Si amas las flores y quieres decorar con ellas tus espacios pero te apena ver cómo se marchitan, aquí tienes una solución más duradera: flores secas o flores preservadas. Ambas te permitirán disfrutar de su belleza natural durante más tiempo. Descubre cómo puedes aplicar estas técnicas tú mismo en tu propia casa.
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¿Secas o preservadas? Ambas opciones son duraderas
Aunque no tienen mucho en común, ya que son diferentes en su tratamiento, tanto las flores secas como las preservadas son naturales y han sido modificadas para durar mucho más tiempo que las frescas. Puedes usarlas para crear ramos que exhibir en jarrones en centros de mesa, en bellas coronas, etc.
Las secas, como indica su nombre, se han sometido a un proceso de secado o deshidratado que puede realizarse siguiendo diferentes técnicas. En el caso de las flores preservadas, la savia se sustituye por una solución conservante que logra mantenerlas durante mucho tiempo, incluso varios años, con una apariencia de lo más natural.
Conviene saber: recuerda que debes elegir bien las flores que vas a secar o preservar. Si bien todas se pueden secar, no todos los ejemplares permiten ser preservados. Incluso en una misma especie, algunos ejemplares se preservan con mejores resultados que otros.
Aspecto diferente, misma sostenibilidad
Las flores secas y las preservadas resultan bellas y duraderas, pero son muy diferentes. Si bien las primeras muestran una apariencia más rugosa y dura, las segundas son suaves y flexibles. Su color permanece casi intacto y resultan más resistentes que las flores secas, que son quebradizas y delicadas. Además, los tonos de las flores secas suelen cambiar: o bien se aclaran o se oscurecen.
Secar o preservar las flores es una alternativa perfecta a las flores frescas que, además, resulta mucho más sostenible y ecológica. Las flores secas preservadas resultan mucho más duraderas que las frescas y que las plantas vivas. No hay que regarlas por lo cual no consumen agua. Tampoco necesitan fertilizantes ni abonos, ni ningún otro tipo de tratamiento que sí requieren las plantas. Los recursos invertidos en ellas tienen una mayor rentabilidad para ti y menos huella de carbono para el planeta.
Métodos para secar flores que funcionan: colgarlas boca abajo
Secar flores naturales es una estrategia genial para disfrutar de su belleza y autenticidad durante mucho tiempo. El mejor momento para hacerlo es cuando las flores estén bellas, en todo su esplendor. No esperes a que comiencen a marchitarse.
Aunque todas las flores en general pueden someterse a un proceso de secado, hay algunas especies que quedan mejor que otras. Una flor con la que se consigue resultados óptimos es la hortensia; queda preciosa una vez seca. También se secan muy bien las rosas, las margaritas, la lavanda, el eucalipto, la paniculata y otras muchas especies.
El mejor método para sacar flores, aunque no el único, es colgarlas boca abajo. Se trata de la técnica más tradicional para eliminar el agua que contienen y es perfecta para flores que tengan el tallo largo. Solo tienes que buscar un rincón oscuro, fresco y seco, y colocar las flores en ramilletes sujetas por el tallo. En función del tamaño y el tipo pueden tardar en secarse de 2 a 4 semanas. Cuando las flores estén completamente secas descuélgalas y rocíalas con laca para fijar su aspecto y protegerlas.
Dejar secar las flores en un jarrón
Este método para secar flores es el más sencillo de todos los que puedes utilizar. Solo tienes que dejar las flores en un jarrón con un dedo o dos de agua y esperar hasta que el líquido se evapore y la propia flor expulse la humedad interior. Antes de colocar las flores en el recipiente debes cortar los tallos en diagonal y quitar las hojas inferiores. Trata de no mover las flores una vez estén en el jarrón y deja que el agua se consuma por sí sola.
Utilizar el horno para secar las flores
Si necesitas un método de secado para tus flores que sea más rápido que los tradicionales puedes utilizar el horno de cocina para conseguir flores secas en menos tiempo. Esta es una técnica perfecta para flores grandes y con muchos pétalos. Necesitas además de las flores un trozo de malla de gallinero y un bote de laca para darles el toque final.
- Coloca las flores en el trozo de malla de gallinero con el tallo hacia abajo, de forma que no se toquen entre ellas.
- Pon la malla sobre la rejilla del horno y enciéndelo a 38ºC durante unas tres horas. Las flores se irán secando poco a poco gracias al aire caliente. Una vez pasadas las tres horas, apaga el horno y deja que las flores se enfríen.
- Sácalas del horno y rocíalas con laca. Así estarán más protegidas.
