Plantas de exterior

Flores de otoño: 10 especies que llenan de color y alegría tu jardín


Aunque el paisaje se tiña de tonos ocres, algunas flores alcanzan su máximo esplendor en otoño. Descubre cuáles mantienen vivo tu jardín.


Jardín con flores. © DoraZett - stock.adobe.com
15 de octubre de 2025 - 7:00 CEST

El otoño puede ser una época de mucho color en el jardín. Y no, no nos estamos refiriendo a los árboles que tornan sus hojas a naranja o amarillo, mientras se preparan para su periodo de descanso invernal. Pero has de saber que, mientras algunas especies reducen su actividad, hay otras que en estos meses del año viven su mayor esplendor. De hecho, hay varias especies que ofrecen unas bonitas flores capaces de llenar de alegría tu jardín. Y es que ciertas flores lucen más que nunca gracias a la luz suave, el aire fresco y las lluvias moderadas. Incluir estas especies en tu jardín o terraza es una manera de seguir disfrutando de un rincón vibrante mientras el resto del paisaje se tiñe de ocres. Estas son algunas de las más bonitas. 

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© Thomas en Pixabay

Crisantemo

El crisantemo es la flor por excelencia del otoño. Originario de Asia, se ha convertido en un clásico por su capacidad para florecer en los meses fríos cuando muchas otras especies descansan. Sus flores pueden ser de tonos amarillos, naranjas, violetas o blancos, y son capaces de llenar de alegría cualquier rincón del jardín. 

Lo mejor es que los cuidados del crisantemo son muy sencillos. Necesita sol directo unas cuantas horas al día y riegos moderados, evitando encharcamientos. Si lo colocas en macetas o borduras, tendrás color garantizado hasta bien entrado noviembre. ¿Un truco? Retira las flores marchitas para estimular una floración continua.

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© Svitlana - stock.adobe.com

Pensamientos

Los pensamientos son unas flores pequeñas pero con mucha fuerza visual. Su floración puede mantenerse durante gran parte del otoño e incluso resistir hasta las primeras heladas. Gracias a la amplia gama de colores de esta especie –desde el violeta hasta el amarillo, pasando por el azul, blanco, naranja o rojo– conseguirás un toque alegre en cualquier rincón del jardín. 

Y no necesitas ser un gran jardinero para conseguir que esta planta prospere. Entre los cuidados del pensamiento, destaca su ubicación, que ha de ser con buena luz. Además, soporta el frío mejor que muchas especies de temporada. Riégala con regularidad y utiliza un sustrato bien drenado. Son una gran opción para jardineras o macetas combinadas con bulbos otoñales, como el azafrán e, ciclamen o el allium.

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© Markus Spiske / Unsplash

Aster

Si buscas una flor para tu jardín que recuerde a las margaritas, pero con un aire más silvestre, la aster (Aster spp.) es tu aliado perfecto. Sus flores, de tonos azules, lilas o rosados, florecen justo cuando el verano termina, aportando un toque delicado y natural. 

Lo mejor es que la aster es una planta muy agradecida con el sol y que apenas necesita cuidados específicos: riegos regulares y una poda ligera tras la floración bastan. Además, la aster atraen mariposas, lo que añade vida y movimiento al jardín. Cultívalos junto a otras especies otoñales para crear una pradera colorida.

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© C Vanheest / Unsplash

Sedum de otoño 

El sedum spectabile, también conocido como sedum de otoño, es una joya entre las suculentas que destaca por su resistencia. Sus racimos de flores rosadas o rojizas aparecen a finales del verano y permanecen durante el otoño, incluso en condiciones de frío moderado. Es una planta perfecta para jardines de bajo mantenimiento, rocallas o terrazas en las que hay mucho sol, ya que necesita muy poca agua y prospera en suelos pobres. Además, sus hojas carnosas almacenan agua, lo que la convierte en una opción ideal si buscas una flor duradera que apenas necesite cuidados. Para que el sedum de otoño prospere, garantiza un sustrato bien drenado y mucha luz solar.

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© Pebo Lieve / Pexels

Anémona de otoño 

Delicada y elegante, la anémona de otoño (Anemone hupehensis) se caracteriza por sus flores en tonos rosa suave, blanco o malva que aparecen cuando el resto del jardín comienza a apagarse. Es perfecta para aportar altura y ligereza al jardín, ya que sus tallos esbeltos y flores alargadas crean un efecto muy natural. 

Entre los cuidados de la anémona de otoño, cabe destacar que prefiere la semisombra y los suelos frescos, ricos en materia orgánica. También es importante que mantengas la tierra con cierto nivel de humedad, pero sin encharcar. 

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© Rawf8 - stock.adobe.com

Caléndula

La caléndula es una de las flores más resistentes del otoño y una de las más apreciadas por su colorido cálido, que va del amarillo al naranja intenso. La caléndula (Calendula officinalis) es una planta fácil que prospera en casi cualquier suelo y agradece el sol directo. Eso sí, prefiere climas templados y prospera mejor en zonas con temperaturas entre 15 y 22 °C. También necesita bastante sol, al menos unas 6 horas al día. Riégala sin exceso y elimina flores secas para prolongar la floración. 

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© Shashank / Pexels

Dalia

Las dalias (Dahlia spp.) llenarán de color tu jardín y se convertirán en las protagonistas del espacio. Procedentes de México, ofrecen una variedad de formas y tamaños tan amplios que es imposible aburrirse de ellas. Los cuidados de las dalias requieren sol, riego moderado y un poco de abono durante la floración. Aunque su ciclo termina con las primeras heladas, puedes guardar sus tubérculos para la siguiente temporada. 

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© Xeger79 / Pexels

Brezo o Calluna

El brezo (Calluna vulgaris) es una de las plantas más icónicas del otoño y el invierno. Sus diminutas flores en tonos malvas, rosados o blancos crean un tapiz denso y duradero que transforma cualquier rincón de tu jardín o terraza. Prefiere suelos ácidos y bien drenados, además de exposición soleada o semisombra. Es muy resistente al frío, lo que la convierte en una opción segura para mantener el color cuando bajan las temperaturas. Un consejo: combina varias variedades de brezo para conseguir un efecto cromático más profundo.

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© Yoksel Zok / Unsplash

Azafrán o crocus de otoño 

El azafrán de otoño o crocus regala flores delicadas gracias a sus tonos lilas y su forma de cáliz, que envuelven el jardín con un aire elegante. Además, sus cuidados son muy sencillos, lo que la convierte en una planta perfecta para principiantes. 

Entre los cuidados del crocus, ten en cuenta que prefiere una ubicación al sol y que requiere un suelo bien drenado. Planta los bulbos a finales de verano y disfrutarás de sus flores en octubre. Son ideales para formar grupos en el césped y llenarlo de color.

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© Joshua J Cotten / Unsplash

Coreopsis

El coreopsis es una flor que adora la luz y que aportará un toque de vitalidad al jardín otoñal con sus pétalos dorados y corazón oscuro. Su floración prolongada y su resistencia la convierten en una de las opciones más agradecidas para decorar el jardín en otoño. Algunos de los cuidados del coreopsis son un riego moderado, un sustrato ligero y una ubicación al sol. Además, atrae abejas y mariposas, contribuyendo a mantener la biodiversidad. Si recortas los tallos marchitos, florecerá durante más tiempo. 

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