Cada vez se busca más que el baño sea un espacio versátil y cómodo, especialmente en hogares donde varias personas lo comparten. La solución está en compartimentar: separar la zona de lavabo de la ducha y el inodoro mediante cabinas, de manera que dos o más personas puedan utilizar el baño simultáneamente sin perder privacidad. Esta tendencia permite jugar con los diseños, combinar materiales y aprovechar mejor los retranqueos o columnas.
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Cabinas en paralelo y lavabo central
Esa es la distribución en este espacio que cuenta con dos cabinas, una para la ducha y otra para el inodoro, situadas enfrentadas con un pequeño lavabo en el centro. Un cristal estriado y perfilería decorativa en latón envejecido hacen que las puertas de estas cabinas en el baño resulten muy elegantes y atractivas. El cristal en este acabado concede mucha privacidad en un baño estrecho que cuenta con una distribución en cabinas. Es un proyecto de De la Villa Studio.
Cabinas contiguas con puertas de diseño sorprendente
El estudio de interioristas Adela Cabré & Son se decantó por una distribución compartimentada en este baño con dos cabinas contiguas, una para la zona de la ducha y otra para el inodoro. En cada una de ellas, diseñó una puerta sorprendente que se convierte en elementos decorativos destacados en un baño de revestimientos neutros. Se trata de un diseño que combina cristal liso y con textura en un acabado coloreado.
Puertas con cristal traslúcido
Una de las soluciones más habituales en baños que optan por esta solución de cabinas es cerrarlas con puertas (a veces incluso tabiques) de cristal traslúcido, que dejan pasar la luz, pero difuminan la silueta de quien está dentro. Así se mantiene la luminosidad y la sensación de amplitud, pero sin renunciar a la intimidad. En baños sin ventana, la luz de la zona del lavabo o central llegará al interior de la cabina. Baño diseñado con dos cabinas enfrentadas por Molins Design.
Cabinas casi invisibles
Si optas en el diseño de las cabinas por mucho cristal transparente y puertas sin perfil ni marco, lograrás un efecto de ligereza. De esta manera, el cristal tampoco interrumpe la continuidad del revestimiento de la pared. Entre cabinas, cuando ducha e inodoro están contiguas, es interesante crear un muro para lograr la privacidad en el uso independiente de cada espacio. O, al menos, un tipo de acabado para el panel de vidrio que no sea transparente. Propuesta de Freehand Arquitectura.
Puertas abatibles vs. puertas correderas para la cabina
La elección del tipo de puerta es clave cuando se compartimenta un baño para separar el inodoro o la ducha. La puerta correcta no solo aporta privacidad, también optimiza el espacio y mejora la funcionalidad diaria. La puerta abatible es más habitual y ofrecen un cierre más hermético, ideal para el inodoro.
Debes prever el radio de apertura de una puerta abatible, ya que las cabinas no suelen ser demasiado espaciosas. Debe haber 70-80 cm libres delante de la puerta para que pueda abrirse sin obstáculos. La anchura recomendada es de entre 62 y 72 cm para cabinas de inodoro y de 70-80 cm para duchas. El inconveniente es que ocupa espacio al abrirse. En el caso de una puerta corredera, las medidas son las mismas en cuanto al ancho. Proyecto del estudio de arquitectura e interiorismo Isabel López Vilalta.
El cristal, siempre deja pasar la luz
Los materiales para las puertas de las cabinas en un baño pueden ser variados, como hemos ido viendo. Hay diseños más sencillos y lisos y otros más trabajados, con perfiles o sin ellos y en materiales que no solo son el cristal. Lo bueno del vidrio es que deja pasar la luz y es ligero visualmente. Pero no es exclusivo de baños pequeños por este motivo. Ten en cuenta que es recomendable que el cristal sea templado y de al menos 8-10 mm para mayor resistencia.
