Cómo transformar una casa novecentista en un hogar del siglo XXI: estilo moderno manteniendo el carácter y espíritu original
El proyecto, obra de Kuadrat Architects, ha logrado que habitaciones oscuras y cerradas se conviertan en espacios diáfanos con vistas al jardín, manteniendo en el proceso su espíritu original, mediante arcos de medio punto, carpintería de madera o azulejos artesanales.
Oscura y muy compartimentada, así era esta espectacular casa de Olot (Girona) construida en 1930. Tenía la base, la esencia y el aire señorial que distinguen a las viviendas de esa época, pero necesitaba adaptarse a las necesidades y el estilo de vida del siglo XXI.
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El estudio Kuadrat Architects llevó a cabo un proyecto que tenía como fin modernizar las estancias, adecuándose a sus propietarios, manteniendo, al mismo tiempo, el carácter y espíritu de la edificación original. El diseño de los espacios se desarrolló con el fin de destacar los rasgos de la estética novecentista, compartir ideas en espacios abiertos y flexibles, así como mejorar el contacto directo con la luz natural. Para ello, abrieron las estancias para generar mayor fluidez espacial y conseguir vistas cruzadas.
La belleza y el lenguaje señorialson parte tanto de su fachada como de su interior. En esta vivienda de Girona están presentes varios de los elementos y características típicas del período de su construcción. Así, en el exterior se conservan loselementosy los revestimientos cerámicos en paredes originales, para dar valor a sus fachadas novecentistas.
Es imposible no fijarse en la esbeltez de su torre, las grandes aberturas con arcos de medio punto en carpintería de madera, sus azulejos artesanales, la simetría de la fachada principal, la galería en planta primera y su perfecta proporción de volúmenes.
Moderno y funcional, el recibidor invita a entrar. Llama la atención el arco de la puerta y la ventana, que, además de ser una seña de identidad, aportan calidez y luminosidad a la entrada, al igual que ocurre con la madera. Kuadrat Architects ha diseñado un armario de suelo a techo en color blanco, que ayuda a mantener el orden y evita que haya objetos o prendas a la vista. En él se ha dejado un espacio abierto, a modo de hornacina, que actúa como consola, muy práctica para dejar las llaves o el móvil.
Bajo la ventana, que inunda todo de luz y comunica el interior con el exterior, se ha colocado un banco de madera, muy útil para descalzarse al llegar.
La casa original albergaba habitaciones cerradas y oscuras, una distribución propia de la época, que no encajaba en el momento actual. Por eso, el proyecto de Kuadrat Architects se centró en derribar los muros necesarios, para conseguir espacios diáfanos con vistas al jardín, desde cualquier punto de la vivienda.
En la zona de día, destaca una cornisa lineal de madera que conecta cada rincón, articulandozonas de diferente altura, según sus usos, a la vez que remata los falsos techos que albergan las instalaciones. Esta cornisa queda cortada en el comedor por una chimenea de gas, que actúacomo elemento articulador entre este y el salón.
La cocina se establece como el corazón de la vivienda. "Para la propiedad era muy importante tener una cocina que funcionara como centro neurálgico de la casa", señalan desde el estudio. Por eso, Kuadrat Architects desarrolló un diseño (de Santos) totalmente abierto al salón, con una isla donde comer de manera informal y socializar en un ambiente relajado.
A la encimera posterior se le añadió una ventana horizontal enmarcada por armarios blancos, que incrementan la capacidad de almacenaje, sin resultar pesados visualmente. Además, se consiguió luz, por un lado y, por otro, incluir la vegetación y el exterior dentro de la casa.
Es importante destacar que la cocina y el comedor comparten el mismo suelo, mientras que el pavimento del salón es de madera.
Para favorecer la convivencia y proporcionar una atmósfera más hogareña, se ha optado por una mesa de comedor redonday de madera. Dos lámparas de techo en color blanco son las encargadas de iluminar toda la superficie.
Para mejorar la conexión del salón con el exterior, se movió un ascensor existente y se abrió un gran ventanal con una puerta corredera. Una solución que configuró, de esta manera, una fachada simétrica propia de la casa. El ascensor se trasladó a la zona posterior del comedor, junto a una escalera ligera de hierro, que baja al garaje y al lavadero del sótano.
Lleno de luz, el estar invita a descansar y relajarse. Además del sofá gris, un neutro con mucho estilo, hay que destacar la alfombra del mismo color, que actúa como nexo de unión con el pavimento del comedor y la cocina, favoreciendo la sensación de conjunto.
Desde el recibidor se accede al piso superior, mediante una escalera en madera de roble. Dicha escalera está limitada por un volumen blanco, que alberga el baño de cortesía y un armario en planta baja y que se convierte en una librería integrada y barandilla en la primera.
Una solución ingeniosa que saca partido al espacio, multiplica la capacidad de almacenaje, favorece el orden, potencia la luz y se integra en el espacio, sin resultar pesada visualmente.
La planta baja se reserva para la zona social, mientras que la primera alberga la privada, con tres habitaciones y dos baños completos. Lleno de luz y decorado en blanco con cálidas pinceladas en madera, el dormitorio principal ofrece una atmósfera perfecta para el descanso. Con una galería con ventanas de madera en arco, vestidas con ligeras cortinas, todo el mobiliario, como el original cabecero, se ha realizado a medida, para conseguir el máximo confort y practicidad para sus moradores.
También hay que destacar el proyecto de iluminación de la estancia que cuenta con luz perimetral sobre la cama, apliques de pared y lámparas, tipo flexo, para las mesitas de noche. Este tratamiento de la luz no solo resulta funcional, sino que también se integra en el ambiente de forma natural.
Este elemento típico de la arquitectura tradicional cobra especial protagonismo en el dormitorio principal. Aquí, la galería, con mucha luz natural y ventanales con arcadas y artesonados de madera, funciona como nexo de unión con el exterior, creando un agradable rincón. Además, estéticamente resulta encantador con su suelo de baldosas, que contrasta con el parqué de la habitación, sus cortinas blancas y su sillón de fibras vegetales.
En el dormitorio principal, el vestidor se ha situado en un pasillo que da directamente a la galería, creando un lugar luminoso, flexible y abierto, tanto a la habitación como al exterior.
Además, se ha colocado un sillón de fibras naturales, que sirve tanto como rincón de lectura como para descalzarse o vestirse más cómodamente y que imprime, al mismo tiempo, un toque de calidez al blanco del ambiente.
Un espejo XL se convierte en el protagonista estrella de uno de los baños, logrando ampliar los metros de la estancia y potenciar la luz natural, que se cuela por las ventanas. Hay que destacar también los azulejos que revisten la pared del lavabo, a juego con las baldosas del pavimento, cuyo color tierra imprime calidez y un toque natural a la estancia.
Mientras que el diseño del mueble, con la encimera volada y lavabo exento, y el sanitario, ambos suspendidos, ayudan a crear sensación de ligereza y amplitud.