Plantas de exterior

La planta revelación del otoño: cambia de color con la estación y casi no necesita cuidados


Si quieres ver cómo tu jardín se tiñe de color también en otoño, la hortensia hoja de roble (Hydrangea quercifolia) es perfecta. Además, es resistente y fácil de cuidar. ¡Súmala a tu jardín!


Hortensia hoja de roble (Hydrangea quercifolia)© Sunny.P - stock.adobe.com
12 de noviembre de 2025 - 18:00 CET

Hay plantas que te ayudarán a mantener el color en tu jardín durante todo el año. Y no debido a sus flores, sino al cambiante color de sus hojas. Hablamos de la hortensia hoja de roble (Hydrangea quercifolia). Esta planta, destaca en primavera y verano por sus racimos de flores blancas y hojas amplias, pero cuando llega el otoño… ¡se transforma! Su follaje cambia del verde intenso a tonos rojizos, granates y anaranjados, que parecen encender el jardín. Este arbusto de porte elegante es fácil de cuidar y cuenta con una presencia que no pasa desapercibida. Si buscas una planta que aporte color en otoño sin muchas exigencias, esta hortensia es perfecta. 

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© Gerry - stock.adobe.com

Origen y características    

Originaria del sureste de Estados Unidos, la hortensia hoja de roble debe su nombre a la curiosa forma lobulada de sus hojas, parecidas a las del roble. Puede alcanzar entre 1,5 y 2 metros de altura, lo que lo convierte en el arbusto ideal para jardines grandes. 

Sus flores aparecen a finales de primavera y están presentes en tu jardín hasta mediados de verano. Nacen en racimos cónicos y van del blanco al rosa, dependiendo de la época (más blancas en primavera y más rosas al final del verano). 

Su crecimiento es moderado y suele a extenderse mediante brotes basales (que crecen desde la base de la planta). Además, es una de las pocas hortensias que ofrece un espectáculo otoñal tan intenso. 

© billyfam - stock.adobe.com

Variedades más interesantes    

Existen diferentes variedades de la Hydrangea quercifolia, que se adaptan a distintos gustos y estilos de jardín. Cada variedad ofrece un matiz distinto, por lo que puedes combinarlas para crear juegos de color. Lo mejor es que, aunque con ciertas diferencias, todas son igual de resistentes y fáciles de mantener.

  • Hydrangea quercifolia ‘Snow Queen’: destaca por sus inflorescencias grandes y compactas
  • Hydrangea quercifolia ‘Alice’: produce flores más alargadas y un follaje otoñal especialmente rojizo
  • Hydrangea quercifolia ‘Pee Wee’: ideal para espacios pequeños o borduras
  • Hydrangea quercifolia ‘Ruby Slippers’, que combina el blanco con tonos rosados conforme avanza la floración.  
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Ubicación ideal

La hortensia hoja de roble prefiere un lugar donde reciba sol por la mañana y sombra ligera por la tarde. En climas secos o muy calurosos, evita una ubicación en la que le dé el sol directo, ya que podría quemar sus hojas. En climas más húmedos puede cultivarse en semisombra sin problemas. 

Es perfecta para borduras, jardines grandes o zonas sombreadas junto a otras plantas de hoja grande. Su porte y textura hacen que combine con hostas, helechos o arces japoneses. Además, resiste bastante bien el viento si está correctamente fijada y protegida en los primeros años.   

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Temperatura y resistencia

Esta planta es bastante resistente y soporta heladas moderadas, aunque en zonas de mucho frío lo más recomendable es proteger el pie de la planta con mulching o corteza. Lo ideal es mantenerla entre 10 y los 25 °C. 

En verano tolera bien el calor, aunque es importante garantizar un sustrato fresco y húmedo. Durante el invierno pierde parte de su follaje, pero resurge con fuerza en primavera. También agradece estar protegida de corrientes frías y de los cambios bruscos de temperatura.    

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Riego adecuado

Uno de los factores que más importan en el cuidado de la hortensia hoja de roble es el riego, que debe ser regular, sobre todo durante la floración y los meses más calurosos. Prefiere suelos húmedos, pero nunca encharcados. 

En climas secos, una capa de mulching evitará la evaporación excesiva. Además, es importante regar en la base para no mojar las flores, que pueden deteriorarse con el exceso de agua. Si la cultivas en maceta, asegúrate de que el recipiente tenga un buen drenaje porque las raíces no toleran los encharcamientos. Ten en cuenta que si dejas secar totalmente la tierra puede perder vigor, así como algunas hojas.  

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Sustrato y fertilización

La hortensia hoja de roble necesita un suelo rico en materia orgánica, ácido o ligeramente neutro, semejante al de otras hortensias. Una mezcla de tierra de jardín, turba y compost le resultará ideal. 

Abona a comienzos de la primavera y hazlo de nuevo a principios del verano, empleando un fertilizante equilibrado o uno para plantas acidófilas. Evita un abono con exceso de nitrógeno, ya que favorece el crecimiento de hojas, pero reduce la floración. 

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Poda y mantenimiento

La poda se realiza tras la floración o al final del invierno, según el estado de la planta. Retira las ramas secas o débiles y corta los tallos floridos por encima de una yema fuerte. No conviene podar en exceso, ya que florece sobre la madera del año anterior. También puedes eliminar los brotes que crezcan hacia el interior para mantener una estructura abierta y aireada. Eliminar las flores marchitas prolonga su aspecto decorativo y estimula un crecimiento más equilibrado. Durante el resto del año solo necesitarás limpiar hojas secas y aplicar una capa de mantillo orgánico.

© billyfam - stock.adobe.com

Cómo se cultiva paso a paso

Puedes plantar la hortensia hoja de roble en cualquier época, aunque el otoño y la primavera son los momentos más adecuados. Excava un hoyo amplio, enriquece el fondo con compost y riega bien después de plantar. Mantén la tierra húmeda durante las primeras semanas para favorecer el enraizamiento. A partir del segundo año bastará con un mantenimiento básico de riego, poda y abonado moderado. También puede cultivarse en macetas grandes, asegurando un buen drenaje y una ubicación de semisombra.  

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El espectacular cambio en otoño

El momento más esperado de la hortensia hoja de roble llega cuando las temperaturas comienzan a descender. Las hojas verdes se tiñen de rojos intensos, ocres y púrpuras, transformando su aspecto. Cuanto más contraste térmico exista entre el día y la noche, más vivo será el color. Incluso sin flores, el arbusto se convierte en el centro de todas las miradas. 

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Plagas y enfermedades

Aunque es una planta de exterior bastante resistente, puede verse afectada por plagas como pulgones, cochinillas o ácaros durante los meses cálidos. Lavar las hojas con jabón potásico o aceite de neem suele bastar para mantenerlas a raya. En el otro extremo, el exceso de humedad favorece hongos como el oídio o la botritis, que se evitan con buena ventilación y sin mojar las hojas al regar. 

Si observas manchas marrones u hojas amarillentas, revisa el drenaje. Si el clima es muy húmedo, es aconsejable aplicar un fungicida ecológico de forma preventiva.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.