En este proyecto de. estudio de arquitectura DmasC, la ducha cuenta con una puerta de cristal sin perfil con bisagra, como la de acceso a la cabina del inodoro.
Cabinas con perfilería negra
De estilo contemporáneo y con mucho estilo. La perfilería negra no pasa de moda. Se ha instalado como habitual en los baños. Así que puedes crear cabinas con este efecto o llevarlo solo a las puertas de cada uno de los compartimentos. Combinado el negro con un cristal estriado tendrás un efecto sofisticado y elegante que, además, desdibuja el interior, lo que concede privacidad en el uso del baño por varias personas a la vez. Baño proyectado por Freehand Arquitectura.
Invierte en bisagras de calidad: esto es lo que debes saber
Este baño está diseñado por el estudio Punto M con cabinas de ducha e inodoro separadas con puertas de cristal estriado y perfilería negra, un diseño muy actual que combina estética y funcionalidad. Si te fijas, cada una de las hojas abre en un sentido, según necesidades del espacio. Cuando se instalan puertas de cristal de suelo a techo, como en la imagen, es fundamental elegir bisagras de calidad, ya que deben soportar el peso de una hoja de cristal templado de 8-10 mm de grosor.
Hoy en día existen bisagras especiales que soportan gran peso sin desajustarse con el uso diario. También las hay que permiten la apertura en uno o en ambos sentidos (de empuje y de tiro), lo que aporta comodidad: en un baño no es grave que una puerta abra hacia dentro y otra hacia fuera, siempre que se haya dejado el espacio libre necesario. Pueden incorporar sistema de autocierre o freno hidráulico, de forma que la puerta vuelve sola a su posición cerrada, muy útil en cabinas de inodoro.
En un único frente para un baño en 'suite'
Un baño en suite también se presta a organizarse con cabinas, como en este proyecto de De la Villa Studio. Con una zona de lavabo central, a cada lado se sitúa una cabina con puertas idénticas con perfil, cristal texturado y franja de porcelánico. Aquí, en el conjunto, las texturas enriquecen con la mezcla entre espacios. Con esta solución, es posible no cerrar el baño respecto al dormitorio y mantener la privacidad.
Revestimientos diferenciados
¡Esto también es posible como licencia en el diseño de las cabinas! No tienen que ser iguales. Una precisa que sea resistente al contacto con el agua si se ocupa con la ducha y la del inodoro, no. Así que optar por materiales específicos y diferentes te puede dar juego. En este proyecto, MAS by Arquesta ha optado por esta idea, personalizando cada una de las cabinas.
Retranqueos, desniveles y asimetrías
Los retranqueos en la planta del cuarto de baño pueden ayudar a crear de manera más natural cabinas. Esas desigualdades también conceden de por sí privacidad a un área. Además, también se puede jugar con escalones o desniveles para delimitar visualmente.
Es frecuente encontrar que la cabina de la ducha presenta una altura diferente y es porque el desagüe así lo pide. En este proyecto del estudio Bombí + Gómez, además, la ducha no tiene puertas, ya que la zona de la grifería queda resguardada y en la cabina del inodoro se opta por una puerta de madera.
Duchas-cabina tipo spa
Para un efecto realmente especial, convierte la ducha en una cabina cerrada con cristal y techo propio. Así se consigue un espacio estanco donde instalar rociadores de efecto lluvia o incluso cromoterapia. En un baño alargado también se puede distribuir con esta solución en cabinas. Este proyecto de Coblonal Interiorismo es un ejemplo. Todo un lateral queda acristalado con vidrio oscuro y puerta corredera. Al fondo, el lavabo.
Con bañera central
En esta ocasión, se trata de un baño de generosas dimensiones en el que el estudio Tinda's Project ha decidido instalar una zona de bañera en el centro de la planta junto a una de las ventanas y delimitar la ducha y el inodoro en dos cabinas, cada una a un lado. Estilismo de Mar Gausachs.