Cada temporada llegan nuevos pares y reaparecen viejos favoritos, y antes de darte cuenta, los zapatos se acumulan más rápido de lo que parece. Guardarlos junto a la ropa nunca es la mejor opción: la suciedad, la humedad y los olores del calzado pueden afectar tus prendas y desordenar el armario.
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La solución es sencilla: un zapatero que te ayude a mantener botas, botines, mocasines y demás calzado organizado, protegido y siempre a mano. Pero no se trata solo de funcionalidad: los modelos actuales combinan diseño y practicidad, desde muebles suspendidos que liberan el suelo hasta bancos con almacenamiento o puertas con espejo. Con estas 12 ideas descubrirás cómo mantener cada par a punto, aprovechar el espacio y darle un toque de estilo a cualquier rincón de la casa.
Suspendido y discreto
Los zapateros suspendidos, como el modelo de la firma ReCollector, son una solución ideal para quienes buscan ligereza visual y facilidad de limpieza. Se cuelgan directamente en la pared, de modo que el suelo queda libre, lo que aporta sensación de amplitud y permite pasar la aspiradora sin obstáculos.
Este diseño de líneas limpias (70 x 40 x 30 cm) puede colocarse a la altura que más convenga o combinar varios módulos para crear una pared de almacenaje a medida. Cada uno guarda hasta ocho pares y su estética sencilla encaja tanto en un recibidor minimalista como en un vestidor contemporáneo.
Si lo instalas en la entrada, deja espacio bajo él para una alfombra o un banco estrecho: ganarás comodidad y equilibrio visual.
¿Cómoda o zapatero?
El zapatero Bora, de la firma Klast Home, es el ejemplo perfecto de esos muebles camaleónicos que engañan a primera vista. Fabricado en madera natural y fibra, tiene un aire cálido y natural que combina bien con estilos nórdicos o mediterráneos.
Sus cuatro puertas abatibles esconden espacio para hasta 24 pares y los separadores son ajustables, para que entren desde deportivas hasta botas de tacón. Eso sí, es importante fijarlo a la pared para garantizar estabilidad, algo fundamental en muebles altos y estrechos.
Multifuncional
También encontrarás muebles que sirven para todo. Fabricado en acero con recubrimiento en polvo, el zapatero Joey de Spinder Design no tiene puertas, sino cajones, lo que lo convierte también en una cómoda o mesilla ideal para el dormitorio –según la altura del mueble–, un archivador para la zona de trabajo o incluso un mueble de baño. En cada cajón cabe justo una hoja A4 (dato curioso que demuestra su precisión milimétrica).
Si decides colocarlo en el recibidor, deja los cajones inferiores para zapatos y los superiores para llaves, guantes o correas del perro.
Clásico renovado
Entre los zapateros más conocidos, el STÄLL de IKEA sigue siendo una apuesta segura. Su equilibrio entre diseño y funcionalidad lo mantiene vigente: ocupa poco fondo (17 cm) y sus patas delanteras permiten apoyarlo sobre la pared sin tropezar con el rodapié. Con 96 cm de ancho y 90 cm de alto, aprovecha el espacio vertical de forma impecable.
Si las dimensiones de tu dormitorio lo permiten, una idea estupenda es colocar modelos a lo largo de una pared: uno para ti, otro para tu pareja… así cada uno mantiene su orden (en teoría).
Natural y ventilado
El zapatero Bendigo, de Beliani, combina cuerpo en MDF verde menta con frentes de ratán natural, un material que deja pasar el aire y ayuda a ventilar el interior. Detrás de sus puertas se esconden tres amplios estantes, además de cuatro cajones perfectos para guardar cepillos, plantillas o productos de limpieza del calzado.
Más que un zapatero, parece un aparador ideal, ya no solo para el recibidor, sino también para el salón o dormitorio. Para un look de revista, mantén su superficie despejada (con un jarrón o una lámpara de mesa es suficiente). Y si quieres, también puedes poner un espejo redondo encima.
Para espacios mini
Con apenas 20 cm de profundidad, este zapatero (el modelo Viena de Leroy Merlin) se ajusta a pasillos y recibidores pequeños. Sus cuatro compartimentos albergan hasta ocho pares y están diseñados para salvar el rodapié, detalle muy práctico cuando cada centímetro cuenta.
Su acabado neutro permite integrarlo en cualquier ambiente. Si lo acompañas de un espejo grande y una lámpara mural, crearás un rincón funcional y luminoso.
