El futuro del hogar ya está aquí. Una revolución silenciosa que está transformando el modo en que entendemos la arquitectura. Las llamadas IA Houses —casas inteligentes con inteligencia artificial— representan el paso definitivo hacia hogares que no solo automatizan, sino que piensan y aprenden. El estudio madrileño DmasC Arquitectos es pionero en esta nueva forma de habitar y con él descubrimos las claves.
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¿Qué es una 'IA House'?
Una IA House es mucho más que una casa conectada: es una vivienda que aprende de quienes la habitan. Gracias a sensores distribuidos en todo el espacio y a un sistema de inteligencia artificial central, recopila información sobre rutinas, horarios, temperatura o preferencias, y ajusta automáticamente la iluminación, la climatización, la música o incluso el aroma ambiental. No solo automatiza, interpreta y anticipa las necesidades cotidianas, creando un entorno dinámico, seguro y profundamente personalizado.
Para DmasC Arquitectos (www.dmasc.es), en una casa inteligente "el diseño y la tecnología se fusionan para ofrecer bienestar, eficiencia y una experiencia personalizada". El resultado es un hogar que evoluciona con su habitante y redefine el concepto de confort contemporáneo. En la imagen, proyecto de Furman + Keil Architects en colaboración con Wendy Williamson Design.
Una antes y un después en la arquitectura doméstica contemporánea
Las IA Houses ya no son un concepto futurista. Son una realidad que ya se aplica a muchas construcciones domésticas. En ellas, la tecnología se integra de manera natural en el espacio doméstico. Estas casas no solo automatizan rutinas, sino que aprenden del día a día de sus habitantes, generando una relación emocional con el entorno que redefine la idea de confort.
"El hogar deja de ser un escenario estático y se convierte en un socio proactivo, capaz de ajustar ambiente, consumo y servicios según las emociones, costumbres y preferencias de sus residentes", señalan los arquitectos del estudio DmasC. En el corazón de cada vivienda late un cerebro digital: un sistema de inteligencia artificial que analiza información procedente de sensores invisibles distribuidos por la casa.
Estos datos —presencia, temperatura, humedad, calidad del aire o movimiento— se procesan en tiempo real para anticiparse a tus necesidades. Antes de que llegues, el hogar ya ha ajustado la temperatura o la iluminación perfecta para recibirte. Proyecto de Juancho Gonzalez Interiorismo.
Tecnología invisible, confort visible
La clave del éxito de estas casas inteligentes reside en la discreción tecnológica. Los sistemas están integrados en la arquitectura sin cables ni dispositivos invasivos, logrando que la innovación sea invisible a los ojos y visible solo en la experiencia.
Todo sucede de forma natural: el espacio se adapta sin que tengas que intervenir, y la estética se mantiene limpia, elegante y contemporánea. Zona de trabajo con lámpara de techo Stone Small, diseñada por Philip Bro para la empresa danesa Woud, de venta en NEDGIS.
¿Qué hace una casa inteligente por sus habitantes?
Los expertos en este tipo de construcciones del estudio de arquitectura DmasC destacan tres aspectos. Una IA House:
- Eleva el confort doméstico de forma personalizada, aumentando la eficiencia energética y simplificando la gestión del hogar.
- Ofrece entornos seguros y adaptados a las emociones, horarios y vida social de cada miembro de la familia.
- Reduce y previene riesgos domésticos, mejora la salud y el bienestar, y abre paso a un hábitat que evoluciona contigo, día tras día.
Ahora, vamos a ver detalladamente cada aspecto, en qué interviene una casa y cuáles son otros aspectos que marcan la diferencia. Proyecto de Albert Ramoneda Studio.
Luz, clima y sonido que entienden
Una IA House aprende a leer el estado de ánimo de quien vive allí y reacciona ante él. Si detecta actividad, activa una luz más fría para potenciar la concentración; si percibe un ambiente relajado, baja la intensidad y acompaña con música suave. Incluso el aroma ambiental puede variar según el momento del día o la estación. Un hogar que no solo responde, sino que comprende. Comedor con lámpara en suspensión sobre la mesa, de Sulion.
Seguridad inteligente
La seguridad en casa también se vuelve predictiva. Los sistemas reconocen a cada residente y distinguen entre visitantes, asegurando un control total sin perder la sensación de intimidad. En caso de detectar una anomalía —una fuga, un movimiento inusual o un posible incendio— el sistema actúa de inmediato y notifica a los usuarios o a los servicios de emergencia. Este dormitorio pertenece a un proyecto del interiorista Josep Boix, del estudio de interiorismo Zentrum, con estilismo de Mar Gausachs.
Eficiencia energética avanzada
La inteligencia artificial optimiza los recursos sin que lo notes. Regula el consumo energético, aprovecha la luz solar y adapta el funcionamiento de los sistemas según los horarios y costumbres de cada familia. El resultado: hogares sostenibles que reducen su impacto ambiental y su factura, demostrando que el confort y la conciencia ecológica pueden convivir en perfecta armonía. Proyecto de GC Studio en Marbella, estudio de arquitectura e interiorismo liderado por Alexis González y Lucía Casaus.
Diseño emocional
Para DmasC Arquitectos, el diseño no se limita a lo visual: debe emocionar, inspirar y mejorar la vida. En estas viviendas, los materiales naturales, la luz filtrada y las texturas suaves crean atmósferas acogedoras que invitan al descanso. Cada rincón está pensado para equilibrar tecnología y alma, combinando la precisión digital con la calidez del diseño humano. Mobiliario de la nueva colección de la firma JYSK.
Personalización absoluta
Cada casa se vuelve única porque aprende de quienes la habitan. Reconoce horarios, gustos y hábitos y ajusta su comportamiento en consecuencia. Sabe cuándo se levantan los propietarios, qué temperatura prefieren para dormir o qué música escuchan al volver del trabajo. Esa capacidad de adaptación convierte la vivienda en un refugio hecho a medida, tan personal como una huella digital. Lámpara Christie Ceiling Light de Original BTC.
Arquitectura que dialoga con el habitante
En definitiva, una IA House ya no es una casa de ciencia ficción. Tampoco el hecho de dialogar con tu casa lo es. Gracias al reconocimiento de voz y la comprensión del lenguaje natural, es posible pedirle a la casa que atenúe la luz, que recuerde citas o que informe sobre la calidad del aire.
El diálogo fluye de forma orgánica, sin interfaces complicadas, algo esencial a la hora de asegurar la comodidad. En la imagen, salón de una de las viviendas de John Taylor, firma internacional especializada en propiedades premium, ubicada en Madrid.
