En ellos, nada queda de esta estética que tanto prometía cuando Altelier Studio recibió el encargo de dar una nueva vida al piso.
En el dormitorio principal, el protagonismo recae en un cabecero diseñado a medida, que combina palillería vertical en madera, acabados monocromos en negro y cojines anclados con cinchas. El resultado es un ambiente envolvente, gracias a las texturas y tonalidades más intensas. En un lateral queda una elegante puerta corredera que separa la zona de descanso del baño y vestidor.
El baño principal se integra en el dormitorio y queda delimitado por unapuerta corredera decorativa con cristal esmerilado. La zona de lavabo doble, revestida y enmarcada en madera con apliques, da paso al vestidor. La madera, los toques en color negro, la iluminación y la piedra de paredes y suelos hace que se sienta sofisticado.
El vestidor, concebido como un espacio sin puertas, se comunica con el baño y este a su vez con el dormitorio. Se ha aprovechado al máximo el espacio con módulos abiertos con cajones, baldas y zona de perchas en una distribución en U. Todo el mobiliario ha sido diseñado a medida por Altelier Studio, en coherencia con el resto de la vivienda.
Esta estancia conserva la misma estética que el resto de la casa, aunque con el toque de color en la ropa de cama. El cabecero en madera se ha realizado a medida y juega con los volúmenes curvos para darle movimiento al frente. Cuenta con un ventanal que tamiza la luz con estores de lamas de madera. Al pie queda la zona de armarios y en un retranqueo se diseña una zona de trabajo.
El baño de invitados resulta clásico aunque con un punto renovado. Nada más entrar se encuentra el lavabo, un diseño circular de sobreponer que queda sobre un tótem de madera, diseñado a medida. De esta manera se gana algo de almacenaje. A su lado, un módulo más bajo sirve de apoyo. Al fondo queda la zona de la ducha. Los revestimientos veteados, la iluminación y los detalles en latón ponen la nota elegante.