A medida
A medida
Cuando ningún zapatero encaja del todo en el espacio, los modelos a medida son la mejor solución. En Tylko diseñas tu propio mueble desde cero: eliges el color, el estilo y cada detalle –altura, anchura, profundidad, número de estantes o cajones, incluso la posición de las puertas o compartimentos– hasta que se ajusta exactamente a lo que necesitas. Su configurador online permite visualizar el resultado al instante, por lo que puedes ver cómo quedará antes de encargarlo. Además, sus diseños son modulares y se fabrican bajo pedido, con materiales sostenibles.
La gran ventaja es que el zapatero se adapta a ti, no al revés: puedes crear un mueble bajo para el recibidor, un modelo más alto para el vestidor o uno con compartimentos especiales para botas y bolsos. Lo importante es pensar qué zapatos usas más, qué modelos guardas y así distribuir los módulos según tus hábitos.
Zapateros de pared
No todos los zapateros son armarios cerrados. Los modelos de madera montados en la pared, con topes que sujetan el calzado, son una alternativa ligera y decorativa. Una idea que hemos fichado en la tienda on line Wayfair y que nos parece perfecta para dejar los zapatos airearse o para quienes disfrutan de verlos a la vista (especialmente si tienes una colección digna de exposición). Tienes modelos similares en Decowood, vidaXL y Etsy.
Colócalos en el vestidor o en una pared libre del dormitorio. Son ideales para espacios pequeños, segundas residencias o para prescindir del típico mueble zapatero sin renunciar al orden.
A mano y a la vista
La estantería MAU, de la firma Nordal, es perfecta para ese rincón del recibidor donde dejas los zapatos al llegar a casa. Fabricada en madera de abedul, combina ganchos con una balda inferior para calzado. Es más un mueble de transición: para dejar o coger rápidamente los zapatos del día a día, no tanto para almacenarlos.
Quedará de maravilla con una alfombra de fibras naturales y una cesta de mimbre para guardar zapatillas de estar en casa.
Con frente de espejo
Los espejos viven un momento dorado en decoración. Ya no se usan solo como piezas sueltas con las que decrar la pared: ahora también se integran en frentes de todo tipo de muebles. Además de sumar estilo, amplían visualmente el espacio y reflejan la luz, algo especialmente útil en dormitorios o pasillos pequeños.
El modelo Anderson, de la firma Laura James, lo demuestra a la perfección. Una de sus dos puertas incorpora espejo, lo que aporta profundidad y luminosidad al ambiente mientras cumple una función muy práctica: poder verte los zapatos puestos justo antes de salir de casa. Sus patas elevan ligeramente la estructura (90,5 x 80 x 23,5 cm), lo que aligera su presencia y deja espacio bajo el mueble. Un zapatero funcional, decorativo y con ese punto de elegancia que aportan los acabados espejado.
Sentarse y ordenar
Pocas ideas son tan prácticas como unir asiento y almacenaje en una sola pieza. Un banco zapatero cumple justo esa doble función: ofrece un lugar donde sentarse para calzarse con calma y, al mismo tiempo, guarda los pares del día a día bien organizados. Este modelo lo hace con un diseño sencillo y robusto de tres niveles, ideal para el recibidor o un pasillo ancho. Lo hemos localizado en la tienda on line Argos, pero tienes modelos similares en Amazon, Leroy Merlin, Brico Depôt y ManoMano.
Quedará de maravilla en el recibidor, con unos cojines encima y una cesta de fibras debajo para los complementos. También funciona genial a los pies de la cama, para tener las zapatillas de casa localizadas.
Dentro de un armario
Este armario, el modelo Posy de Kalido Muebles, nos ha conquistado por su diseño alegre y luminoso: las puertas, en color mostaza con flores blancas y toques verdes, llenan de optimismo cualquier habitación. Aunque está pensado como mueble auxiliar, su interior, dividido en cuatro estantes de unos 20 cm de altura, lo convierte en una alternativa ideal para guardar zapatos, sobre todo en dormitorios infantiles o juveniles.
Con sus 95 cm de ancho, 36 de fondo y 11 de alto, ofrece capacidad suficiente para varios pares. Para aprovechar al máximo el espacio, puedes colocar organizadores apilables de calzado, que permiten guardar dos zapatos en el espacio de uno, o bien usar cajas transparentes para mantener cada par protegido y a la vista. Así, además de ganar orden, evitarás que el calzado roce o se deforme.