Es otra técnica sencilla para secar flores bonitas o especiales para ti. La clave está en prensarlas y en utilizar calor para secarlas. Después puedes enmarcarlas para hacer un cuadro, conservarlas o utilizarlas para hacer manualidades preciosas.
El proceso de secado y prensado es sencillo, ya que puedes usar el microondas para llevarlo a cabo. Necesitarás dos azulejos o dos platos grandes, papel absorbente y tus flores favoritas.
- Pon un papel absorbente sobre un plato y, sobre este, las flores. No deben tocarse entre ellas y tienen que quedar con los pétalos extendidos, sin que se doblen.
- Coloca otro papel absorbente sobre las flores y el otro azulejo o plato sobre ellas y presiona con fuerza.
- Mete los azulejos o platos en el microondas durante un minuto a máxima potencia. Después sácalo, cambia el papel y repite la operación tres veces hasta que las flores se hayan secado y estén rígidas.
Ventajas de las flores preservadas
A la hora de tratar de hacer perdurar la belleza de las flores naturales, preservarlas es una técnica bastante sencilla que, además, ofrece numerosas ventajas:
- Para empezar, el proceso de preservación no deforma las flores ni las deja débiles o quebradizas. Conservan la textura flexible de sus tallos y el tacto suave de los pétalos.
- Los colores se mantienen vivos y preciosos. Conservan su intensidad y no quedan deslucidos ni oscuros.
- Las flores pueden tener una vida más larga. Su duración varía de uno a tres años en función de los cuidados que les des.
Al contrario de lo que sucede con la técnica del secado de flores, no todas las especies pueden ser preservadas. Hay ciertas flores con las que se obtienen muy buenos resultados, como las rosas, los claveles, las hortensias, el eucalipto, la mimosa, la lavanda y la paniculata, entre otras.
Cómo preparar las flores para preservarlas
Aunque se trata de un proceso más laborioso que el secado, preservar flores es una técnica que puede llevarse a cabo en casa de forma sencilla. El resultado es precioso, muy natural, y podrás utilizar las flores para hacer decoraciones para tu casa, desde preciosos ramos hasta adornos para colgar en la pared o para suspender del techo y decorar la mesa.
Te explicamos cómo puedes realizarla paso a paso:
- Paso 1. Corta los tallos en diagonal y aplástalos un poco con un martillo para que absorban mejor el líquido. Retira las hojas de la parte inferior del tallo.
- Paso 2. En un frasco de cristal pon agua y disuelve tres cucharadas soperas de sal removiendo con una cuchara. Pon las flores dentro y déjalas durante 24 horas para que se deshidraten un poco con el agua salada.
Glicerina: el secreto para preservar flores en casa
Los floristas profesionales utilizan otros productos y sustancias para preservar flores, pero si quieres hacerlo tú mismo en casa puedes utilizar agua y glicerina. Estos dos componentes son la mezcla perfecta para preservar de forma sencilla tus flores favoritas o aquellas que tienen un significado especial para ti, como las que te han regalado por San Valentín o en ocasiones señaladas en tu vida. Eso sí, has de utilizar una glicerina pura y de origen vegetal, que no lleve aditivos ni perfume. Tampoco debe contener alcohol ni colorantes.
- Paso 3. Prepara la solución conservante mezclando en un tarro de cristal dos partes de agua templada y una de glicerina vegetal. Disuelve la glicerina.
- Paso 4. Coloca el tarro en un rincón oscuro y bien ventilado y espera de 7 a 15 días (en función de las especies a secar). En ese tiempo las flores habrán absorbido la solución de agua y glicerina.
- Paso 5. Saca las flores del tarro, seca los tallos con papel absorbente y cauterízalos pasándolos con cuidado por la llama de una vela.
Cómo cuidar las flores secas y preservadas
Aunque son duraderas y resisten muy bien el paso del tiempo, tanto las flores secas como las preservadas necesitan ciertos cuidados de mantenimiento, que las permitan estar siempre preciosas.
Las flores secas son más sencillas de cuidar. Requieren únicamente una limpieza periódica ya que tienden a acumular polvo en sus pétalos y hojas. Puedes eliminarlo con un secador. Proyecta el aire frío sobre las flores, a baja potencia y sin acercarlo mucho.
En el caso de las flores preservadas utiliza un pincel o una brocha suave para eliminar el polvo de las hojas y de los pétalos, con mucho cuidado. Recuerda que no debes mojarlas, ya que el agua las estropearía. Tampoco debes ponerlas en la terraza o al aire libre, ni debe darles el sol por lo que no conviene poderlas cerca de una ventana.
Si observas estas mínimas atenciones tus flores naturales, secas o preservadas, te acompañarán durante mucho tiempo.